Costos, tiempos y técnicas de un trabajo que no obstaculizará la Pascua ni al Papa El Baldaquino se "embellece" para esperar a los 32 millones de fieles del Jubileo
El Vaticano inició la restauración de la "monumental" obra que juntó a Bernini con Borromini
Será restaurado por primera vez en 250 años con un costo "de 700.000 euros"
Hernán Reyes Alcaide, corresponsal en el Vaticano
Se trata sin lugar a dudas de una de las obras más monumentales de toda Roma y el Vaticano. Construido hace más de 400 años, el "Baldaquino" de la Basílica de San Pedro inició estos días el proceso de restauración que incluirá técnicas del 1700, costará cerca de 700.000 euros y tiene como objetivo central dejar a punto la imponente construcción para el inicio del próximo Jubileo.
Con 30 metros de altura y más de 400 años, la restauración será un trabajo "hecho como en 1700" y que finalizará a fines de noviembre, antes del inicio del evento dedicado a la esperanza por el que la Santa Sede espera recibir "a 32 millones de fieles" en 2025.
El responsable de comunicación de la obra, el franciscano Enzo Fortunato, planteó este miércoles en un encuentro con la prensa del que participó RD que "el Baldaquino es una obra monumental con un triple valor antropológico, religioso y artístico", al destacar la importancia de la estructura dorada de bronces, madera y hierro de 63 toneladas que desde el miércoles pasado es restaurada por primera vez en 250 años con un costo "de 700.000 euros".
"El primer valor es el religioso, ya que el Baldaquino está ubicado sobre el Altar Mayor, punto central de la Basílica, y marca la tumba de Pedro, el primer Papa", planteó Fortunato.
El baldaquino de San Pedro de Bernini. https://t.co/yZ1jDh6DKa
— Mariano Planells (@MarianoPlanells) February 18, 2024
"También hay un valor artístico, dada la complejidad de afrontar una obra que tiene una historia por sí sola, y desde luego la dimensión antropológica, ya que muestra que siempre es posible trabajar juntos", agregó Fortunato en referencia a la estructura en la que colaboraron los dos grandes rivales de la arquitectura de la Roma de los siglo XVI y XVII, Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.
La basílica permanecerá abierta
Fortunato precisó que más allá de los trabajos la Basílica "permanecerá abierta" para todas las celebraciones. "El tránsito medio es de 50.000 personas al día, y para el Jubileo de 2025 esperamos un total de 32 millones, algo menos de 90.000 diarias", explicó.
La fecha de la restauración busca renovar el Baldaquino de cara al cuarto centenario de la Dedicación de la nueva Basílica Vaticana, que tuvo lugar en 1626 bajo el Papa Urbano VIII.
El escenario en el que se emplaza el Baldaquino no puede ser más característico para el cristianismo ya que la estructura se levanta sobre "una tumba muy humilde que alberga los restos del apóstol Pedro bajo el altar papal: un sencillo pozo excavado en la tierra de la colina del Vaticano por los primeros cristianos de Roma en época del emperador Nerón. Una tumba siempre venerada en la que el Papa Silvestre y el emperador Constantino construyeron la primera gran basílica en el siglo IV, que fue reemplazada en siglo XVI, por voluntad del Papa Julio II della Rovere, por la actual".
Con 28,74 metros de altura entre el suelo hasta la cruz superior y un peso de 63 toneladas, la restauración del Baldaquino insumirá "un equipo de entre diez y doce personas al día trabajando hasta fines de noviembre", explicó el responsable técnico de la obra, Alberto Capitanucci dentro de la Basílica de San Pedro.
"Una primera etapa es la del montaje de los andamios y el inicio de los trabajos para comprobar si lo que pensamos que es necesario en la teoría bastará en la práctica", sumó Capitanucci este miércoles durante una visita organizada para mostrar a la prensa acreditada le inicio de los trabajos, con los primeros andamios montados en torno a la estructura.
"Hay una parte tecnológica, sí, pero la idea es recrear las técnicas de cuando fue restaurado en 1700, para en una etapa inicial remover las pátinas adheridas debido a sustancias grasosas y partículas atmosféricas", argumentó.
De todos modos, el ingeniero a cargo de los trabajos destacó que "todas las celebraciones del Papa se podrán hacer, incluida Pascua, a fines de marzo".
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