¿Indiferentes ante la urgencia de la liberación?
No soy indiferente ante el tema de la liberación. No en vano estuve presente en cuatro países de América latina desde el 1966 al 1995. Hasta tuve oportunidad de compartir, -era en Arequipa-Perú, el año de 1972- unas charlas sobre Moral de la liberación con Gustavo Gutiérrez. Pasó el tiempo pero, lamentablemente, sigue actual el tema de la liberación porque se acrecientan las injusticias sociales, la violación de las libertades humanas, la opresión de cualquier tipo y los conflictos en la comunidad política que afectan a las clases sociales y aun a pueblos enteros. Permanece ese proceso urgente y complejo (social, cultural, ético y religioso) que ha recibido diversos enfoques y respuestas. Es la liberación ante la cual el cristiano no puede quedar indiferente. Algunos optaron por una liberación al margen de la comunión eclesial. Otros, por la pasividad e indiferencia. Pero a todos nos interesa tener presente los criterios básicos, los campos, los factores y causas de orden social, histórico y cultural. Y los elementos imprescindibles para el compromiso liberador
Liberación: criterios básicos
Para evitar ambigüedades conviene puntualizar los principales criterios y recordar las constataciones de la historia.
Criterios
Entre los significados aceptables de la liberación está: la acción y el efecto de poner en libertad. Mediante la liberación se obtiene el rescate de una dignidad o de unos derechos perdidos, la redención de una situación de opresión, la emancipación de una dependencia injusta, la salvación de cuanto amenaza la subsistencia personal o comunitaria, la independencia de un poder extraño a la persona o a la nación a la que se estaba sometido.
Otro criterio radica en la respuesta necesaria para suprimir los obstáculos que impiden la libertad o la realización personal o colectiva. Libera quien rompe cadenas de esclavitud, suprime vínculos injustos, corta influencias que oprimen, transforma estructuras de dependencia y termina con situaciones de servidumbre.
¿Que constata la historia?
Movimientos que reivindican la libertad política de un pueblo o la justicia entre las clases sociales de una misma nación. Movimientos sociopolíticos a quienes anima la aspiración a una condición según la dignidad de las personas, el deseo de una comunidad no dividida en explotadores y explotados, opresores y oprimidos, el anhelo de ser agentes de la propia historia, la esperanza de quitar las cadenas del colonialismo político o del neocolonialismo comercial, el objetivo inmediato de que desaparezca el hambre, la vida infrahumana, la escandalosa desigualdad entre clases sociales, etc.. Para liberar es preciso un conjunto de medidas eficaces políticas y las reivindicaciones sociales. La liberación se identifica con los diferentes medios asumidos para que sea efectiva como proceso histórico. Entre los medios hay que enumerar: los socioanalíticos que estudian la situación y las causas de la opresión; los medios prácticos o líneas operativas para superar la opresión: estrategias, tácticas, modos de resistir, de luchar, la organización de reuniones, la organización de sindicatos, cooperativas, etc.
Campos que comprende la liberación.
Hoy día, los principales son:
las muchas naciones en vías de desarrollo que gozan de autonomía política, pero viven dependientes y explotadas por otras naciones desarrolladas, que se enriquecen con los beneficios de los países pobres;.
las clases sociales oprimidas que comprenden la mayoría de personas en muchos países. En teoría, todos son iguales ante la ley, pero en la práctica viven en situación de miseria frente al reducido número de personas que constituyen la clase privilegiada dentro del propio país;
los marginados de la sociedad: negros, indios, a veces ciertos extranjeros, los minusválidos, jubilados, parados, drogadictos... Todas aquellas personas que no pueden gozar de los medios imprescindibles para una vida digna, para su realización personal;
la mujer en determinadas sociedades, marginada por el machismo cultural, político o jurídico;
la mayoría de la población en países bajo la dictadura. Son las personas privadas de sus derechos por razón de su ideología o de sus convicciones religiosas;
personas bajo el abuso de la autoridad. También necesitan una liberación aquellas personas (niños, jóvenes, los que están bajo una disciplina) que sufren la opresión de sus mismos padres, educadores y jefes por el abuso de la autoridad, malos tratos, etc. '
Y por último, es campo que comprende la liberación el individuo, esclavo de sus pasiones y caprichos, también necesita quitar los obstáculos que le impiden gozar de libertad.
Factores y causas de orden político y jurídico
Provocan el proceso liberador causas y factores vinculados a la justicia social, la libertad política y las estructuras desfasadas.
Como causas, destacamos:
desproporción entre derechos y realidad. Existe insatisfacción ante las declaraciones, constituciones y normativas sobre los derechos humanos que luego no se cumplen. Asimismo, existe insatisfacción al ver que los intentos de solucionar los problemas por el diálogo entre todos o por los caminos del desarrollo y del reformismo han fracasado, no atacan a la raíz;
represión política que ejercen las dictaduras y algunos gobiernos democráticos, pero totalitarios en la práctica. Unos y otros, a veces con medios policiales, mantienen un orden injusto y unas estructuras opresoras; .
imagen ultrajada de la dignidad humana por las múltiples opresiones culturales, políticas, raciales, sociales y económicas. De hecho, la persona se siente coaccionada de múltiples modos: por sistemas totalitarios que anulan la libertad, por instituciones que controlan hasta la intimidad, por el terrorismo de una minoría que se ensaña con víctimas inocentes y con la misma sociedad...;
legalidad de estructuras que respaldan o no castigan las violaciones de los derechos humanos a nivel nacional o internacional;
Factores y causas de orden social. La justicia se ve afectada por el influjo de ciertas ideologías que respaldan la injusticia social y la permanencia de las estructuras injustas. Tal es el caso del individualismo y del colectivismo; por la desigualdad escandalosa de unos pocos con mucho y de muchos con poco o nada. Esta desigualdad acompaña a la incultura, a la condición social infrahumana y a la pasividad política ante el acaparamiento de otros del poder de decisión
De hecho, se palpa la división sociológica entre opresores y oprimidos, entre los que abusan de la libertad y los que no gozan del mínimo humano; entre los que tienen excesivo poder y los que carecen de las vías de participación. También se nota la falta de solidaridad entre las diversas clases sociales, entre ricos y pobres; entre las naciones desarrolladas y las que están en vías de desarrollo..
Nos encontramos ante la existencia del «pobre» como vida infrahumana. El pobre es el resumen de personas dependientes, débiles, desamparadas, despreciadas y humilladas. No se trata de la persona que carece de menos medios económicos, sino de quien vive una existencia indigna de la condición humana.
Y de orden histórico-cultural. Se pueden reseñar las heridas del colonialismo a las que se añaden el neocolonialismo comercial; el desarrollo y subdesarrollo con el fenómeno histórico de países ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez irremisiblemente más pobres; la carrera de armamentos, que empobrece más a los países en vías de desarrollo; el conocimiento de los mecanismos de la injusticia.
Pero hoy se tiene una información más precisa y profunda de los hechos y de las causas de la injusticia sociopolítica, de la pobreza como un subproducto de la riqueza, de los mecanismos que originan la desigualdad... Se sabe técnicamente que la humanidad sería capaz de asegurar a cada ser humano el mínimo de los bienes requeridos para una vida digna.
Estos criterios imprescindibles abren el paso al compromiso liberador
Liberación: criterios básicos
Para evitar ambigüedades conviene puntualizar los principales criterios y recordar las constataciones de la historia.
Criterios
Entre los significados aceptables de la liberación está: la acción y el efecto de poner en libertad. Mediante la liberación se obtiene el rescate de una dignidad o de unos derechos perdidos, la redención de una situación de opresión, la emancipación de una dependencia injusta, la salvación de cuanto amenaza la subsistencia personal o comunitaria, la independencia de un poder extraño a la persona o a la nación a la que se estaba sometido.
Otro criterio radica en la respuesta necesaria para suprimir los obstáculos que impiden la libertad o la realización personal o colectiva. Libera quien rompe cadenas de esclavitud, suprime vínculos injustos, corta influencias que oprimen, transforma estructuras de dependencia y termina con situaciones de servidumbre.
¿Que constata la historia?
Movimientos que reivindican la libertad política de un pueblo o la justicia entre las clases sociales de una misma nación. Movimientos sociopolíticos a quienes anima la aspiración a una condición según la dignidad de las personas, el deseo de una comunidad no dividida en explotadores y explotados, opresores y oprimidos, el anhelo de ser agentes de la propia historia, la esperanza de quitar las cadenas del colonialismo político o del neocolonialismo comercial, el objetivo inmediato de que desaparezca el hambre, la vida infrahumana, la escandalosa desigualdad entre clases sociales, etc.. Para liberar es preciso un conjunto de medidas eficaces políticas y las reivindicaciones sociales. La liberación se identifica con los diferentes medios asumidos para que sea efectiva como proceso histórico. Entre los medios hay que enumerar: los socioanalíticos que estudian la situación y las causas de la opresión; los medios prácticos o líneas operativas para superar la opresión: estrategias, tácticas, modos de resistir, de luchar, la organización de reuniones, la organización de sindicatos, cooperativas, etc.
Campos que comprende la liberación.
Hoy día, los principales son:
las muchas naciones en vías de desarrollo que gozan de autonomía política, pero viven dependientes y explotadas por otras naciones desarrolladas, que se enriquecen con los beneficios de los países pobres;.
las clases sociales oprimidas que comprenden la mayoría de personas en muchos países. En teoría, todos son iguales ante la ley, pero en la práctica viven en situación de miseria frente al reducido número de personas que constituyen la clase privilegiada dentro del propio país;
los marginados de la sociedad: negros, indios, a veces ciertos extranjeros, los minusválidos, jubilados, parados, drogadictos... Todas aquellas personas que no pueden gozar de los medios imprescindibles para una vida digna, para su realización personal;
la mujer en determinadas sociedades, marginada por el machismo cultural, político o jurídico;
la mayoría de la población en países bajo la dictadura. Son las personas privadas de sus derechos por razón de su ideología o de sus convicciones religiosas;
personas bajo el abuso de la autoridad. También necesitan una liberación aquellas personas (niños, jóvenes, los que están bajo una disciplina) que sufren la opresión de sus mismos padres, educadores y jefes por el abuso de la autoridad, malos tratos, etc. '
Y por último, es campo que comprende la liberación el individuo, esclavo de sus pasiones y caprichos, también necesita quitar los obstáculos que le impiden gozar de libertad.
Factores y causas de orden político y jurídico
Provocan el proceso liberador causas y factores vinculados a la justicia social, la libertad política y las estructuras desfasadas.
Como causas, destacamos:
desproporción entre derechos y realidad. Existe insatisfacción ante las declaraciones, constituciones y normativas sobre los derechos humanos que luego no se cumplen. Asimismo, existe insatisfacción al ver que los intentos de solucionar los problemas por el diálogo entre todos o por los caminos del desarrollo y del reformismo han fracasado, no atacan a la raíz;
represión política que ejercen las dictaduras y algunos gobiernos democráticos, pero totalitarios en la práctica. Unos y otros, a veces con medios policiales, mantienen un orden injusto y unas estructuras opresoras; .
imagen ultrajada de la dignidad humana por las múltiples opresiones culturales, políticas, raciales, sociales y económicas. De hecho, la persona se siente coaccionada de múltiples modos: por sistemas totalitarios que anulan la libertad, por instituciones que controlan hasta la intimidad, por el terrorismo de una minoría que se ensaña con víctimas inocentes y con la misma sociedad...;
legalidad de estructuras que respaldan o no castigan las violaciones de los derechos humanos a nivel nacional o internacional;
Factores y causas de orden social. La justicia se ve afectada por el influjo de ciertas ideologías que respaldan la injusticia social y la permanencia de las estructuras injustas. Tal es el caso del individualismo y del colectivismo; por la desigualdad escandalosa de unos pocos con mucho y de muchos con poco o nada. Esta desigualdad acompaña a la incultura, a la condición social infrahumana y a la pasividad política ante el acaparamiento de otros del poder de decisión
De hecho, se palpa la división sociológica entre opresores y oprimidos, entre los que abusan de la libertad y los que no gozan del mínimo humano; entre los que tienen excesivo poder y los que carecen de las vías de participación. También se nota la falta de solidaridad entre las diversas clases sociales, entre ricos y pobres; entre las naciones desarrolladas y las que están en vías de desarrollo..
Nos encontramos ante la existencia del «pobre» como vida infrahumana. El pobre es el resumen de personas dependientes, débiles, desamparadas, despreciadas y humilladas. No se trata de la persona que carece de menos medios económicos, sino de quien vive una existencia indigna de la condición humana.
Y de orden histórico-cultural. Se pueden reseñar las heridas del colonialismo a las que se añaden el neocolonialismo comercial; el desarrollo y subdesarrollo con el fenómeno histórico de países ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez irremisiblemente más pobres; la carrera de armamentos, que empobrece más a los países en vías de desarrollo; el conocimiento de los mecanismos de la injusticia.
Pero hoy se tiene una información más precisa y profunda de los hechos y de las causas de la injusticia sociopolítica, de la pobreza como un subproducto de la riqueza, de los mecanismos que originan la desigualdad... Se sabe técnicamente que la humanidad sería capaz de asegurar a cada ser humano el mínimo de los bienes requeridos para una vida digna.
Estos criterios imprescindibles abren el paso al compromiso liberador