La curva de emergencia social comenzó a crecer casi en paralelo a la de emergencia sanitaria. Cuando Cáritas Diocesana de Madrid reveló, el 23 de abril, que las solicitudes de ayuda se habían triplicado con el coronavirus y que en su gran mayoría eran para cubrir las necesidades primarias de alimentación no hacía sino poner sobre papel una realidad que las parroquias de Madrid habían detectado casi desde el día mismo en que se decretó el Estado de alarma.
Muchas se han enfrentado a esta nueva realidad social con menos voluntarios, ya que eran personas de riesgo, y con menos recursos debido a las propias dificultades de abastecimiento ocasionadas por el confinamiento. Pero a su vez, con mayores dosis de creatividad para poner en marcha campañas de recogida de donativos y de alimentos entre los feligreses y materializar más que nunca la obra de misericordia «dar de comer al hambriento».
- San Juan de Ávila. Gracias a la coordinación con el Banco de Alimentos y a la generosa aportación de particulares, la parroquia está atendiendo a un total de 120 familias: la mitad recibe un lote semanal de productos y la otra mitad, un vale mensual de compra para canjear en un supermercado.
- San José Obrero. De cinco familias que atendían semanalmente, y no todas por necesidad de alimentos, en esta parroquia de Carabanchel han pasado a 15, que acudieron en la última semana y que han podido abastecerse gracias a la acopio de alimentos que tenían almacenados desde antes de la crisis.
- Nuestra Señora del Buen Suceso. 110 menús diarios son entregados desde esta parroquia de Argüelles a familias que lo necesitan, que se han duplicado en este tiempo de coronavirus, y que son servidos gracias a la colaboración de dos restaurantes. Hace unos días que la parroquia lanzó un mensaje de ayuda para recaudar fondos ante las nuevas necesidades de las familias por la crisis.
- Madre del Buen Pastor. Más de 400 familias de San Fermín, Ciudad de los Ángeles y El Espinillo reciben alimentos desde esta parroquia gracias a los productos suministrados por el Banco de Alimentos y un fondo europeo de ayuda a familias vulnerables. Un considerable número de voluntarios están colaborando en el reparto de los lotes, que ellos mismos preparan y que se entregan a las familias con un sistema de cita previa para que se realice de forma escalonada.
- Misioneras de la Caridad. El comedor social de Vallecas que gestionan las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, al que están acudiendo familias con necesidades nuevas debido a la crisis, está repartiendo 200 comidas calientes al día. Lo hace en tuppers para llevar debido a las restricciones sanitarias, y con la ayuda de voluntarios.
- San Ildefonso y Santos Justo y Pastor. Ante la imposibilidad de contar con sus voluntarios habituales por ser personas mayores, la parroquia ha podido repartir sus alimentos a 60 familias gracias a la colaboración de Bomberos Sin Fronteras y de la Policía Municipal.
- Santísima Trinidad. Esta parroquia del barrio de la Concepción atiende las necesidades alimentarias de 25 familias gracias a la campaña Quiero Ayudar. Los donativos permitieron realizar un gran pedido a Carrefour para reponer el almacén. Asimismo, una carnicería del Mercado San Pascual surten de alimentos a 2 familias. Los donativos están permitiendo también ayudar al pago de alquileres en situaciones extremas.
- Santo Domingo de Guzmán. Un total de 200 familias de la zona están siendo atendidas por esta parrqouia que, cada 15 días, les hace entrega de un lote de alimentos gracias a la ayuda del Banco de Alimentos, empresas y feligreses. Y aunque las necesidades se han disparado, la parroquia está en disposición de ayudar incluso a otras Cáritas parroquiales que lo necesiten.
- San Simón y San Judas. Esta parroquia en Orcasitas facilita productos básicos de alimentación a 25 familias; son menos de las que necesitan, pero la parroquia no puede ayudar a todas de modo que deriva al resto a la parroquia Madre del Buen Pastor.
- San José. Gracias a los donativos de los fieles y a un banco de alimentos creado por el Ayuntamiento de Colmenar Viejo, localidad donde se sitúa la parroquia, un total de 80 familias en situación vulnerable han podido seguir desayunando, comiendo y cenando durante todo el mes de abril a través del servicio de comedor. Además, otras 60 familias han recibido semanalmente lotes de alimentos.
- San Juan Bautista. Situada en San Agustín de Guadalix, esta parroquia atendía cada 15 días a 110 familias con necesidad de alimentos; ahora, y puesto que la situación es cada vez más crítica, la atención es una vez a la semana. Cuentan con la colaboración del Ayuntamiento, el Banco de Alimentos y particulares que hacen donativos a través de supermercados de la localidad.
- Santa Genoveva Torres Morales. Esta parroquia de la localidad de Majadahonda ha puesto en marcha una campaña de recogida de donativos específica para estos tiempos, una Operación Kilo virtual COVID-19 para seguir ayudando a los más necesitados, y ha repartido ya 1.600 kilos de alimentos de primera necesidad.
- Santísima Trinidad. De las 50 familias que recibían alimentos una vez por semana en esta parroquia de Collado Villalba se ha pasado a 100 en los tiempos de la pandemia. Además, todos los días se entregan en tuppers 350 menús de comida caliente, destinados a 130 familias, y que son elaborados gracias a un empresa de catering que colaborará el tiempo que dure esta situación. Además, la parroquia ha puesto en marcha una campaña de ayuda, Tus donativos Sí pueden salir de casa.
- Orden de Malta. Desde su comedor San Juan Bautista, en el barrio de Tetuán, la Orden de Malta reparte 600 comidas al día, que preparan allí gracias a voluntarios y reparten en los domicilios de los beneficiarios. Esta actividad de caridad se enmarca en el proyecto Un aliento de esperanza, que incluye atención a mayores y apoyo sanitario, entre otros.
- San Lucas y Nuestra Señora de los Desamparados. Estas dos parroquias forman la unidad pastoral de San Cristóbal de los Ángeles, y se han visto desbordadas por las necesidades provocadas por la COVID-19. Han atendido a 123 familias nuevas con más de 20.000 euros en alimentos y productos de higiene, pero el fondo está ya prácticamente agotado. Por eso hay habilitada una cuenta corriente para poder hacer donativos.
- Sociedad San Vicente de Paúl. Su Centro de Integración Social Santiago Masarnau continúa con la labor socio-caritativa ofreciendo, de lunes a sábado, una media de 248 comidas al día. Respetando las normas sanitarias establecidas, los beneficiarios se llevan la comida en un tupper. Un total de 10 voluntarios colaboran en el reparto, que se hace gracias a la ayuda del Banco de Alimentos, entidades benéficas, donaciones y también a algunos hoteleros que donaron sus productos al cerrar los establecimientos.
- San Ignacio de Loyola. Esta parroquia en La Ventilla ha abierto un punto de reparto de productos básicos para atender a 50 familias de manera inicial, pero con el objetivo de llegar a 250 mensuales. Los alimentos son la primera necesidad para las familias, pero en la parroquia están ya planteando la siguiente, la de los alquileres, ya que muchos de los beneficiarios trabajaban en el sector de la hostelería o del servicio doméstico y se han visto seriamente perjudicados con la crisis.
- Nuestra Señora de las Angustias. Ha pasado a atender a 200 familias, frente a las 90 mensuales que requerían la ayuda de esta parroquia. Los voluntarios han organizado por turnos las entregas para poder cumplir con las exigencias sanitarias.
- Santa Micaela y San Enrique. Más de 300 familias reciben cada día alimentos en esta céntrica parroquia de Madrid, que son entregados por voluntarios de la Fundación Madrina, con sede en las instalaciones de la parroquia. A las donaciones habituales del Banco de Alimentos y del Fondo Europeo de Ayuda se han sumado las de particulares y empresas, como Mercamadrid.
- San Sebastián Mártir. Esta parroquia de Carabanchel ha recibido un cargamento de alimentos que servirán para cubrir las necesidades básicas de 200 familias, y que de forma excepcional se entregarán en dos semanas y no en cuatro como se venía haciendo hasta ahora. Además, la parroquia ha contado con la ayuda de Cruz Roja para la recepción de los alimentos.
- Santa Catalina Mártir. La parroquia primitiva de Majadahonda atiende a unas 200 familias desde que comenzó el confinamiento, a las que suministra productos de primera necesidad pero también, en algunos casos concretos, ayuda económica puntual. Además del Banco de Alimentos, la parroquia cuenta con donativos de particulares y con un equipo de mujeres voluntarias que se encargan de realizar las compras masivas para surtir el almacén.
- Santa Irene. Situada en Vallecas, una de las zonas que más está sufriendo la crisis, la parroquia Santa Irene ha habilitado unas dependencias para repartir alimentos, de los que se han beneficiado ya al menos 400 familias que fueron derivadas por los Servicios Sociales.
- Nuestra Señora del Puig y San Timoteo. Para poder seguir atendiendo a las familias de la Villa y el Ensanche de Vallecas, la parroquia ha lanzado una campaña de donativos, San Timoteo al Rescate. Y es que de las 100 familias a las que se ayudaba al mes se ha pasado a 150 y la cifra sigue en aumento ante la crisis.
- María Madre del Amor Hermoso. Esta parroquia de Villaverde Bajo ha iniciado una campaña de recogida de donativos, Muchos necesitan tu ayuda, para la compra de alimentos destinos a los vecinos del barrio en situación de vulnerabilidad, aquellos que se han quedado sin ingresos debido a la crisis del coronavirus.
- Patrocinio de San José. Esta parroquia de Vallecas ha pasado de ofrecer ayuda a 60 familias al mes a, en un solo día en una entrega puntual, facilitar alimentos a 240. También han distribuido comida entre las familias de la Cañada Real y, gracias a donaciones y gestiones de particulares, pueden suministrar 50 menús diarios. Además, la parroquia tiene acogidas, ahora en confinamiento, a 23 personas en proceso de regularización en nuestro país.
- San José. Situada en Las Matas, esta parroquia reparte 70 menús diarios elaborados por una empresa de catering que sirve también a familias necesitadas de Collado Villalba, El Escorial y distintos puntos de la sierra. Los beneficiarios de San José son en su mayoría inmigrantes llegados hace poco a España que no tienen trabajo y tampoco los papeles necesarios para acceder a ayudas oficiales.
- San Pedro Regalado. Esta parroquia de Vallecas ha visto aumentar el número de familias necesitadas de alimentos, hasta un total de 300 que reciben ayuda cada quince días gracias a los donativos del Banco de Alimentos pero también de particulares. En la primera entrega del mes de abril, la parroquia contó con la ayuda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
- Santa María la Antigua. En esta parroquia de Vicálvaro se adelantaron al decreto del Estado de alarma y, previendo las necesidades de su barrio, hicieron una importante compra de alimentos con los fondos parroquiales. Con esto, junto a los donativos de Jóvenes por España y a 1.000 kilos de patatas facilitados por el Ayuntamiento de Madrid, se comenzó a atender al creciente número de familias necesitadas.
- Jesús y María. Más de 200 familias, el doble de las habituales, son las que comenzaron a atender al poco de decretarse el Estado de alarma en esta parroquia de Aluche gracias a donativos de particulares y de colegios de la zona y restaurantes que quedaron con alimentos en sus neveras ante su cierre. Además, se recibió un total de cinco toneladas de alimentos gracias a la campaña puesta en marcha por la Junta de Compensación de Valdebebas, y en cuya entrega participó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
- Nuestra Señora de los Desamparados. Esta parroquia de San Cristóbal inició ya en marzo una campaña de recogida de alimentos para los vecinos del barrio más necesitados, entre los que se incluían productos infantiles como tarritos, galletas o colacao/nesquick.
- San Ramón Nonato. El comedor San José de la Obra Social Familiar Álvaro del Portillo de esta parroquia de Vallecas ofrece 900 comidas diarias en la actualidad (comenzaron el tiempo de pandemia con las 225 habituales), además de bocadillos a todos aquellos usuarios de otros comedores que han tenido que cerrar debido a la crisis.
- Colegiata de San Isidro. A pesar de no haber atención personal, gracias a los voluntarios la Colegiata ha seguido facilitando ayuda a las familias que ya atendía, a las que se han sumado nuevas debido a la crisis.
- Hermanitas de los Pobres. Esta comunidad lanzó una campaña para solicitar ayuda de alimentos concretos para atender a los ancianos de su residencia, un total de 71, junto a las 16 religiosas que los cuidan.
- Santísimo Cristo de la Victoria. La parroquia organizó una campaña de calado, la última semana de abril, para recoger alimentos y donativos; también se podía hacer un ingreso en una cuenta bancaria.
- Hermandades madrileñas. Han hecho una campaña de recogida de donativos que ha superado los 68.500 euros, y con los que se han enviado alimentos y productos de primera necesidad al hospital de IFEMA, al Cottolengo del Padre Alegre de Algete, a dos residencias de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, y a los conventos de las Hermanas de la Cruz y de las Madres Carboneras.
- Sant’Egidio. Desde la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid se están organizando repartos de compras solidarias para los más vulnerables. Tres veces por semana, en la Iglesia Nuestra Señora de las Maravillas se ofrece la cena, artículos de aseo y mantas a los más necesitados. Y los Jóvenes por la Paz y el movimiento Gente de Paz están entregando todas las semanas lotes de comida.
- San Bruno. Se sigue atendiendo a las familias vulnerables gracias a las compras online, que se envían directamente a sus casas.
- Hermandad Nuestra Señora de la Paz. Situada en la localidad de Alcobendas, esta hermandad organizó una colecta gracias a la cual ha recaudado, entre otros, 4.000 euros destinados a Cáritas para atender las necesidades de los más vulnerables.
- Albergue San Juan de Dios. La Obra Social San Juan de Dios ha puesto en marcha una campaña de recogida de microdonaciones para poder atender las necesidades de las más de 130 personas a las que diariamente ofrece alojamiento y comida en esta época de confinamiento.