La Asociación Internacional de Exorcista lanza una dura crítica contra el último filme de Russell Crowe "'El exorcista del Papa' distorsiona y falsea lo que se experimenta en un exorcismo real"
"El exorcismo así representado se convierte en un espectáculo destinado a suscitar emociones fuertes y malsanas, gracias a una escenografía lúgubre, con efectos sonoros que sólo despiertan ansiedad, inquietud y miedo en el espectador"
Denuncian cómo "se exaspera" el ambiente con efectos especiales, "con llamativas manifestaciones físicas y verbales, típicas del cine de terror"
La descripción del Vaticano, "pintado con la habitual y probada gama de claroscuros, confieren a la película un efecto 'Código Da Vinci', para infundir en el espectador la duda de siempre: ¿quién es el verdadero enemigo? ¿El diablo o el "poder" eclesiástico?"
La descripción del Vaticano, "pintado con la habitual y probada gama de claroscuros, confieren a la película un efecto 'Código Da Vinci', para infundir en el espectador la duda de siempre: ¿quién es el verdadero enemigo? ¿El diablo o el "poder" eclesiástico?"
"Título pretencioso", "poca fiabilidad y calidad", un "efecto Código Da Vinci". La Asociación Internacional de Exorcistas ha lanzado una dura diatriba contra 'El exorcista del Papa', el último filme protagonizado por Russell Crowe, que "resulta ofensivo" para el trabajo de estos profesionales y para las víctimas de posesiones diabólicas.
En un comunicado, la asociación lamenta la imagen que se da de los exorcismos y del padre Gabriel Amorth, en cuyas memorias se basa "muy libremente", aseguran, la cinta. "Tal forma de relatar la experiencia del exorcismo del sacerdote Gabriel Amorth, además de ser contraria a la realidad histórica, distorsiona y falsea lo que se vive y experimenta durante el exorcismo de verdaderos poseídos que los exorcistas católicos realizamos según las directrices dadas por la Iglesia", destaca el comunicado, que hace hincapié en cómo "se exaspera" el ambiente con efectos especiales, "con llamativas manifestaciones físicas y verbales, típicas del cine de terror".
Al tiempo, denuncian, "la Iglesia católica está representada por un Papa igualmente increíble, interpretado por el actor italiano Franco Nero", y la descripción del Vaticano, "pintado con la habitual y probada gama de claroscuros, confieren a la película un efecto 'Código Da Vinci', para infundir en el espectador la duda de siempre: ¿quién es el verdadero enemigo? ¿El diablo o el "poder" eclesiástico?".