#pascua2023 La Túnica  (Evangelio según Juan 19:23-25)

Aquí estamos, Señor, nuevamente, dispuestas y dispuestos a destejer y a tejer

2023

De los cuatro puntos cardinales vinimos, Señor. A conocerte, a aprender, a vivir de un modo diferente, Hilamos, hilamos, hilos de novedad, hilos de solidaridad y cuidado, Hilos de sentido y reconocimiento.

Juntas tejimos una túnica sin costura, un gran tejido, suave, bello. Llevó trabajo, tú sabes, mucho hilo y mucho tiempo. Hilamos y tejimos con paciencia y amor, entre charlas que nos permitieron acercarnos,

conocernos, reconocernos valiosas a tus ojos y a los nuestros.

Tiempos que nos permitieron entretejer tus palabras, compartirlas y procurar entender

y vivir la novedad que nos trajiste cada día.

Nos fortalecimos, curamos, y liberamos de viejos prejuicios, mientras seguimos tejiendo.

Quisimos mucho más que vestirte. Quisimos abrigarte, cuidarte y de algún modo abrazarte, como lo hizo tu novedad de Vida plena para todos y todas con nosotras.

Porque nos tuviste en cuenta, porque vimos que no había realidad de dolor u opresión que no te convocara.

Porque nos mostraste que Dios, era Dios de amor y ternura, no un Dios lejano.

Porque no hiciste diferencia al acercarte, siempre valorando a cada persona.

Porque no hubo momentos de alegría o pena que no compartieras.

Hilamos y tejimos, desde los cuatro puntos cardinales, con constancia hasta alcanzar a abrazarte, buscando protegerte con esa túnica de una sola pieza llena de amor y gratitud.

Te despojaron, te desvistieron, te violentaron, te crucificaron…

Nuestro manto no pudo protegerte de la fría locura de las fuerzas que amenazan la vida constantemente.

El manto fue echado a suertes, hasta ellos vieron algún valor en él, y no pudieron romperlo. Quisieron robarlo. Pero no robaron ni un minuto del abrigo, la suavidad, y la ternura que  te dio. Ni robaron la fuerza, ni la vida que en él habitó, ni tu aroma impregnado en los hilos.

No, no pudieron, no pudieron quitar el bien, la sanidad, la dignidad, ni tu fuerza. No pudieron robar ni destruir lo andado, lo vivido, lo aprendido, lo compartido Mezcla sagrada, milagro eterno, hilos impregnados que ya no están en el manto, ni en lo que quisieron saquear.

Hilos en los que se forjó esa mezcla de trabajo, confianza y amor humano; con tu fuerza y amor divino. En el suelo el manto, ahora sólo tela y materia, eso es lo que se llevaron.

Con nosotras el milagro, que llevaremos a los cuatro puntos cardinales, para hilar y tejer.  Para destejer lo que haga falta para volver a tejer lo que se necesite, para trasformar cada territorio, cada vida en esta América Latina.

Y donde te encontremos desvestido, despojado, arrasado, estaremos tejiendo juntas,

estaremos tejiendo  juntos, más y más, unidas y unidos por aquellos hilos invisibles de vida compartida, nueva, valiosa y sagrada para abrigar, para resistir, para levantar, para liberar.

Aquí estamos, Señor, nuevamente, dispuestas y dispuestos a destejer y a tejer,

éste que no es nuestro tejido que te envuelve, sino el que nos ayudaste a construir y entretejer con tu presencia transformadora y la fuerza del Espíritu que siembra comunidad, redes de cuidado, dignidad, libertad, vida y esperanza hoy.

¡Aquí estamos!

Pastora Viviana Pinto para Red CLAI

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