"La Iglesia debe escuchar con particular atención y sensibilidad la voz de las víctimas y los supervivientes" El Sínodo se compromete a "hacer de las comunidades lugares cada vez más seguros para los menores"
"La Iglesia debe reconocer sus propias faltas, pedir humildemente perdón, cuidar de las víctimas, dotarse de instrumentos de prevención y esforzarse en reconstruir la confianza recíproca en el Señor"
"Es indispensable que en todo el mundo la Iglesia active y promueva una cultura de la prevención"
| RD/Efe
El Sínodo, la asamblea de obispos y laicos de todo el mundo reunidos hasta este sábado en el Vaticano, ha instado en su documento final a "hacer de las comunidades lugares cada vez más seguros para los menores" tras los escándalos de abusos, dotándose de instrumentos de prevención.
El documento con las conclusiones ha sido validado por el papa Francisco, que esta tarde ha ordenado publicarlo inmediatamente dado que no escribirá una exhortación apostólica con indicaciones al respecto, como es costumbre.
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El Sínodo, una cumbre con obispos de todo el mundo y, por orden del papa, también con laicos y mujeres con derecho a voto, ha acordado este texto en el que se hace especial alusión a los casos de abusos a menores y personas vulnerables.
"La crisis de los abusos, en sus distintas y trágicas manifestaciones, ha causado sufrimientos indecibles y a menudo duraderas a víctimas y supervivientes, así como a sus comunidades. La Iglesia debe escuchar con particular atención y sensibilidad la voz de las víctimas y los supervivientes de abusos sexuales, espirituales, económicos, institucionales, de poder y conciencia por parte del clero o personas con encargos eclesiales", señala.
Para ello, recomienda "la escucha" como "elemento fundamental" del "camino hacia la curación, el arrepentimiento, la justicia y la reconciliación".
"La Iglesia debe reconocer sus propias faltas, pedir humildemente perdón, cuidar de las víctimas, dotarse de instrumentos de prevención y esforzarse en reconstruir la confianza recíproca en el Señor", dice uno de los puntos.
En otro apartado, se destaca que en los debates se ha animado a "promover en todos los ámbitos eclesiales una cultura de la protección para hacer de las comunidades lugares cada vez más seguros para menores y personas vulnerables".
El Sínodo asume que "ya ha empezado" el trabajo para dotar a la Iglesia de reglas y procedimientos jurídicos que prevengan los abusos y pueda responder ante posibles "comportamientos no apropiados".
Pero "hay que proseguir este compromiso, ofreciendo una formación específica adecuada a quienes trabajan en contacto con menores y adultos más débiles para que actúen con competencia y sepan actuar entender las señales, a veces silenciosas, de quien está viviendo un drama y necesita ayuda", emplazó la asamblea.
Y agrega: "Es indispensable que en todo el mundo la Iglesia active y promueva una cultura de la prevención".
En el Sínodo han participado 358 miembros, entre estos 272 obispos y 53 mujeres, y varios puntos dedicados a los casos de abusos dentro del documento final reflejan una importante convergencia ya que solo han votado en contra de incluir este tema una decena de asistentes, frente a unos 340 que lo hicieron a favor.
