"¿Acaso también ustedes quieren irse?" El evangelio de este domingo, Juan, 6, 60-69, cierra el discurso sobre el pan de vida; un discurso lleno de simbolismo y bastante complicado, para algunos de los discípulos de Jesús, no tanto, para las discípulas. Prueba de ello, es la riqueza de palabras y de imágenes con las que nos han alimentado en estos domingos: Ruhama Pedroza, a la luz de Jn 6, 1-15, nos llevó a pensar en la actitud de Felipa, Andrea y la niña. Nos propuso reflexionar sobre nuestra respuesta al estrés que genera la carencia, y a mirar "qué no somos resolvedoras universales" sino mujeres hermosas, valiosas y "Humanas", dispuestas a colaborar con nuestros cinco panes. Y nuestra compañera de camino, Silvia Chiappero, iluminada en Jn 6, 24-35, nos dice que de este compartir solidario, sale el mejor pan que cura la injusticia y crea libertad.

Como lo expresa bellamente, Salomé Arrecibita en "¿Dime cómo ser Pan?" Interrogante que nos responde María Luisa Paret García, a la luz de Jn 6, 41-52: Como un experimentar la vida de Jesús en nosotras. Un saborear la eternidad aquí y ahora. Eternidad entendida, como Vida para el mundo, en palabras de Dania Alejandra Velasquez Cano, en su reflexión de Jn 6, 51- 58. Humanidad ultrajada, violentada, hambrienta y sedienta de vida plena. Nos recuerda además nuestra identidad, que nos impulsa a actuar con esa misma vida de Jesús en nosotras, pues somos llamadas a ser pan que sacia. Por eso, hoy le decimos al Maestro con las palabras de las mujeres del alba: "Señor, ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotras hemos creído y con ternura y coraje queremos seguir caminando tu Reinado.