Tipología de la familia según la fe
Otros factores en la dimensión religiosa con otros grupos de familias según la fe profesada.
. 3º La fe de quienes fueron bautizados: familia de creyentes o con miembros indiferentes o ateos. 4º La práctica religiosa: familia practicante o alejada de la Iglesia. Y 5º la comunión-fidelidad: familia fiel o sin comunión eclesial.
Las creencias religiosas, –la fe-, influyen en la familia feliz y perfecta-. De hecho, la fe es una fuerte motivación para la felicidad del creyente. Y al hablar de fe nos referimos, en primer lugar, a la fe cristiana. Pero en un sentido amplio la fe comprende las principales religiones.
Es muy importante para la Evangelización saber la fe de los bautizados en la Iglesia católica. El mensaje cristiano sobre la familia es el mismo pero la recepción depende de otros factores. Es muy diferente dirigirse a una familia de creyentes que a otra de indiferentes ante la religión. O intentar motivar a una comunidad familiar practicante que a otra alejada de la Iglesia. O dialogar con católicos convencidos que con otros que por x razones se mantienen separados de la Iglesia viviendo sin comunión. A los grupos familiares A y B del artículo anterior, añadimos el C y el D vinculados a la fe.
C-Familia de personas ante Dios: de creyentes o de indiferentes.
Otro de los grandes criterios para evaluar la felicidad y la perfección de una comunidad familiar es la fe coherente de sus integrantes bautizados. Frente al reducido número de familias que se declaran creyentes, se alza una mayoría absoluta de bautizados, sobre todo en Occidente, que no es creyente en todos sus miembros. Es la familia de miembros bautizados pero indiferentes, agnósticos o de ateos que rechazan la fe en Dios.
5º Familia de creyentes cristianos Todos sus miembros se confiesan creyentes y respetuosos con la Iglesia. En la convivencia no existe conflicto alguno por motivos religiosos. ¿Porcentaje? Teniendo presente el número de católicos que de ordinario asisten a la misa dominical, en España, no llegan ni al 15% de estas familias creyentes y practicantes aunque más del 70% de sus miembros hayan recibido el bautismo y hasta la primera comunión.
¿Posibilidades para la felicidad y perfección? Si es para la felicidad todo depende de su humanismo en las relaciones interpersonales y de las ayudas-protección que reciban. Si es para la perfección, los bautizados gozan de medios especiales (la oración, la fe, esperanza y los sacramentos) para ser una familia feliz y perfecta. En esta modalidad de familia cristiana destaca el testimonio de la caridad y la fidelidad de las personas mayores, especialmente madres y abuelas, piadosas y practicantes. Ellas afirman que muchos de los momentos felices de su vida giran en torno a la vivencia religiosa. Y necesitan la fe para una vida feliz, o menos desafortunada. La misma fe les ayuda para cumplir las exigencias como personas y como miembros de familia.
6º Familia de indiferentes o con miembros sin feCuando los hijos eran niños o adolescentes, no existía problema por la fe en el grupo familiar. Todos, creyentes. Pero posteriormente, algunos de los hijos, como jóvenes, o bien como universitarios, profesionales o casados, se apartaron de la práctica religiosa y de la misma fe cristiana. Y no falta quien manifieste a sus padres su agnosticismo o simplemente que perdió la fe. El problema se agrava cuando los mismos padres, sin llegar al rechazo de la fe, viven en la indiferencia religiosa. Es una familia de bautizados que viven al margen de su fe.
No creo exagerar si afirmo que en España, este grupo familiar dividido por la fe, supera al 60% de los bautizados que, después de los 20 años, confiesan su indiferencia religiosa o su rechazo de la fe. Algunos declaran su adhesión al agnosticismo o al ateísmo. Son muy críticos con la fe, contra muchos valores del Evangelio, y, sobre todo, contra la doctrina moral que enseña la Iglesia. Viven bajo el influjo del secularismo, del subjetivismo o del permisivismo en moral.
Me parece que esta modalidad de familia es el primer reto y el gran obstáculo para la evangelización. Más aún: es un problema gravísimo para la recepción de la Buena Nueva de Jesús.
Los abuelos que conviven en esta modalidad de familia sufren al comprobar el fracaso de la educación religiosa que dieron o facilitaron a sus hijos. Y mucho más, cuando son rechazados porque plantean algún criterio o normativa sobre la fe cristiana.
¿Posibilidades? Menos que la familia cristiana por la división entre los miembros y el alejamiento de Dios. Por lo tanto, habrá que personalizar el tema de la felicidad y la perfección en una familia dividida por la fe cristiana. Es muy difícil la felicidad del grupo familiar como tal. Pero no faltarán momentos felices y cristianos (un bautizo, primera comunión, la boda…o el funeral). Y siempre existirá el influjo de la educación religiosa recibida. Felicidad ocasional para todos y perfección espiritual y cristiana en alguno de los miembros, con sucede con tantas madres y abuelos. Ellos sufren por la conducta religiosa y en ocasiones moral de sus hijos y nietos.
D-Ante la Iglesia: familia practicante o alejada.
La asistencia a los cultos religiosos (especialmente a la misa dominical), identifica a las familias como practicantes o como alejadas de la Iglesia católica
7º Familia practicante
De ordinario, aunque no siempre, padres o hijos asisten a misa y mantienen alguna vinculación con su parroquia. En ocasiones, siguen las prácticas religiosas tradicionales. Y es frecuente que algún miembro, o varios, pertenezcan a las asociaciones apostólicas, de oración, o alguna cofradía en semana santa. O, lo que es más difícil, que surja alguna vocación para la vida sacerdotal o religiosa. La abuela se distingue por sus muchas devociones y por la asistencia diaria a la misa.
¿Posibilidades? La felicidad de la familia practicante dependerá de la presencia-ausencia de los conflictos y de la menor o mayor protección sociopolítica. Desde luego que la religiosidad coherente es un factor positivo para la felicidad. Y la asistencia al culto ayuda a la madurez espiritual y cristiana. Pero no conviene reducir la práctica religiosa a la misa. Muchos jóvenes prefieren vivir su fe “por libre” y oran con frecuencia aunque no asistan a la misa dominical.
8º Familias católicas pero alejadas de la Iglesia. Es comprensible que, en principio, las familias de personas indiferentes ante Dios, estén alejadas de la Iglesia: abuelos, padres e hijos no mantienen contacto con la parroquia. Como es cierto que algún miembro de esta modalidad familiar afirme que, sí, que él es católico pero no practicante y “no va a Misa”. Él vive por libre su fe y sus relaciones con Dios. Su presencia en la iglesia es por obligación social o tradicional. Tampoco es raro que en esta familia dividida por la práctica religiosa, la abuela o la madre asistan frecuentemente a Misa. Y que exista algún que otro conflicto por el precepto de la misa o por alguna que otra conducta moral desaprobada por los mayores.
No faltan abuelos que siguen como practicantes y se consuelan porque sus hijos “son muy buenos, muy honrados y que a ellos los quieren mucho”. Pero e su interior les duele la frialdad espiritual y se sienten fracasados al recordar la práctica religiosa que impartieron, compartieron y facilitaron a los hijos en colegios religiosos.
¿Posibilidades? Todas las que posee cualquier familia para conseguir la felicidad y la perfección. El único inconveniente radica en el grado de conflictividad por motivos de la moral cristiana y de la normativa católica.
E-Ante la comunión eclesial: familia fiel o con problemática
La aceptación de la doctrina y normativa de la Iglesia caracteriza a la mayoría de las familias practicantes que son fieles y viven en comunión. Pero crece el número de miembros de familia que mantienen conflictos con la Iglesia y con la propia conciencia.
9º Familia fiel y en comunión
En esta modalidad de familia, abuelos, hijos y nietos, han recibido el sacramento del bautismo, la confirmación y el matrimonio; aceptan la doctrina de la Iglesia sobre la vida moral en general, y en particular sobre la indisolubilidad y la vida sexual en el matrimonio. Es una familia fiel y en comunión.
¿Posibilidades? Las de cualquier familia más los beneficios por su vinculación con la Iglesia.
10º Familias sin comunión eclesial Carecen de fidelidad-comunión eclesial las parejas que deciden vivir sin el sacramento del matrimonio o que rehúsan bautizar a los hijos. También las parejas de divorciados vueltos a casar. Se sienten fuera de la Iglesia por no poder comulgar. También viven sin la debida comunión eclesial quienes practican o defienden el aborto, o rechazan la doctrina de la Iglesia sobre anticonceptivos. Mayor problemática especial existe en los grupos familiares con algún miembro homosexual. Los problemas religiosos y eclesiales repercuten fuertemente en los abuelos, especialmente cuando su mentalidad es muy radical.
¿Posibilidades? Son situaciones conflictivas que hacen sufrir al mismo matrimonio, a los padres y abuelos. Son también obstáculos para una vida cristiana vivida con normalidad. Pero cada caso necesita una respuesta personalizada. Los conflictos que afectan gravemente a la moral cristiana obstaculizan también la paz y la felicidad familiar. Es el caso de la hija soltera que abortó, el hijo que abandonó su primer hogar y volvió a casarse. O uno de los hijos que intenta un matrimonio homosexual.
¿Imposible la familia feliz y perfecta? Para la respuesta completa habrá que tener presente el influjo negativo que, en do mayor o menor, reciben el grupo familiar del contexto socio-cultural o de los mismos miembros de la comunidad familiar
. 3º La fe de quienes fueron bautizados: familia de creyentes o con miembros indiferentes o ateos. 4º La práctica religiosa: familia practicante o alejada de la Iglesia. Y 5º la comunión-fidelidad: familia fiel o sin comunión eclesial.
Las creencias religiosas, –la fe-, influyen en la familia feliz y perfecta-. De hecho, la fe es una fuerte motivación para la felicidad del creyente. Y al hablar de fe nos referimos, en primer lugar, a la fe cristiana. Pero en un sentido amplio la fe comprende las principales religiones.
Es muy importante para la Evangelización saber la fe de los bautizados en la Iglesia católica. El mensaje cristiano sobre la familia es el mismo pero la recepción depende de otros factores. Es muy diferente dirigirse a una familia de creyentes que a otra de indiferentes ante la religión. O intentar motivar a una comunidad familiar practicante que a otra alejada de la Iglesia. O dialogar con católicos convencidos que con otros que por x razones se mantienen separados de la Iglesia viviendo sin comunión. A los grupos familiares A y B del artículo anterior, añadimos el C y el D vinculados a la fe.
C-Familia de personas ante Dios: de creyentes o de indiferentes.
Otro de los grandes criterios para evaluar la felicidad y la perfección de una comunidad familiar es la fe coherente de sus integrantes bautizados. Frente al reducido número de familias que se declaran creyentes, se alza una mayoría absoluta de bautizados, sobre todo en Occidente, que no es creyente en todos sus miembros. Es la familia de miembros bautizados pero indiferentes, agnósticos o de ateos que rechazan la fe en Dios.
5º Familia de creyentes cristianos Todos sus miembros se confiesan creyentes y respetuosos con la Iglesia. En la convivencia no existe conflicto alguno por motivos religiosos. ¿Porcentaje? Teniendo presente el número de católicos que de ordinario asisten a la misa dominical, en España, no llegan ni al 15% de estas familias creyentes y practicantes aunque más del 70% de sus miembros hayan recibido el bautismo y hasta la primera comunión.
¿Posibilidades para la felicidad y perfección? Si es para la felicidad todo depende de su humanismo en las relaciones interpersonales y de las ayudas-protección que reciban. Si es para la perfección, los bautizados gozan de medios especiales (la oración, la fe, esperanza y los sacramentos) para ser una familia feliz y perfecta. En esta modalidad de familia cristiana destaca el testimonio de la caridad y la fidelidad de las personas mayores, especialmente madres y abuelas, piadosas y practicantes. Ellas afirman que muchos de los momentos felices de su vida giran en torno a la vivencia religiosa. Y necesitan la fe para una vida feliz, o menos desafortunada. La misma fe les ayuda para cumplir las exigencias como personas y como miembros de familia.
6º Familia de indiferentes o con miembros sin feCuando los hijos eran niños o adolescentes, no existía problema por la fe en el grupo familiar. Todos, creyentes. Pero posteriormente, algunos de los hijos, como jóvenes, o bien como universitarios, profesionales o casados, se apartaron de la práctica religiosa y de la misma fe cristiana. Y no falta quien manifieste a sus padres su agnosticismo o simplemente que perdió la fe. El problema se agrava cuando los mismos padres, sin llegar al rechazo de la fe, viven en la indiferencia religiosa. Es una familia de bautizados que viven al margen de su fe.
No creo exagerar si afirmo que en España, este grupo familiar dividido por la fe, supera al 60% de los bautizados que, después de los 20 años, confiesan su indiferencia religiosa o su rechazo de la fe. Algunos declaran su adhesión al agnosticismo o al ateísmo. Son muy críticos con la fe, contra muchos valores del Evangelio, y, sobre todo, contra la doctrina moral que enseña la Iglesia. Viven bajo el influjo del secularismo, del subjetivismo o del permisivismo en moral.
Me parece que esta modalidad de familia es el primer reto y el gran obstáculo para la evangelización. Más aún: es un problema gravísimo para la recepción de la Buena Nueva de Jesús.
Los abuelos que conviven en esta modalidad de familia sufren al comprobar el fracaso de la educación religiosa que dieron o facilitaron a sus hijos. Y mucho más, cuando son rechazados porque plantean algún criterio o normativa sobre la fe cristiana.
¿Posibilidades? Menos que la familia cristiana por la división entre los miembros y el alejamiento de Dios. Por lo tanto, habrá que personalizar el tema de la felicidad y la perfección en una familia dividida por la fe cristiana. Es muy difícil la felicidad del grupo familiar como tal. Pero no faltarán momentos felices y cristianos (un bautizo, primera comunión, la boda…o el funeral). Y siempre existirá el influjo de la educación religiosa recibida. Felicidad ocasional para todos y perfección espiritual y cristiana en alguno de los miembros, con sucede con tantas madres y abuelos. Ellos sufren por la conducta religiosa y en ocasiones moral de sus hijos y nietos.
D-Ante la Iglesia: familia practicante o alejada.
La asistencia a los cultos religiosos (especialmente a la misa dominical), identifica a las familias como practicantes o como alejadas de la Iglesia católica
7º Familia practicante
De ordinario, aunque no siempre, padres o hijos asisten a misa y mantienen alguna vinculación con su parroquia. En ocasiones, siguen las prácticas religiosas tradicionales. Y es frecuente que algún miembro, o varios, pertenezcan a las asociaciones apostólicas, de oración, o alguna cofradía en semana santa. O, lo que es más difícil, que surja alguna vocación para la vida sacerdotal o religiosa. La abuela se distingue por sus muchas devociones y por la asistencia diaria a la misa.
¿Posibilidades? La felicidad de la familia practicante dependerá de la presencia-ausencia de los conflictos y de la menor o mayor protección sociopolítica. Desde luego que la religiosidad coherente es un factor positivo para la felicidad. Y la asistencia al culto ayuda a la madurez espiritual y cristiana. Pero no conviene reducir la práctica religiosa a la misa. Muchos jóvenes prefieren vivir su fe “por libre” y oran con frecuencia aunque no asistan a la misa dominical.
8º Familias católicas pero alejadas de la Iglesia. Es comprensible que, en principio, las familias de personas indiferentes ante Dios, estén alejadas de la Iglesia: abuelos, padres e hijos no mantienen contacto con la parroquia. Como es cierto que algún miembro de esta modalidad familiar afirme que, sí, que él es católico pero no practicante y “no va a Misa”. Él vive por libre su fe y sus relaciones con Dios. Su presencia en la iglesia es por obligación social o tradicional. Tampoco es raro que en esta familia dividida por la práctica religiosa, la abuela o la madre asistan frecuentemente a Misa. Y que exista algún que otro conflicto por el precepto de la misa o por alguna que otra conducta moral desaprobada por los mayores.
No faltan abuelos que siguen como practicantes y se consuelan porque sus hijos “son muy buenos, muy honrados y que a ellos los quieren mucho”. Pero e su interior les duele la frialdad espiritual y se sienten fracasados al recordar la práctica religiosa que impartieron, compartieron y facilitaron a los hijos en colegios religiosos.
¿Posibilidades? Todas las que posee cualquier familia para conseguir la felicidad y la perfección. El único inconveniente radica en el grado de conflictividad por motivos de la moral cristiana y de la normativa católica.
E-Ante la comunión eclesial: familia fiel o con problemática
La aceptación de la doctrina y normativa de la Iglesia caracteriza a la mayoría de las familias practicantes que son fieles y viven en comunión. Pero crece el número de miembros de familia que mantienen conflictos con la Iglesia y con la propia conciencia.
9º Familia fiel y en comunión
En esta modalidad de familia, abuelos, hijos y nietos, han recibido el sacramento del bautismo, la confirmación y el matrimonio; aceptan la doctrina de la Iglesia sobre la vida moral en general, y en particular sobre la indisolubilidad y la vida sexual en el matrimonio. Es una familia fiel y en comunión.
¿Posibilidades? Las de cualquier familia más los beneficios por su vinculación con la Iglesia.
10º Familias sin comunión eclesial Carecen de fidelidad-comunión eclesial las parejas que deciden vivir sin el sacramento del matrimonio o que rehúsan bautizar a los hijos. También las parejas de divorciados vueltos a casar. Se sienten fuera de la Iglesia por no poder comulgar. También viven sin la debida comunión eclesial quienes practican o defienden el aborto, o rechazan la doctrina de la Iglesia sobre anticonceptivos. Mayor problemática especial existe en los grupos familiares con algún miembro homosexual. Los problemas religiosos y eclesiales repercuten fuertemente en los abuelos, especialmente cuando su mentalidad es muy radical.
¿Posibilidades? Son situaciones conflictivas que hacen sufrir al mismo matrimonio, a los padres y abuelos. Son también obstáculos para una vida cristiana vivida con normalidad. Pero cada caso necesita una respuesta personalizada. Los conflictos que afectan gravemente a la moral cristiana obstaculizan también la paz y la felicidad familiar. Es el caso de la hija soltera que abortó, el hijo que abandonó su primer hogar y volvió a casarse. O uno de los hijos que intenta un matrimonio homosexual.
¿Imposible la familia feliz y perfecta? Para la respuesta completa habrá que tener presente el influjo negativo que, en do mayor o menor, reciben el grupo familiar del contexto socio-cultural o de los mismos miembros de la comunidad familiar