El Papa Roncalli intercede por el Sínodo
La memoria litúrgica del Papa Roncalli, subrayó el cardenal, "no cae en el día de su tránsito y nacimiento al cielo, sino en el aniversario de aquel acontecimiento del Espíritu que inspiró al Papa Roncalli a convocar y abrir el Concilio Ecuménico Vaticano II". De ahí la esperanza de su intercesión con el Papa Francisco, con "todos los que le asisten en el gobierno de la Curia Romana y de la Iglesia Universal" y con el "camino sinodal inaugurado ayer y que será tanto más fecundo cuanto más permanezca cada uno de nosotros como oyente de la Palabra y atento a la voz del Paráclito".
La importancia de la evangelización
De hecho, "a menudo arrastrados hacia un lado u otro por diversas reflexiones o comentarios -explicó el cardenal Sandri-, podemos caer en la vorágine de las palabras humanas que no se comparan con la Palabra que cuenta, la Palabra del Evangelio, que estamos llamados a anunciar". Por ello, es necesario "recuperar cada día, ante todo en nuestra oración personal, la conciencia del ministerio que se nos ha confiado y que tiene como condición el anuncio del Evangelio y como fin el Reino que viene entre nosotros". E incluso en este caso, el Papa Juan XXIII puede ser un ejemplo: él, de hecho, "tuvo que afrontar varios retos e incomprensiones en su vida eclesial, pero nunca se desanimó, es más, siempre profundizó en su relación con el Señor".
"Obediencia y paz", un programa de vida
De sus escritos, como el "Diario del Alma", se desprende que "incluso las indicaciones más concretas, los propósitos y la regla de vida están lejos de un formalismo religioso, pero son como estacas para que el paso de los días no pierda el encuentro con el Señor".
Por tanto, como el difunto Pontífice, hay que actuar con "obediencia y paz": "la obediencia de quien escucha la voz de Dios y transmite a los demás esa paz del corazón que el Señor concede a quienes viven de este modo". La obediencia y la paz, que Juan XXIII definió como"un trozo de mi historia y de mi vida", hoy el cardenal Sandri las ha señalado finalmente como "su herencia y su programa de vida que pueden ser también nuestros".