Vida religiosa y obispos en España

Lo reconocía el propio presidente de la Confer en su discurso a la XIX Asamblea General. Un discurso bien trabado, profundo, sincero, realista, incluso con toques de denuncia profética...pero demasiado largo. En la época de los sms y de los tuits, no se le puede endilgar al personal un discurso de 14 folios. Hay que adecuarse (también en eso) a los tiempos. Y lo de alargarse en demasía es un pecado de muchos eclesiásticos. Sin ir más lejos, les pasó lo mismo a los obispos del Sínodo en su Mensaje el Pueblo de Dios. Un Mensaje de 14 folios también. Por lo que los colegas vaticanistas se quejaron.
Pero volvamos al tema de fondo de las relaciones religiosos-obispos. Royón recordó también que, en la Plenaria de la próxima semana, en el telar del episcopado hay un documento sobre las relaciones entre la jerarquía y la vida consagrada. Relaciones un tanto tensas. Especialmente aquí, pero también en Roma.
De hecho, estaba anunciado para la clausura el prefecto del dicasterio de Vida Consagrada, el brasileiro Joao Braz de Aviz. Y, a última hora, se descolgó del programa. Dicen que porque tiene demasiado trabajo, dado que se ha quedado sin el secretario del dicasterio. En efecto, el redentorista Tobin fue "removido" del cargo y nombrado arzobispo de Indianápolis, tras una breve estancia en Roma.
Una breve estancia en la que se hizo querer y respetar por la Vida Religiosa. Pero alguien en la Curia no le perdonó su "cercanía" y su "comprensión" de algunas de las reivindicaciones de las monjas americanas. Y su talante dialogante. Y eso le costó el puesto. En USA, mandan Dolan, Wuerl y compañía, es decir los "conservadores creativos", que quieren meter en cintura como sea (por la tremenda, como siempre) a las monjas USA. Y pidieron la cabeza de Tobin, que les resultaba incómodo. Y la consiguieron.
Y la Vida religiosa americana sigue en el punto de mira. Y la Vida religiosa mundial perdió un apoyo en Roma, aunque Braz de Aviz pasa por ser moderado y cercano a la sensibilidad de los consagrados. El sobrecargado cardenal brasileño está a la espera de que le nombre un segundo. Y suena un eclesiástico nortemaericano. Del gusto, por supuesto, de Dolan y compañía...
Pero la Vida Religiosa, libre y en comunión a la vez, no permitirá, por mucho que quiera la Curia, que embriden sus carismas o que los saquen de las fronteras dde la Iglesia con entrañas de misericordia, de la Iglesia samaritana.
La Vida Religiosa es, junto a Cáritas y a los misioneros, los tres diamantes de la corona de la Iglesia. Los que más brillán y lucen, aunque algunos (en Roma y en España) los quieran empañar. Los que más creíble la hacen.
José Manuel Vidal