Celebran misa especial en memoria de las personas desaparecidas en México La Iglesia de México alza la voz: "¡Basta ya de tanta muerte injusta!"

¡Basta ya! de tanta muerte injusta, Iglesia en México alza la voz
¡Basta ya! de tanta muerte injusta, Iglesia en México alza la voz

En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el arzobispo auxiliar de México, Mons. Francisco Javier Acero Pérez, presidió una celebración eucarística para pedir por todas las personas desaparecidas y víctimas de violencia en el país. En la misa madres, padres y familias buscadoras recibieron el acompañamiento y abrazo de miembros de la iglesia católica.

Durante la homilía Mons. Acero destacó que lo que ha ocurrido en Teuchitlán es una prueba de nuestra indiferencia social provocada por el miedo de cuidar al hermano que se encuentra solo y desamparado.

Además pidió disculpas por si en algún momento algún pastor no ha sido empático para escuchar la rabia y el dolor que viven las madres buscadoras todos los días.

"Se lo he dicho personalmente y en público: si en algún momento hemos sido indiferentes a sus historias como pastores, les pido perdón".

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México fue sede de una Eucaristía especial donde llegaron cientos de familias buscadoras, que todos los días salen a buscar a sus familiares desaparecidos; las escalinatas del altar se llenaron de fotos de personas desaparecidas en México.

La celebración eucarística fue presidida por Mons. Francisco Javier Acero Pérez, arzobispo auxiliar de México, quién en su homilía lamentó lo ocurrido en el rancho del municipio de Teuchitlán, Jalisco y aseguró que no se pueden permitir este tipo de campos de exterminio en ningún lugar del mundo porque son frutos de negligencias y complicidades sociales.

“Esta monstruosidad no puede quedar impune, indiferente, silenciada en carpetas de investigación, en cuerpos abandonados... ¿Qué nos pasa hermanas, hermanos? El horror no nos puede paralizar, el amor nos pone en marcha”.

Mons. Acero Perez, destacó que se debe privilegiar el diálogo en estos casos y pidió a las autoridades mexicanas escuchar a las víctimas, abrirles la puerta a las familias buscadoras y a las tragedias que viven; pues aseguró que si no podemos tomar un pico y una pala para buscar con ellos, lo mínimo que se puede hacer es escucharlas.

“Hago un llamado a las autoridades a escuchar a las víctimas. Eso es lo que hoy nos piden. Ojalá todos tomáramos un pico y una pala y nos fuéramos a buscar con ellas, pero si no podemos hacerlo, atendamos al menos la primera demanda que nos hacen, que es “escúchenos”.

Y desde la Catedral mexicana, lanzó un llamado a la paz a todos los habitantes del país, pidió que todos aquellos que han elegido el camino del mal y están afiliados a organizaciones criminales, se conviertan y¡Abran su corazón al Señor!

“Por el amor de Dios entiendan que no se puede matar inocentes. Dios dijo una vez, 'No matarás'. Y esa es palabra viva”.

“A todas las personas que trabajan en organizaciones criminales: ¡Por favor, cambien de vida, conviértanse, dejen de hacer el mal! Nosotros rezamos por ustedes: conviértanse. Lo pido de rodillas. Es por su bien", sentenció.

El obispo mexicano enfatizó que hoy se necesitan católicos en la vida pública del país que actúen como suaves y fuertes anticuerpos contra los intereses creados, la corrupción, la codicia y la violencia que son el ADN de esta mafia que quiere imponer sus ideas a través del plomo.

"Generemos una amistad social con capacidad de escucha y amabilidad hacia todos, sin ideologías. Hoy desde esta Catedral me uno a mis hermanos obispos de México en este grito al que nos han convocado: ¡Basta ya! de tanta muerte injusta”.

Al finalizar la misa, se realizó una vigilia y día de luto nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, donde miembros de la Iglesia católica junto a las familias buscadoras y sociedad en general, encendieron velas, dirigieron momentos de oración y alzaron la voz para que las autoridades escuchen y se establezcan acciones inmediatas para que la situación en el país mejore.

Uno de los grupos que se unió con las familias buscadoras y colectivos de búsqueda en México, fue la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM), quienes reconocieron y exaltaron la incansable labor, valentía y tenacidad en la búsqueda de sus seres queridos.

“Oramos para que la tristeza y la incertidumbre no apaguen su esperanza, sino que sigan impulsándolos a buscar verdad y justicia. Caminamos a su lado con el compromiso de seguir alzando la voz: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos, ¿por qué los buscamos? ¡Porque los amamos!”

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