Comenta una revista italiana que una reciente y discreta resonancia magnética y otros análisis han verificado la aceptable salud del corazón del Papa Benedicto XVI, lo cual aleja cierta sensación de que la curia vaticana había entrado en fase preconclavista. No obstante, la revista «Panorama» expone algunas tensiones entre cardenales derivadas de la decisión papal de levantar la excomunión a los lefrebvrianos, con su corolario de las declaraciones antisemitas y negacionistas del Holocausto por parte del obispo Williamson.

El deseo de entablar relaciones con China y la beatificación de Juan Pablo II también son focos de divergencia, afirma dicha publicación. Por otro lado, el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, salesiano, podría estar siendo cuestionado por cardenales ya retirados, como Achille Silvestrini o Angelo Sodano.

Recientemente, cuatro salesianos han sido nombrados miembros de la Congregación para las Causas de los Santos o en la Signatura Apostólica. Ello sería indicio de que Bertone manda en la curia, del mismo modo que Sodano fue la mano derecha de Juan Pablo II. Hace tiempo que las siglas de los salesianos SDB (Sociedad de Don Bosco) se leen como «Sono di Bertone», son de Bertone.

Otro suceso eclesial resonante es que los padres de un niño que supuestamente sufrió abusos en un centro de los Legionarios de Cristo han desvelado la identidad de la hija secreta de Marcial Maciel, fundador de la Legión. Su nombre es Norma Hilda, de unos 23 años, y reside en Madrid, donde convive con su madre, del mismo nombre. Habitan en un piso de lujo y rentan otro del mismo edificio. Ambos fueron adquiridos en su día por Maciel. Además de estos datos, deslizan algo muy serio: que el Papa Juan Pablo II supo de la existencia de esta hija. El citado matrimonio está empeñado en descubrir la «triple vida» de Maciel: pederasta, padre carnal y padre espiritual/fundador.

Javier Morán (La Nueva España)