El primer obispo de Sant Feliu de Llobregat cumple veinte años en el cargo Agustí Cortés, una obispalía "sin tapujos y con auténtica implicación"
Este jueves se celebra el vigésimo aniversario de Agustí Cortés (Valencia, 1947) como obispo de Sant Feliu de Llobregat, el segundo obispo catalán mayor por edad después del arzobispo-cardenal de Barcelona, Joan- Josep Omella
En Sant Feliu de Llobregat, pero en la Casa de la Iglesia y no en su catedral, es donde este jueves, a las 8:30 horas, el obispado celebra una eucaristía para congratular a Cortés por este ministerio de dos décadas
"El 'talante' del obispo fue un incentivo determinante para que la diócesis creciera, a base de 'respetar e incorporar todas las sensibilidades y realidades', recuerda Isabel Campmany, feligresa y delegada diocesana de catequesis … "No ha cambiado"
Su transparencia lleva a Lorenzo (un feligrés) a poner de relieve que "(Agustí Cortés) nunca ha tenido miedo a salir ante los medios y dar la opinión o su versión de los hechos, en ataques a la Iglesia o de difícil comprensión: "A veces es de los únicos obispos catalanes que deciden salir del obispado y pronunciarse"
"El 'talante' del obispo fue un incentivo determinante para que la diócesis creciera, a base de 'respetar e incorporar todas las sensibilidades y realidades', recuerda Isabel Campmany, feligresa y delegada diocesana de catequesis … "No ha cambiado"
Su transparencia lleva a Lorenzo (un feligrés) a poner de relieve que "(Agustí Cortés) nunca ha tenido miedo a salir ante los medios y dar la opinión o su versión de los hechos, en ataques a la Iglesia o de difícil comprensión: "A veces es de los únicos obispos catalanes que deciden salir del obispado y pronunciarse"
| Xavi Pete
(Agencia Flama).- Este jueves se celebra el vigésimo aniversario de la toma de posesión de Agustí Cortés (Valencia, 1947) como obispo de Sant Feliu de Llobregat, el segundo obispo catalán mayor por edad después del arzobispo-cardenal de Barcelona, Joan- Josep Omella, nacido diecisiete meses antes de que lo hiciera el valenciano.
Pero los únicos prelados —aún en activo— que ya habían tomado posesión antes de que lo hiciera el de Sant Feliu fueron Romà Casanova, de Vic, y Joan-Enric VIves, el arzobispo de Urgell, que formaban parte de los veinte obispos que el 12 de septiembre de 2004 acudieron a la Catedral-Parroquia de San Lorenzo con motivo de la ceremonia episcopal. Este último era el único que se encontraba con Cortés este pasado martes, en el último acto en el que se veía al obispo antes de esta celebración.
En Sant Feliu de Llobregat, pero en la Casa de la Iglesia y no en su catedral, es donde este jueves, a las 8:30 horas, el obispado celebra una eucaristía para congratular a Cortés por este ministerio de dos décadas, el inicio del cual constituía formalmente la diócesis, desmembrada del Arzobispado de Barcelona. Era un inicio, además, en que ese teólogo que trasladaba su residencia desde Ibiza hasta Sant Feliu hacía, en su primera homilía, un llamamiento a la reconciliación y advertía del riesgo de caer en la intransigencia eclesiástica.
"Ese teólogo que trasladaba su residencia desde Ibiza hasta Sant Feliu hacía, en su primera homilía, un llamamiento a la reconciliación y advertía del riesgo de caer en la intransigencia eclesiástica"
Desde ese momento, la mayoría de las parroquias del Baix Llobregat, el Alt Penedès, el Garraf, el Bages, el Vallès Occidental y el sur del Anoia formaban parte del nuevo obispado, que incluía el monasterio de Montserrat. "Sin embargo, entonces ni siquiera teníamos edificio para acoger al obispado", apunta Joan Lorenzo, feligrés de la parroquia de San Lorenzo y secretario de su consejo pastoral parroquial y del consejo arciprestal. "Así, durante los primeros años -continúa- se alquilaron unos pisos de la plaza de la Vila de esta localidad para tener los primeros despachos y servicios diocesanos". Pero el "talante" del obispo fue un incentivo determinante para que la diócesis creciera, a base de "respetar e incorporar todas las sensibilidades y realidades", como recuerda Isabel Campmany, feligresa y delegada diocesana de catequesis.
"El 'talante' del obispo fue un incentivo determinante para que la diócesis creciera, a base de 'respetar e incorporar todas las sensibilidades y realidades', como recuerda Isabel Campmany, feligresa y delegada diocesana de catequesis … No ha cambiado"
"Su talante no ha cambiado en estos veinte años; por el contrario, es una persona muy agradecida que siempre que ha podido se ha acercado a saludar y agradecer el trabajo", remarca Lorenzo. "Es gracias a esta forma de ser —matiza a su vez Campmany— que siempre responde sin tapujos y con auténtica implicación, sin rehuir situaciones que podían parecer conflictivas". Esta transparencia, de hecho, es la que lleva a Lorenzo a poner de relieve que "[Agustí Cortés] nunca ha tenido miedo a salir ante los medios y dar la opinión o su versión de los hechos, en ataques a la Iglesia o de difícil comprensión". Este santfeliuense remacha, además, que "a veces es de los únicos obispos catalanes que deciden salir del obispado y pronunciarse".
"A veces es de los únicos obispos catalanes que deciden salir del obispado y pronunciarse"
"Como San Pablo, hace que el Señor se manifieste en sus limitaciones"
Cortés, que se encuentra a la espera de su relevo después de haber presentado su renuncia hace más de un año, batalla con el mieloma que le detectaron en el 2013, aunque sigue resolviendo aspectos del día a día del obispado con el apoyo de sus colaboradores.
"Es una etapa vital que vive con gran fuerza interna", señala Joan Lorenzo, quien destaca el hecho de que el padre de la Iglesia de Sant Feliu "siempre dice que Dios lo pone a prueba para que rece más, por lo que nosotros lo hemos vivido de forma tranquila y pacífica". "Como gran conocedor y admirador de la figura de San Pablo, le toma las palabras y, como él, hace que el Señor se manifieste en la limitación de sus fuerzas", argumenta Isabel Campmany.
"La feligresía de Sant Feliu de Llobregat espera que el sucesor de Cortés 'abra el abanico a las diferentes realidades eclesiales sin prejuicios'"
En este último tramo de su ministerio, la feligresía de Sant Feliu de Llobregat, que se siente "parte de la Iglesia universal" por el incesante trabajo de su primer obispo, espera que el sucesor de Cortés "abra el abanico a las diferentes realidades eclesiales sin prejuicios; acompañe al pueblo de Dios que se le confía; confíe en las personas que formamos la diócesis; sea cercano al pueblo fiel; se acerque a los pobres; sea sencillo y coherente, y que, sobre todo, tenga la confianza puesta en el Señor, dueño de la viña", según detalla la delegada diocesana. Un listado de peticiones al que se añade una última de Joan Lorenzo: "Queremos que el obispo que venga mire al futuro sin olvidar todo lo que se ha hecho y ha funcionado", puntualiza este feligrés.