Episodios no escritos en la vida de San Juan Diego
Carlos Villa Roiz / SIAME. 09 de diciembre.- Hay episodios en la vida de San Juan Diego que no aparecen en el Nican Mopohua, pero a partir de algunas cronologías se pueden deducir con relativa certeza.
San Juan Diego nació en el barrio de Tlayácac, en Cuauhtitlán, reino de Texcoco, hacia 1474; fue bautizado hacia 1524 y falleció a los 74 años, en junio de 1548, el mismo año en el que murió Zumárraga. Su tío Juan Bernardino murió el 15 de mayo de 1544, a consecuencia de la epidemia de viruela a los 86 años, y fue sepultado en la ermita que mandó construir Zumárraga, y en donde también sería sepultado Juan Diego.
Cuando Colón descubrió América, Juan Diego tendría 18 años de edad, y a la llegada de Hernán Cortés, tendría 45 años. Sin duda, él fue testigo de la defensa y caída de México-Tenochtitlan, de la pulverización de la estructura social, religiosa y política de los indígenas. Juan Diego, como todos los vasallos de Moctezuma, debió ser testigo de aquellos violentos sucesos que corrían de pueblo en pueblo.
Es imposible pensar que Juan Diego y su Tío, a poco menos de 39 kilómetros que separan a Tulpetlac de Cuauhtitlán, permanecieran ajenos a tales acontecimientos, por más que él fuera un macehual, gente de campo que en tiempos de paz trabajaría sus propias tierras y la parcela de algún señor principal de Texcoco.
Así, por ejemplo, cuando los españoles huyeron de Tenochtitlan en la llamada Noche Triste, el 30 de junio de 1520, tomaron por la Calzada de Tacuba, y se enfilaron precisamente hacia Cuauhtitlán, es decir, hacia el pueblo natal de Juan Diego.
Luego, cuando Cortés se lanzó a la conquista de México, tomó a Texcoco como centro de operaciones, y allí impuso en el gobierno a Ixtlixóchitl, quien había sido bautizado como Fernando.
Poco después de la batalla de Iztapalapa, hacia el 1° de enero, dos pueblos del señorío de Texcoco se pusieron a las órdenes de Cortés: Huexotla y Cuauhtitlán, el pueblo natal de Juan Diego, lo que abrió las puertas a la futura evangelización de la zona, y antes de atacar Tenochtitlán, pasaron por Cuauhtitlán y otras ciudades
La conquista fue un trauma que a muchos les hizo perder el sentido de la vida, al ver sus bienes arrasados, sus creencias condenadas por la nueva religión que pregonaba que sus sacrificios humanos fueron vanos al ofrecerlos a dioses inexistentes y en última instancia, que estuvieron vinculados con el mismo diablo, de modo que todos sus venerables ancestros, sus padres y abuelos, ahora se encontraban en el infierno, como señala el sacerdote e historiador Eduardo Chávez.
Cuando cayó México-Tenochtitlan, Juan Diego tendría 47 años de edad y para los parámetros indígenas, a esa edad era visto como un hombre mayor. Sahagún, por ejemplo, cita: “La gente que tenía menos de 50 años, ocupábanlos en muchos ejercicios de noche y de día”.
Texcoco nuevamente sería protagónico cuando Fray Pedro de Gante comenzó a predicar en la zona en 1523, y un año después, cuando llegaron los primeros 12 franciscanos, Juan Diego tendría 50 años, de modo que su conversión fue tardía.
El 13 de mayo de 1524 inicio entre los indios un programa formal de evangelización con la llegada de los 12 franciscanos que encabezaba Fray Martín de Valencia, y ellos se establecieron en cuatro monasterios: Texcoco, Tlaxcala, Huejotzingo y México, donde Fray Toribio de Benavente, “Motolinia” quedó como Guardián desde julio de 1524 a la primera mitad de 1527. Luego pasó a Texcoco. Por ello, se piensa que el santo vidente del Tepeyac fue bautizado por Motolinía.