Los milagros del mártir Miguel Agustín Pro, SJ



Zoila Bustillo / SIAME. 22 de noviembre.- Al cumplirse 23 años de la beatificación del Padre Miguel Agustín Pro, el vicepostulador de la Causa de Canonización dio a conocer dos posibles milagros que, una vez estudiados por la Santa Sede, podrían llevar al mártir de Cristo Rey a ser el próximo santo mexicano.

El P. Amado Fernández explicó que se trata de curaciones inexplicables registradas en dos religiosas de diferentes congregaciones. Ambas padecían enfermedades graves en etapa terminal, mismas que han sido superadas tras pedir la mediación del Padre Pro.

De acuerdo con el religioso, si bien aún falta confirmar las curaciones con los expedientes médicos y cumplir con los requisitos que establece la proceso ante la Santa Sede, los hechos avivan el anhelo de que pronto el Padre Pro sea declarado santo.

Dos casos

El primer posible milagro tiene que ver con una religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, quien padecía cáncer de mama.
Según el testimonio, luego de participar el año

pasado en la Misa del aniversario del Padre Pro, una de las religiosas de dicha congregación llevó a su compañera enferma un sacramental consistente en un algodón con aceite de olivo consagrado al beato.

La religiosa que padecía la enfermedad comenzó a portar el sacramental mientras que toda la congregación se comprometió a orar permanente por ella, encomendándola al Padre Miguel Agustín Pro.

Fue durante los meses de julio y agosto del presente año cuando se dio a conocer que la enfermedad había desaparecido de forma inverosímil.

El otro caso dado a conocer por el Vicepostulador de la Causa es el de una religiosa de la Fraternidad Misioneras Serviam, quien padecía leucemia aguda. La fraternidad –inspirada por la devoción de su fundadora hacia el Padre Pro–, comenzó a pedir la intercesión del beato por la salud de la religiosa, quien actualmente se encuentra libre de dicha enfermedad.

El camino

“Actualmente estamos trabajando para conseguir los expedientes médicos que avalen las curaciones como un hecho humanamente inexplicable, pues se trata de dos personas que padecían una enfermedad mortal y que recuperaron su salud”, explicó el P. Amado Fernández, quien, no obstante, considera que este es el paso más complicado, pues no es fácil lograr que los doctores testifiquen en torno a una causa de canonización.

Precisó que ambos “milagros” deben ser examinados detalladamente por médicos laicos y especializado en las enfermedades que padecían las religiosas. Además, deben tener la disposición de manifestar que lo ocurrido es algo extraordinario que a la luz de la ciencia médica no se puede resolver.

Una vez superada esta etapa, procede la revisión de los expedientes por parte del obispo de la V Vicaría Episcopal, Mons. Francisco Clavel Gil, y las autoridades de la Comisión para las Causas de los Santos de la Arquidiócesis de México, quienes deberán valorar nuevamente los testimonios de los involucrados. Si se cumplen cabalmente todos los requisitos, entonces corresponderá al cardenal Norberto Rivera Carrera determinar si los casos son enviados a la Santa Sede.

La esperanza

“La esperanza nunca muere, por eso seguimos multiplicando manos y corazones para encontrar el milagro que se necesita a fin de que el Padre Pro alcance la santidad; sin embargo, sabemos que Dios es quien tiene la última palabra”, enfatizó el Vicepostulador de la Causa de Canonización, quien trabaja de forma permanente para dar a conocer la imagen del beato en diferentes ambientes.

Señaló que no se escatiman esfuerzos para conseguir que el Padre Pro sea un santo más de la Iglesia Católica y un ejemplo de servicio y compromiso para los tiempos difíciles y violentos que se viven en el país.

Un beato actual

El P. Amado Fernández consideró muy importante actualizar la figura del Padre Pro, ya que por la forma en que murió, víctima del odio a la fe católica, la gente tiende a verlo únicamente como mártir de la injusticia de la autoridad, cuando en realidad él dio su vida por defender un derecho fundamental humano que es el que tiene toda persona a ejercer su fe.

“Pero además, el fue víctima de la violencia social institucional, que también padecemos en la actualidad, no porque el gobierno esté ejerciendo una persecución religiosa, sino porque estamos viviendo una etapa tremendamente violenta por el narcotráfico y por la corrupción, y en este sentido, el Padre Pro puede ser una figura que impulse a los hombres y mujeres de fe a pedir su patrocinio para que nos ayude a dejar atrás ese México violento que padecemos”, expresó.

“Una figura –continuó– que impulse la conciencia de que vale la pena luchar por un México limpio, recto y justo, donde se respeten los valores humanos, con trabajo, educación, salud, unidad familiar, respeto y tolerancia”.

“El Padre Pro debe ser un ejemplo para el presente, un ejemplo de que sí vale la pena apostarle al amor, al servicio, al compromiso, al respeto, a la familia y a las personas, cosa que se ha perdido en la actualidad”, manifestó el religioso.

“Cada día estamos más necesitados de figuras como la del Padre Pro para salir de la crisis de inseguridad, de la falta de confianza en nosotros mismos y en Dios”, y “especialmente los jóvenes necesitan de una figura que los impulse al compromiso, a construir su vida a fondo con el anhelo de ser mejores”, concluyó.
Volver arriba