"Dios los bendiga (a Tailandia y a Japón) con la abundancia de la prosperidad y de la paz” El Papa denuncia "la hipocresía de hablar de paz, cuando se construye y se vende material bélico"
"En Tailandia, he rendido homenaje a la rica tradición espiritual y cultural del pueblo thai, el pueblo de la bella sonrisa. La gente siempre sonríe"
"En Japón, hay una Iglesia muy pequeña, pero portadora del agua viva del Evangelio de Jesús”
"Hoy la amenaza más grave, en los países desarrollados, es la pérdida del sentido de la vida. No bastan los recursos económicos, no basta la tecnología, se necesita el amor de Dios"
"Hoy la amenaza más grave, en los países desarrollados, es la pérdida del sentido de la vida. No bastan los recursos económicos, no basta la tecnología, se necesita el amor de Dios"
Reicén llegado de su viaje a Tailandia y Japón, el Papa Francisco dedicó la catequesis de la audiencia de los miércoles a recordar su visita a estos dos países orientales. A Tailandia, "el país de la gente que siempre sonríe" y a Japón, "el país portavoz del derecho fundamental a la vida y a la paz". Francisco aprovechó la ocasión para reiterar que una de las más graves amenazas que sufre el mundo de hoy es "la pérdida del sentido de la vida", que afecta especialmente a los más jóvenes, y para denunciar "la hipocresía de hablar de paz, cuando se construye y se vende material bélico".
Algunas frases de la catequesis del Papa Francisco
“Ayer regresé del viaje apostólico a Tailandia y a Japón, un don que tanto agradezco al Señor. Deseo renovar mi agradecimiento a las Autoridades y a los Obispos de estos dos países, que me han invitado y me han acogido con gran premura y, sobre todo, dar las gracias al pueblo tailandés y al pueblo japonés. Esta visita aumentó mi cercanía y mi afecto por estos pueblos: Dios los bendiga con la abundancia de la prosperidad y de la paz”
“Tailandia es un antiguo Reino que se ha modernizado profundamente. Reuniéndome con el Rey, el Primer ministro y demás autoridades, he rendido homenaje a la rica tradición espiritual y cultural del pueblo thai, el pueblo de la bella sonrisa. La gente siempre sonríe. He animado el impulso por la armonía entre los diversos componentes de la nación, para que el desarrollo económico pueda beneficiar a todos y se sanen las heridas de la explotación, especialmente de mujeres y de niños”
“La religión budista es parte integrante de la historia y de la vida de este pueblo, por eso fui a visitar al Patriarca Supremo de los budistas, prosiguiendo el camino de la recíproca estima, comenzada por mis predecesores, para que crezcan en el mundo la compasión y la fraternidad. En este sentido, fue muy significativo el encuentro ecuménico e interreligioso, celebrado en la mayor Universidad del país”
“El testimonio de la Iglesia de Tailandia pasa también a través de las obras de servicio a los enfermos y a los últimos. Entre ellas, brilla el Hospital San Luis, que visité, animando al personal sanitario y reuniéndome con algunos pacientes...”
“De Tailandia, viajé a Japón. A mi llegada a Tokio, fui acogido por los Obispos del país, con los que pronto compartimos el reto de ser pastores de una Iglesia muy pequeña, pero portadora del agua viva del Evangelio de Jesús”
“'Proteger toda vida' fue el lema de mi visita a Japón, un país que lleva impresas las llagas del bombardeo atómico y es para todo el mundo portavoz del derecho fundamental a la vida y a la paz”
“En Nagasaki y en Hiroshima me detuve en oración, encontré a algunos supervivientes y familiares de las víctimas y reiteré la firme condena de las armas nucleares y de la hipocresía de hablar de paz, construyendo y vendiendo armas bélicas. Tras aquella tragedia, Japón demostró una extraordinaria capacidad de luchar por la vida; y lo hizo incluso recientemente, tras el tripe desastre del 2011: terremoto, tsunami e incidente en la central nuclear”
“Para proteger la vida, hay que amarla, y hoy la amenaza más grave, en los países desarrollados, es la pérdida del sentido de la vida. No bastan los recursos económicos, no basta la tecnología, se necesita el amor de Dios Padre que Jesús nos ha dado y nos da...”
“Las primeras víctimas del vacío de sentido son los jóvenes. Por eso, un encuentro en Tokio fue dedicado a ellos. Escuche sus preguntas y sus sueños; los animé a oponerse juntos a toda forma de bulling, y a vencer el miedo y la cerrazón, abriéndose al amor de Dios, en la oración y en el servicio al prójimo...”
“En Tokio tuve la oportunidad de visitar al Emperador Naruhito, al que renuevo la expresión de mi gratitud; y me reuní con las Autoridades del país y con el cuerpo diplomático. Abogué por una cultura del encuentro y del diálogo, caracterizada por la sabiduría y la amplitud de horizontes. Permaneciendo fiel a sus valores religiosos y morales, y abierto al mensaje evangélico, Japón podrá ser un país que impulse hacia un mundo más justo y pacífico y por la armonía entre la persona y el medioambiente”
“Queridos hermanos y hermanas, confiemos a la bondad y a la providencia de Dios a los pueblos de Tailandia y de Japón”
Texto íntegro del saludo del Papa en español
Queridos hermanos: Ayer regresé del viaje apostólico en Tailandia y Japón. Un don que agradezco al Señor, y a todos los que lo han hecho posible. En Tailandia quise rendir homenaje a la rica tradición espiritual y cultural del pueblo Thai, y animar el compromiso por la armonía entre los diferentes componentes de la nación. Visité al Patriarca supremo de los budistas, siendo la religión budista parte integrante de la historia y de la vida de ese pueblo. Además, participé en el encuentro ecuménico e interreligioso. Posteriormente visité el Hospital Saint Louis, y tuve un tiempo con sacerdotes, religiosos y obispos, como también con los jóvenes en la catedral.
Después fui a Japón: El lema de mi visita a aquel país fue: “Proteger todo tipo de vida”. Este mensaje es significativo en aquella tierra que lleva las heridas del bombardeo atómico y del triple desastre de 2011; pero es una nación que se ha hecho portavoz del derecho fundamental por la vida y la paz. En Nagasaki y en Hiroshima condené nuevamente las armas nucleares y la hipocresía de hablar de paz cuando se construye y se vende material bélico. Pude además recordar en aquellos lugares la memoria de los mártires san Paolo Miki y los 25 compañeros, el beato Justo Takayama y tantos hombres y mujeres que han conservado la fe en los momentos de persecución.
En Tokio tuve encuentros con los jóvenes, con la comunidad académica de la Universidad de “Sophia”, y terminé mi estadía con la visita al Emperador Naruhito y a las autoridades del país, ante los que pude manifestar mi deseo de promover una cultura de encuentro y diálogo, caracterizada por la amplitud de miradas y la sabiduría.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, venidos de España y Latinoamérica. A todos los invito a rezar por los dos países que he visitado, Tailandia y Japón, para que sigan progresando en sendas de paz y justicia, y a los católicos les conceda el don de la perseverancia, siguiendo el ejemplo de los santos mártires. Que Dios los bendiga
En el saludo en italiano, el Papa recordó a Albania y su "cercanía al querido puelbo albanés que ha sufrido tanto estos dias. Albania fue el primer país que visité. Me siento muy cercano a las víctimas y a las familias. Que el Señor bendiga a este pueblo, al que le deseo todo bien".