Conflictos en el blog Ser y vivir hoy
Este bloc, Ser y vivir hoy, presenta una sección nueva con el tema de los Conflictos y las sugerencias. ¿Razón? Basta con abrir el periódico o escuchar la radio para confeccionar una lista interminable de conflictos que padece la persona en su ser y en su vivir. Son los conflictos que suscitan los derechos humanos pisoteados, las causas de los accidentes de tráfico, la enemistad entre naciones y entre políticos, los sucesos de muertes y riñas, las mentalidades opuestas en toda convivencia, etc. Sí, vivir implica afrontar conflictos y tener que elegir alguna de las alternativas.
¿Qué plan proponemos? Planteado el conflicto propondremos las sugerencias como alternativas o posibles caminos. Al proponer se evita dar consejos o imponer el camino; se rechaza la dinámica de la moral imperativa. Porque hoy se prefiere escuchar sugerencias, alternativas o indicaciones para afrontar los conflictos. Así la libertad personal tiene margen para elegir entre varios caminos o soluciones.
El conflicto, los conflictos.La palabra conflicto es cada día mas usual ante la dificultad de armonizar derechos, opiniones o verdades. La situación de conflictividad surge con el choque de intereses, deseos o valores que en sí no pueden reconciliarse. El conflicto y la conflictividad indican la situaci6n de oposición originada por relaciones contrarias, por las normas que están en oposición con las exigencias de las personas o de los grupos sociales. Dos personas entran en conflicto cuando desean realizar simultáneamente acciones incompatibles. Por supuesto, reinará el conflicto en la convivencia de dos caracteres opuestos que no se aman. A nivel personal, el individuo entra en conflicto cuando su conciencia juzga de modo divergente a lo establecido por una ley externa. O cuando su conducta no es coherente con los valores y principios aceptados. Y aumentarán los conflictos cuando la tensión entre autoridad y libertad se convierte en una relación de autoritarismo-libertinaje.
Otras características Con frecuencia, el conflicto se presenta como un binomio en tensión. Así, por ejemplo: conciencia-ley, universal-particular, autoridad-libertad, individuo-comunidad, antiguo-nuevo, etc. Ideológicamente, se da un antagonismo que se traduce en una fuerza de imposición y en otra de resistencia. De una manera o de otra, las situaciones conflictivas siempre aparecen vinculadas a la justicia, la libertad, la paz, la unidad y el amor.
La misma Iglesia no escapa a la ley de la conflictividad: tensión entre la jerarquía y el laicado, entre la tarea de evangelizar y de sacramentalizar, entre una actitud verticalista y otra horizontalista, etc.
Tanto a nivel político como eclesiástico es frecuente calificar a las personas como partidarias de lo antiguo (conservadoras e inmovilistas) y defensoras de lo moderno-nuevo (progresistas y revolucionarias). Y entre sí viven en conflicto.
Sugerencias o posibles caminosAnte situaciones conflictivas, no se puede dar una solución tajante, un consejo totalmente seguro o proponer como necesario un camino. Mejor será ofrecer sugerencias, proponer una idea para que se tenga en consideración a la hora de hacer algo; criterios que se ofrecen a las partes en conflicto para que la tengan en consideración y piensen en ella a la hora de tomar una decisión.
¿Qué plan proponemos? Planteado el conflicto propondremos las sugerencias como alternativas o posibles caminos. Al proponer se evita dar consejos o imponer el camino; se rechaza la dinámica de la moral imperativa. Porque hoy se prefiere escuchar sugerencias, alternativas o indicaciones para afrontar los conflictos. Así la libertad personal tiene margen para elegir entre varios caminos o soluciones.
El conflicto, los conflictos.La palabra conflicto es cada día mas usual ante la dificultad de armonizar derechos, opiniones o verdades. La situación de conflictividad surge con el choque de intereses, deseos o valores que en sí no pueden reconciliarse. El conflicto y la conflictividad indican la situaci6n de oposición originada por relaciones contrarias, por las normas que están en oposición con las exigencias de las personas o de los grupos sociales. Dos personas entran en conflicto cuando desean realizar simultáneamente acciones incompatibles. Por supuesto, reinará el conflicto en la convivencia de dos caracteres opuestos que no se aman. A nivel personal, el individuo entra en conflicto cuando su conciencia juzga de modo divergente a lo establecido por una ley externa. O cuando su conducta no es coherente con los valores y principios aceptados. Y aumentarán los conflictos cuando la tensión entre autoridad y libertad se convierte en una relación de autoritarismo-libertinaje.
Otras características Con frecuencia, el conflicto se presenta como un binomio en tensión. Así, por ejemplo: conciencia-ley, universal-particular, autoridad-libertad, individuo-comunidad, antiguo-nuevo, etc. Ideológicamente, se da un antagonismo que se traduce en una fuerza de imposición y en otra de resistencia. De una manera o de otra, las situaciones conflictivas siempre aparecen vinculadas a la justicia, la libertad, la paz, la unidad y el amor.
La misma Iglesia no escapa a la ley de la conflictividad: tensión entre la jerarquía y el laicado, entre la tarea de evangelizar y de sacramentalizar, entre una actitud verticalista y otra horizontalista, etc.
Tanto a nivel político como eclesiástico es frecuente calificar a las personas como partidarias de lo antiguo (conservadoras e inmovilistas) y defensoras de lo moderno-nuevo (progresistas y revolucionarias). Y entre sí viven en conflicto.
Sugerencias o posibles caminosAnte situaciones conflictivas, no se puede dar una solución tajante, un consejo totalmente seguro o proponer como necesario un camino. Mejor será ofrecer sugerencias, proponer una idea para que se tenga en consideración a la hora de hacer algo; criterios que se ofrecen a las partes en conflicto para que la tengan en consideración y piensen en ella a la hora de tomar una decisión.