En Tu Presencia,
Señor de mi alma.
Siento el renacer de mi espíritu
que me recuerda cada día,
cada instante...
cuánto amor dispensas para mi
y para todas tus Criaturas.
Ese sentir que me permite borrar
todas mis culpas y miserias;
que me recuerda que Tú, me amas
tal y como soy, son todas ellas también.
Paso a paso,
abres mi entendimiento
para ser capaz de reconocer mis errores
y de aprender de ellos
desde Tu mirada que me conforta.
En cada rincón,
en cada mesa,
en cada puerta,
en cada tarea que tengo entre manos,
allí logro encontrarte.
Dando el verdadero sentido
a mi desesperanza.
Y una y otra vez,
me miras
me levantas,
me sonríes,
me abrazas.
Me recuerdas que sólo tu Amor en mi vida, basta.
