"Es verdad que podemos tener la tentación de cuidar solo de los propios intereses" El Papa, entristecido por los que se fueron de vacaciones en pleno confinamiento, sin pensar en los demás
"El hecho de que Jesús sea desde el principio la Palabra significa que desde el principio Dios se quiere comunicar con nosotros, quiere hablarnos"
"Dios se hizo fragilidad para tocar de cerca nuestras fragilidades"
"Se hizo carne y no se volvió atrás. No asumió nuestra humanidad como un vestido, que se pone y se quita. No, nunca se separó de nuestra carne...Vino a habitar entre nosotros. No vino de visita, vino a vivir con nosotros,a estar con nosotros"
"Sin miedo, invitémosle a nuestra casa, a nuestra familia, a nuestras fragilidades. Vendrá y la vida cambiará"
"Detengámonos en silencio ante el belén para saborear la ternura de Dios que se hizo cercano"
"Se hizo carne y no se volvió atrás. No asumió nuestra humanidad como un vestido, que se pone y se quita. No, nunca se separó de nuestra carne...Vino a habitar entre nosotros. No vino de visita, vino a vivir con nosotros,a estar con nosotros"
"Sin miedo, invitémosle a nuestra casa, a nuestra familia, a nuestras fragilidades. Vendrá y la vida cambiará"
"Detengámonos en silencio ante el belén para saborear la ternura de Dios que se hizo cercano"
"Detengámonos en silencio ante el belén para saborear la ternura de Dios que se hizo cercano"
Sin rastro aparente de la “dolorosa ciática” que lo mantuvo en reposo día y medio, el Papa Francisco preside el ángelus desde la biblioteca del palacio apostólico. En la catequesis aborda el tema de la encarnación de Dios como Palabra, para comunicarse con nosotros y "para tocar nuestras fragilidades". Y pidió: "Detengámonos en silencio ante el belén para saborear la ternura de Dios que se hizo cercano". Después del ángelus, felicitó de nuevo el año a todos y most´ro su tristeza por la gente que se fue de vacaciones en pleno confinamiento, sin pensar en los demás, advirtiendo contra la tentación "de cuidar solo de los propios intereses".
Catequesis del Papa antes del ángelus
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En este segundo domingo después de Navidad, la Palabra de Dios no nos presenta un episodio de la vida de Jesús, sino que nos habla de Él antes de que naciera. Nos retrotrae para revelar algo sobre Jesús antes de que viniera entre nosotros. Lo hace sobre todo en el prólogo del Evangelio de Juan, que comienza: "En el principio era el Verbo" (Jn 1:1). En el principio: son las primeras palabras de la Biblia, las mismas con las que comienza el relato de la creación: "En el principio creó Dios el cielo y la tierra" (Gn1:1). Hoy el Evangelio dice que Aquel que hemos contemplado en su Natividad, Jesús, existía antes: antes del comienzo de las cosas, antes del universo. Él está antes del espacio y el tiempo. "En Él estaba la vida" (Jn 1:4) antes de que apareciera la vida.
San Juan lo llama Verbo es decir, Palabra. ¿Qué quiere decirnos? La Palabra sirve para comunicar: no se habla solo, se habla con alguien. Si vemos a alguien que habla solo, pensamos que le pasa algo. Así pues, el hecho de que Jesús sea desde el principio la Palabra significa que desde el principio Dios se quiere comunicar con nosotros, quiere hablarnos. El Hijo unigénito del Padre (cf. v. 14) quiere decirnos la belleza de ser hijos de Dios; es "la luz verdadera" (v. 9) y quiere alejarnos de las tinieblas del mal; es "la vida" (v. 4), que conoce nuestras vidas y quiere decirnos que las ama desde siempre. Este es el mensaje maravilloso de hoy: Jesús es la Palabra eterna de Dios, que desde siempre piensa en nosotros y desea comunicar con nosotros.
Para hacerlo, fue más allá de las palabras. En efecto, el núcleo del Evangelio de hoy nos dice que la Palabra "se hizo carne y habitó entre nosotros (v. 14). Se hizo carne: ¿por qué San Juan usa esta expresión, "carne"? ¿No podría haber dicho, de una manera más elegante, que se hizo hombre? No, usa la palabra carne porque indica nuestra condición humana en toda su debilidad, en toda su fragilidad.
Nos dice que Dios se hizo fragilidad para tocar de cerca nuestras fragilidades. Por lo tanto, desde el momento en que el Señor se hizo carne, nada en nuestra vida le es ajeno. No hay nada que Él desdeñe; podemos compartir todo con Él. Querido hermano, querida hermana, Dios se hizo carne para decirte que te ama precisamente allí, en tus fragilidades; precisamente allí donde más te avergüenzas. Es algo audaz, la decisión de Dios. Entra en nuestra vergüenza. Para hacerse hermano nuestro y compartir el camino de la vida.
Se hizo carne y no se volvió atrás. No asumió nuestra humanidad como un vestido, que se pone y se quita. No, nunca se separó de nuestra carne. Y jamás se separará de ella: ahora y por siempre está en el cielo con su cuerpo de carne humana. Se unió para siempre a nuestra humanidad; podríamos decir que la "desposó". Me gusta pensar que cuando el Señor reza al Padre por nosotros, no sólo le habla, sino que le hace ver las heridas que sufrió por nosotros. Jesús, con su carne es el intercesor. El Evangelio dice, en efecto, que vino a habitar entre nosotros. No vino de visita, vino a vivir con nosotros,a estar con nosotros. ¿Qué desea entonces de nosotros? Una gran intimidad. Quiere que compartamos con Él alegrías y penas, deseos y temores, esperanzas y tristezas, personas y situaciones. Hagámoslo, abrámosle nuestro corazón, contémosle todo. Detengámonos en silencio ante el belén para saborear la ternura de Dios que se hizo cercano, que se hizo carne. Y sin miedo, invitémosle a nuestra casa, a nuestra familia, a nuestras fragilidades, a nuestras heridas. Vendrá y la vida cambiará.
La Santa Madre de Dios, en quien el Verbo se hizo carne, nos ayude a acoger a Jesús, que llama a la puerta del corazón para vivir con nosotros.
Saludos después del ángelus
Les renuevo mis felicitaciones por el año apenas iniciado. Como cristianos, huyamos de la mentalidad fatalística o mágica. Sabemos que las cosas irán mejor en la medida en que, con la ayuda de Dios, trabajemos juntos por el bien común, poniendo en el centro a los más débiles y descartados.
No sabemos que nos reservará el 2021, pero lo que cada uno de nosotros y todos juntos podemos hacer es cuidar unos de los otros y de la creación, nuestra casa común.
Es verdad que podemos tener la tentación de cuidar solo de los propios intereses. Por ejemplo, seguir haciendo la guerra, concentrarse sólo sobre el ámbito económico, vivir hedonísticamente, buscando sólo la satisfacción de los propios placeres.
Leí en los periódicos algo que me entristeció bastante. En un país que no recuerdo, para escapar del confinamiento e irse de vacaciones, salieron sólo en una tarde más de cuarenta aviones. Con gente buena, pero que no pensó en los que quedaron en casa, en los problemas económicos de tanta gente que el confinamiento ha dejado tirada o en los enfermos. Sólo pensaron en irse de vacaciones, en su propio placer. Me ha entristecido mucho.
Especial saludo a los que comienzan el año con especial dificultad: los enfermos, los parados y todos los que viven situaciones de opresón o de explotación.
Con afecto deseo saludar a todas las familias, especialmente las que tienen niños pequeños o los esperan. Siempre un nacimiento es una promesa de esperanza. El Señor los bendiga