Mensaje del Papa a los Pasionistas
En su mensaje al Superior General, Francisco animó a los Pasionistas a “reforzar su compromiso en favor de las necesidades de la humanidad. Esta urgencia misionera se dirige sobre todo hacia los crucificados de nuestro tiempo: los pobres, los débiles, los oprimidos los descartados por las muchas formas de injusticia. El cumplimiento de esta tarea requerirá por su parte un esfuerzo sincero de renovación interior, que deriva de la relación personal con el Crucificado-Resucitado. Solamente el que está crucificado por amor, como lo fue Jesús en la cruz, es capaz de socorrer a los crucificados de la historia con palabras y acciones eficaces”.
Nuevas respuestas a las expectativas de la humanidad
Además, también ha dicho que “este importante centenario representa una oportunidad providencial para que podáis encaminaros hacia nuevos objetivos apostólicos”, con la conciencia de que “el contacto con la Palabra de Dios en la oración y la lectura de los signos de los tiempos en los acontecimientos cotidianos, os harán capaces de percibir el soplo creativo del Espíritu que alienta en el tiempo, señalando respuestas a las expectativas de la humanidad: a nadie se le escapa que hoy vivimos en un mundo en el que ya nada es como antes”.
La humanidad se encuentra en una espiral de cambios que cuestiona no sólo el valor de las corrientes culturales que hasta ahora la han enriquecido, sino también la íntima constitución de su ser, afirmó el Papa al Superior General. La naturaleza y el cosmos, sometidos al dolor y a la caducidad de las manipulaciones humanas (cf. Rm 8, 20), asumen preocupantes rasgos degenerativos. También a vosotros se os pide que encontréis nuevos estilos de vida y nuevos lenguajes para anunciar el amor del Crucificado, testimoniando así el corazón de vuestra identidad.
Una renovación siguiendo tres aspectos: gratitud, profecía y esperanza
A este respecto, Francisco recordó las recientes reflexiones capitulares que han llevado a los Pasionistas al compromiso de renovación de la misión, centrándose en tres aspectos: gratitud, profecía y esperanza.
La gratitud, señalo el Santo Padre, es la experiencia de vivir el pasado en la misma actitud del Magnificat y caminar hacia el futuro en actitud eucarística. "Vuestra gratitud es fruto de la memoria passionis. El que vive inmerso en la contemplación y se dedica al anuncio del amor que se entrega por nosotros en la cruz, se prolonga en la historia, se siente realizado y su vida es feliz".
La profecía, afirmó, es pensar y hablar en el Espíritu. Esto es posible para el que vive la oración como aliento del alma, y puede acoger el impulso del Espíritu en lo íntimo de los corazones y en el conjunto de la creación. "Entonces, la palabra anunciada siempre se adapta a las necesidades del presente. Que la memoria passionis os convierta en profetas del amor del Crucificado en un mundo que está perdiendo el sentido del amor".
La esperanza, dijo por último Francisco, es ver en la semilla que muere, la espiga que rinde el treinta, el sesenta, el cien por cien. "Se trata de percibir que en vuestras comunidades religiosas y parroquiales, cada vez más reducidas, continúa la acción generadora del Espíritu, que garantiza la misericordia del Padre que no nos abandona. La esperanza es alegrarse por lo que hay, en lugar de quejarse de lo que falta. En cualquier caso, no os dejéis «robar la alegría evangelizadora» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 83)".
Los Pasionistas, fundados por un santo
Han pasado 300 años desde el 22 de noviembre de 1720, el día en el que el joven Pablo Danei, fundador de los Pasionistas, recibió el hábito de ermitaño e inició un retiro de 40 días en la pequeña celda de la Iglesia de San Carlos en Castellazzo. Durante este retiro escribió las Reglas de “Los Pobres de Jesús”, la futura Congregación de la Pasión. Tomó el nombre religioso de Pablo de la Cruz y, con el tiempo, con algunos compañeros asumieron el nombre de "Pasionistas", en consonancia con el encargo que la Virgen le había hecho a Pablo: predicar la Pasión de Jesucristo como "el don más maravilloso del amor de Dios, la fuerza que puede transformar al hombre y al mundo entero". Fue canonizado en 1867 por el Papa Pío IX.
“Cuando hablamos de renovar nuestra misión —explicó el Superior General Joachim Rego C.P.— se trata principalmente de renovarnos a nosotros mismos, porque ‘quiénes somos’ y ‘qué hacemos’ están interconectados e interrelacionados”. El Año Jubilar, por lo tanto, no se trata de una celebración de su grandeza o sus éxitos; sino más bien de las bendiciones de Dios durante estos tres siglos y de la fidelidad de innumerables Pasionistas que, por su vida y su misión, han mantenido vivo el recuerdo de la Pasión de Jesús como un acto magnánimo y concreto del amor de Dios.
Para los Pasionistas, el presente Jubileo, es una ocasión para la renovación interior, profundización y actualización del carisma, como lo recoge el tema que han elegido: “Renovar nuestra misión: gratitud, profecía, esperanza”. Este enfoque de mantener vivo y promover el carisma fue el eje del 47° Capítulo General de 2018 y lo será también en el próximo Sínodo de la Congregación en 2021. El Superior General de la Congregación, el P. Joachim Rego C.P., precisó: “Todas las celebraciones planeadas deben estar dirigidas a profundizar nuestro compromiso de mantener viva la memoria de la Pasión de Jesús como la máxima expresión del Amor de Dios para todas las gentes y toda la creación; y encontrar formas nuevas y contemporáneas para promover esta Memoria (Memoria Passionis)”.
Programa actvidades del Jubileo
El domingo 22 de noviembre, desafiando la pandemia pero respetando las medidas anti COVID-19, en la Basílica de los Ss. Juan y Pablo, en Roma, se inicia oficialmente el Jubileo con la apertura de la Puerta Santa y la celebración de la Misa inaugural —que se puede seguir por streaming— presidida por el Secretario de Estado Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin. Misa de Apertura del Jubileo Pasionista
Durante el Jubileo, se celebrará en Roma, en la Universidad Lateranense, el Congreso Internacional “La sabiduría de la cruz en un mundo plural”, del 21 al 24 de septiembre de 2021.