En uno de nuestros webinars, hablamos sobre esos mensajes que promueven la rivalidad entre las mujeres y Andrea, compartió este: mujeres juntas, ni difuntas, y lógicamente, después de este diálogo llegamos a la conclusión que esto es parte de una idea errónea anclada en la memoria colectiva de nuestra sociedad que ignorando todo lo que hacemos juntas, se queda en el punto…

Desde entonces, he pensado y pensado ¿Cómo podemos empezar esa tarea de desaprender? Y ¿Cómo podemos acompañar a quienes nos rodean para que vean lo contrario? Pues bien, llegó la hora. Volví sobre la expresión que tantas vueltas me ha dado: mujeres juntas, ni difuntas, y pienso que esto es lo que ha creído el mundo, lo que nos han hecho creer y lo que poco a poco hasta nosotras nos hemos creído y es que para el mundo es más fácil dividirnos, pues saben que juntas lo podemos lograr todo.

Siento que este, es uno de los tantos mensajes que promueven la rivalidad entre mujeres y como este habrá muchos. Pero hoy tengo la alegría de participar de una red internacional e interminable de mujeres que han sabido trabajar juntas, abrir caminos e invitar a otras mujeres, así lo he experimentado en mí caminar con: Mujeres Voces Proféticas, donde nuestra voz es escuchada; en los Grupos de Jesús para Mujeres, un espacio seguro y por supuesto aquí en Tras las Huellas de Sophía, donde caminar en sororidad es la prioridad.

Me gustaría sumar a esta lista otra de los miles de experiencias que seguro existen en el mundo, donde las mujeres juntas sacan grandes proyectos adelante. ¿Conoces alguno, cuéntame?