El teólogo alemán asegura que hay pasajes que "se utilizaron para la violencia sexual" Andreas Heek: "Hay textos en la Biblia que son absolutamente impíos”
El teólogo alemán asegura que hay pasajes bíblicos del Antiguo Testamento que “no sólo tratan de la violencia sexual en sí, sino que también se utilizaron para la violencia sexual”
“En general, la Biblia pinta una imagen masculina de Dios que se centra en el dominio del hombre sobre la mujer. Esta es una idea problemática de masculinidad que se manifiesta incluso en la idea de Dios"
“Con los medios hermenéuticos que tenemos hoy, esta manera de hablar de Dios ya no es la correcta. Hoy tenemos que hablar de Dios de una manera nueva”
“Con los medios hermenéuticos que tenemos hoy, esta manera de hablar de Dios ya no es la correcta. Hoy tenemos que hablar de Dios de una manera nueva”
“Queríamos llamar la atención sobre el hecho de que hay textos en la Biblia que son absolutamente impíos”. Esa es la razón de base del libro Zur Sprache bringen. Biblische Texte und sexualisierte Gewalt in Pastoral und Schule (Tráelo a colación. Textos bíblicos y violencia sexual en la pastoral y las escuelas), una serie de estudios de los que es editor el teólogo alemán Andreas Heek, quien asegura que hay pasajes bíblicos del Antiguo Testamento que “no sólo tratan de la violencia sexual en sí, sino que también se utilizaron para la violencia sexual”, según afirma en entrevista con Katholisch.
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“En un momento, por ejemplo, hablamos del género textual ‘Textos de terror’, donde Dios aparece violento, y queremos señalar que tales imágenes de Dios también deben ser cuestionadas críticamente. También queremos centrarnos en cómo se pueden y se deben abordar estos textos en la educación religiosa, la predicación o el trabajo pastoral”, señala este doctor en Teología Pastoral y que dirige un departamento en la Conferencia Episcopal alemana.
“Queremos inspirar a la gente a utilizar textos bíblicos para instrucción religiosa, catequesis u homilías que no están en el canon habitual del grupo de lecturas. Estos escritos ofrecen una buena oportunidad para hablar sobre las relaciones de género dentro de la Iglesia, o sobre las relaciones de poder o la violencia sexual”, señala Heek, quien también es partidario de ofrecer estos pasajes más controvertidos para “mostrar que con el poder de Dios se pueden superar incluso las situaciones malas de la vida y encontrar en ellas la salvación”.
“Sobre todo queremos llamar la atención sobre el hecho de que los textos bíblicos no sólo deben leerse de manera ingenua y afirmativa, sino también de manera crítica. Básicamente, el método histórico-crítico de la exégesis bíblica es, por supuesto, común hoy en día. En nuestra opinión, la crítica textual con respecto a la violencia sexual en la Biblia no es tan común”, afirma en la entrevista.
Imagen de dominación masculina
Insiste el editor del libro en que quieren examinar críticamente los textos bíblicos y los sistemas de violencia sexual que subyacen en ellos, pero también analizar el potencial curativo de algunos pasajes. “En general, la Biblia pinta una imagen masculina de Dios que se centra en el dominio del hombre sobre la mujer. Esta es una idea problemática de masculinidad que se manifiesta incluso en la idea de Dios. El estudioso del Antiguo Testamento de Bamberg, Joachim Kügler, llama a esto el síndrome de Zeus”.
Según esto, para Heek “esta idea de masculinidad también se ha trasladado a la visión cristiana de la humanidad: el hombre -con una idea de masculinidad muy específica- gobierna a la mujer. Esta masculinidad tóxica está presente en muchos textos bíblicos”.
“Ahora sabemos -prosigue-, gracias a las investigaciones sobre la historia de la religión, que la historia de la religión es principalmente una historia de la masculinidad, que no trata sólo del amor y el afecto, sino también de la dominación sobre las personas y, por tanto, también de la dominación de los hombres sobre las mujeres. Especialmente en el Antiguo Testamento se incluyeron diferentes imágenes de Dios, algunas de las cuales se contradicen entre sí. Necesitamos conversar entre nosotros hoy sobre estas imágenes de Dios y relacionarlas con lo que sabemos hoy sobre la igualdad de género”.
"Hablar de Dios de una manera nueva"
En este sentido, afirma que “con los medios hermenéuticos que tenemos hoy, esta manera de hablar de Dios ya no es la correcta. Hoy tenemos que hablar de Dios de una manera nueva” y que “con una lectura crítica, podemos redescubrir textos bíblicos que realmente pueden brindar consuelo a personas que han experimentado violencia”.
“Hemos comprendido que tenemos que ser autocríticos con respecto a nuestra religión para poder representar de manera realmente creíble el potencial curativo de lo que hacemos en el trabajo pastoral. Para ello, también tenemos que abordar estas áreas y no podemos ignorarlas constantemente, como ha sucedido con demasiada frecuencia en el pasado”, concluye el teólogo.