Los hechos que se juzgan supuestamente sucedieron entre 1977 y 1982 cuando el Papa emérito era arzobispo de Múnich Benedicto XVI se defenderá en un juicio en Alemania de las acusaciones de encubrimiento de abusos a menores
"El tribunal de Alemania pretende discernir jurídicamente la responsabilidad de la omisión en el caso tanto del Papa emérito como de su sucesor, el cardenal Friedrich Wetter"
"Según las investigaciones, en lugar de entregar al sacerdote a la justicia civil, los responsables de la diócesis lo trasladaron a otros lugares, manteniéndolo en activo como sacerdote"
"Si Ratzinger, de 95 años, no hubiera dado este paso, se le habría declarado en rebeldía, pero el tribunal habría desestimado las acusaciones contra él"
"Si Ratzinger, de 95 años, no hubiera dado este paso, se le habría declarado en rebeldía, pero el tribunal habría desestimado las acusaciones contra él"
El Papa emérito Benedicto XVI tiene la intención de defenderse de las acusaciones de encubrimiento en un caso de abusos sexuales. Los hechos que se juzgan en un tribunal del sur de Alemania supuestamente sucedieron entre 1977 y 1982 cuando Ratzinger era arzobispo de Múnich y Freising, según ha confirmado este martes a DPA una portavoz del tribunal.
Las investigaciones comenzaron tras la denuncia por parte de un hombre de Baviera (sureste de Alemania) que ahora tiene 38 años, pero que en el momento de los hechos era menor. En concreto, acusa al sacerdote Peter Hullermann por haber cometido abusos sexuales contra él en las décadas de 1970 y 1980. Ahora el tribunal de Alemania pretende discernir jurídicamente la responsabilidad de la omisión en el caso tanto del Papa emérito como de su sucesor, el cardenal Friedrich Wetter.
En la denuncia figura un informe sobre el sacerdote publicado en enero en el que da cuenta además de otros abusos cometidos por parte de funcionarios eclesiásticos de la archidiócesis. Según las investigaciones, en lugar de entregar al sacerdote a la justicia civil, los responsables de la diócesis lo trasladaron a otros lugares, manteniéndolo en activo como sacerdote.
La decisión del Papa emérito de testificar abre el camino para poder abrir un juicio oral. Si Ratzinger, de 95 años, no hubiera dado este paso, se le habría declarado en rebeldía, pero el tribunal habría desestimado las acusaciones contra él.
"Si la Iglesia católica y los demandados -excepto el notorio reincidente- se atienen a lo que todos los actores eclesiásticos constantemente declaran de forma pública, es decir, a su obligación cristiana y al reconocimiento de las faltas cometidas, la demanda tendrá éxito", ha declarado a DPA el abogado del demandante, Andreas Schulz.