Elecciones catalanas febrero de 2021 El voto católico en Cataluña
Quizás algunas cosas, desde la real transversalidad y pluralidad de los católicos catalanes, valiosísima, hasta el uso preelectoral de la inquina contra Omella desde el actual poder autonómico, se explican mejor después de interpretar los sondeos que encarga el mismo Gobierno
| Ramon Bassas
Al parecer, en febrero hay elecciones, de nuevo, alParlamento de Cataluña. Quizás es un buen momento para repasar si hay algún comportamiento homogéneo de los votantes que se declaran católicos. En las recientes elecciones en EEUU, donde los analistas diseccionan todos los segmentos posibles, dicen que una mayoría de católicos, por los pelos, ha preferido el católico Biden al protestante Trump. Claro que, allí, los católicos son una minoría más (aunque relevante) y aquí, a lo mejor se hace llamar así mucha más gente que no se lo acaba de creer. Pero lo cierto es que en las encuestas, a pesar de ser cada vez un número menguante, hay muchísima gente que se declara católico.
La última encuesta oficial que relaciona confesión religiosa y política, el ómnibus del Centro de Estudios de Opinión del mes de julio, publicada en octubre, dice que los católicos son un 52% (cuadro 3.1.1.62), con una notable diferencia por tramos de edad. En el cuadro 3.2.3.62 establece la división por recuerdo de voto. Allí podemos ver cómo los católicos reparten los votos en el mismo orden que el resto de ciudadanos, heterogéneamente. Dentro de cada opción, sin embargo, la proporción interna de votantes católicos (3.2.1.62) es ligeramente diferente. El partido con más católicos es el PSC (70,2%), seguido de PP, Cs, JxC, ERC, CeCP y CUP, con sólo un 26,8%. Hay una lista inversa, más o menos, en relación al porcentaje de ateos, la segunda religión del país, dicho sea de paso.
Donde hay una interesante diferencia es en la pregunta que se hace sobre la independencia (ya sabéis, el tema con el que nos han entretenido esta década perdida). Pues bien, si la mayoría de catalanes se declaran contrarios a la independencia, por los pelos (46,3% de no contra 45,5% de sí), el comportamiento del votante católico todavía es más contrario. Un 50,2% de católicos se declara en contra de la independencia, mientras que los partidarios llegan a un 41,7% (cuadro 3.2.3.54). Lo que son ocho décimas de diferencia en el conjunto de los electores catalanes, se ensancha hasta ocho puntos y medio en el caso de los católicos.
Quizás algunas cosas, desde la real transversalidad y pluralidad de los católicos catalanes, valiosísima, hasta el uso preelectoral de la inquina contra el arzobispo Omella desde el actual poder autonómico, se explican mejor después de leer estas encuestas que encarga el mismo Gobierno.
[Artículo publicado originalmente en el número 496 de la revista Foc Nou]
Etiquetas