#sentipensares La amada por Dios

La amada por Dios
La amada por Dios

Ser mujer,

es obra divina.

"De la costilla que Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre." Gen 2, 22

Ser mujer,

es obra divina.

Es ser pensado por Dios desde la eternidad,

y realidad hecha carne,

es la amada de Dios.

Ser mujer

es saberse con la dignidad

de la maestría divina.

Es ser hecha a imagen y semejanza del Creador.

Es ser insuflada con el aliento

del Espíritu Santo.

Amada desde la eternidad.

Ser mujer

es saberse creada en igualdad

al hombre,

con la perspectiva de un género diferente.

Ser mujer

es la que dando un sí rotundo a Dios

permite que en sus entrañas se anide

Jesús, el Hijo del Altísimo.

Ser mujer

es la capacitadora

de Jesús Dios y hombre,

entre los que habitan la tierra.

Ser mujer

es aquélla que sabiéndose

amada por Dios,

actúa como tal,

luchando en el día a día

para que sea reconocida su dignidad.

Ser mujer

es la que valiente

se esfuerza por fecundarse y fecundar

a otras y otros en dignidad y conocimiento.

Ser mujer

es la que deja huella

en su diario vivir,

amando, fortaleciendo, creciendo

primero a ella, por ella y en ella misma

y luego a los que la rodean.

Ser mujer

es la que vive

como única e irrepetible,

viendo a los demás

como criaturas con semejante dignidad.

Ser mujer

es aprender

el significado de sororidad

para después tomada de la mano de otras,

trabajar por igualdad creadora y creativa.

Ser mujer

es vivir con la frente en alto,

y hacer escuchar la voz femenina

valiosa como la que más.

Ser mujer

es necesidad humana,

privilegio divino.

Es ser ella misma.

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