"Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión", en 2022 El Papa cierra el círculo y convoca un Sínodo para consagrar la sinodalidad como eje de la Iglesia
"Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está contenido en la palabra Sínodo. Caminar juntos - laicos, pastores, obispo de Roma - es un concepto fácil de expresar, pero no tan fácil de poner en práctica"
"Si entendemos que la Iglesia y el Sínodo son sinónimos, también entendemos que en él nadie puede ser elevado por encima de los demás", apuntaba el Papa, que hablaba de "una pirámide invertida", donde "la cumbre está debajo de la base"
Pocos días antes de cumplir siete años al frente de la sede de Pedro, y con el regusto amargo de la exhortación 'Querida Amazonía', Francisco da un nuevo giro y cierra el círculo, anunciando que el Sínodo convocado para 2022 tendrá, precisamente, como eje la sinodalidad. "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión", es el lema anunciado por el cardenal Baldisseri.
¿Y qué es la sinodalidad? Precisamente, caminar entre todos, decidir entre todos, en un camino continuo. Como siempre debió actuar la Iglesia. ¿Por qué es importante este anuncio? Entre otras razones, por lo que permitirá.
Si el Sínodo consagra el trabajo sinodal, y el Papa lo aprueba -como siempre ha sido su deseo-, muchas de las polémicas que han impedido el desarrollo de las reformas planteadas, especialmente durante el Sínodo de la Amazonía, no tendrán razón de ser.
Si, como desea Francisco, el Papado hace suya la estructura sinodal, decisiones como la adoptada por una mayoría de dos tercios del último Sínodo acerca de los viri probati o de los ministerios para la mujer, no podrían echarse atrás por las maniobras curiales. La estructura sinodal, así, superaría a la curial.
"Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está contenido en la palabra Sínodo. Caminar juntos - laicos, pastores, obispo de Roma - es un concepto fácil de expresar, pero no tan fácil de poner en práctica", afirmaba Francisco en 2015, cuando se celebraba el medio siglo de la institución del Sínodo de obispos.
"Si entendemos que, como dice San Juan Crisóstomo, la Iglesia y el Sínodo son sinónimos, también entendemos que en él nadie puede ser elevado por encima de los demás", apuntaba el Papa, que hablaba de "una pirámide invertida", donde "la cumbre está debajo de la base". Esto es, en el santo pueblo de Dios.