Cuatro mil familias, la mitad menores, siguen sin suministro eléctrico Trabajadores cristianos reclaman una solución de emergencia en La Cañada
“Como movimiento de Acción Católica especializada en la promoción y atención del mundo obrero empobrecido, nos sentimos en la obligación de sumar nuestra voz para denunciar la incapacidad de la compañía eléctrica Naturgy (Unión Fenosa) de garantizar el suministro y la inoperancia de las administraciones a la hora de ofrecer una solución de emergencia”
| Noticias Obreras
Al inicio del invierno, unas 4000 familias, casi la mitad, menores, de La Cañada Real siguen sin suministro eléctrico, a pesar de las denuncias, movilizaciones y declaraciones oficiales. La HOAC de Madrid, movimiento de trabajadores cristianos, suma su voz a la de las entidades y colectivos que piden una solución de emergencia.
Varias decenas de vecinos de este área de la Comunidad de Madrid, que pasa por varios municipios y que apenas dista unos kilómetros de la capital de España, han sido ingresados en los últimos días por intoxicación de dióxido de carbono procedente de las estufas utilizadas para dotarse de calor.
“Como movimiento de Acción Católica especializada en la promoción y atención del mundo obrero empobrecido, nos sentimos en la obligación de sumar nuestra voz para denunciar la incapacidad de la compañía eléctrica Naturgy (Unión Fenosa) de garantizar el suministro y la inoperancia de las administraciones a la hora de ofrecer una solución de emergencia”, se puede leer en el comunicado de la HOAC diocesana.
Trabajadores cristianos reclaman una solución de emergencia en La Cañada@HOAC_eshttps://t.co/yaHRlPa5Fs vía @RevistaNNOO
— Cristianos PSOE (@CristianosPSOE) December 21, 2020
Este movimiento se opone a la criminalización de toda la población residente de la Cañada por “práctica delictiva de una minoría”, a la que se le atribuye un elevado consumo de energía para cultivar marihuana, lo que provoca en última instancias cortes de luz que no son reparados con la debida diligencia en los sectores V y VI de este asentamiento.
Cultura del descarte
Para este movimiento de trabajadores cristianos, la existencia misma de La Cañada, es el ejemplo de “la construcción desde hace décadas de un modelo de sociedad que deja en la cuneta a cada vez más personas, fruto de lo que el papa Francisco ha llamado la ‘cultura del descarte’ y en el que las instituciones y grupos más afortunados se sienten desvinculados por completo del destino de sus semejantes menos privilegiados”.
La falta de luz está causando numerosos problemas, además de dejar a la intemperie en época de bajas temperaturas a la población residentes, como interrupción de los aparatos médicos que asisten a ancianos dependientes, incapacidad de cargar los móviles con los que hacer llamadas de socorro en caso necesario, dificultades para cocinar en condiciones de seguridad o iluminación suficiente para completar los deberes escolares.
¿Te apetece cocinar y comer algo calentito?
— Más Madrid (@MasMadrid__) December 20, 2020
A las personas de La Cañada les gustaría tener LUZ.
Ayuso y Almeida 👉🏼#LuzParaCañadapic.twitter.com/UPid0EwDnw
Nuevas pobrezas se añaden a la vieja miseria
De hecho, desde la HOAC de Madrid señalan que “la población a la que se le niega el servicio público de energía está siendo arrastrada a añadir a su situación de abandono, «nuevas pobrezas», que a veces pasan desapercibidas, dado que si bien en «en otros tiempos, por ejemplo, no tener acceso a la energía eléctrica no era considerado un signo de pobreza ni generaba angustia», hoy en día resulta fundamental para alcanzar las condiciones materiales mínimas para la vida en sociedad”.
Por eso, exigen el respeto a los derechos humanos, pero también “el cumplimiento de los pactos y planes alcanzados por las distintas administraciones”, en referencia al acuerdo alcanzado en 2017, entre el Gobierno de la Comunidad de Madrid, la Delegación de Gobierno, los Ayuntamientos de Madrid, Coslada y Rivas para el reasentamiento de la población y regeneración del espacio, y la aplicación consensuada y participada de las soluciones de emergencia adecuadas.
También animan a continua en sus empeño a las entidades sociales, incluidas las de la Iglesia de Madrid, implicadas “en la solidaridad y lucha por la justicia social, en La Cañada Real y en el resto de las periferias abandonadas y marginadas”, capaces de gestar «variadas formas de economía popular y de producción comunitaria» y llaman a la sociedad madrileña a no mirar para otro lado, ante el dolor de estos hermanos y hermanas”.
Las asociaciones vecinales Sector 5 y Al Shorok-Amanecer y la Asociación Cultural Amal tienen previsto acudir con un grupo de vecinos y vecinas afectadas a la Fiscalía Provincial con el fin de registrar un escrito en el que piden su intervención, después de innumerables gestiones, incluida una denuncia ante del Defensor del Pueblo.
Etiquetas