Ivanka Hosta, cofundadora de la Comunidad Loyola, recibió una "amonestación formal" La superiora general de la comunidad que fundó Rupnik, 'desterrada' por autoritarismo y abusos espirituales
El decreto impone tres sanciones a Ivanka Hosta: 1) Prohibición de asumir cualquier cargo o función de gobierno, así como de dirección espiritual dentro de la Comunidad Loyola; 2) Residencia en la comunidad que este instituto tiene en Portugal y prohibición de contactar, directa o indirectamente, con religiosos o ex religiosos de la Comunidad Loyola durante un periodo de tres años (medida sujeta a un informe semestral de aplicación por parte del superior en Portugal); y 3) Como "penitencia externa", peregrinar una vez al mes durante un año a un santuario mariano de fácil acceso desde su residencia, donde deberá rezar "por las víctimas del comportamiento del padre Marko Ivan Rupnik y por todas las religiosas de la Comunidad de Loyola" a las que se acusa de abusos
| Manuel Pinto, 7MARGENS
(7Margens).- En un momento en que los movimientos eclesiásticos parecen querer limpiar la imagen del sacerdote y artista Marko Rupnik, 7MARGENS muestra cómo la institución religiosa femenina que él ayudó a crear nació torcida y, confirmando el dicho popular, nunca se enderezó. Aquí, en una serie de artículos, revelamos cómo los abusos sexuales y de poder de un sacerdote se convirtieron en el autoritarismo y los abusos espirituales de la superiora general durante más de tres décadas. También revelamos la práctica de un obispo-comisario que parece creer que sólo la verdad salvará a la Iglesia.
El padre Marko Rupnik, recientemente expulsado de la Compañía de Jesús, dejó espeluznantes huellas de sufrimiento en muchas de sus víctimas, como se ha hecho público desde diciembre de 2022. Los abusos pueden haber prescrito, pero ese sufrimiento no, porque la Iglesia, por acción y por inacción, ha provocado y sigue provocando en ellas una segunda forma de victimización. Pero Rupnik, cuya situación eclesiástica se desconoce hoy, también dejó su huella en el Instituto Loyola, que ayudó a fundar, y que, aunque sea indirectamente, ha llegado hasta nuestros días y espera un desenlace poco ilusionante.
Ivanka Hosta, que fue "una en la misma" con Rupnik en el proceso de creación de la Comunidad Loyola (ComLoy) desde su época de estudiante en los años 80 hasta la víspera de la erección canónica del instituto en 1994, ejerció el poder de forma tan abusiva que ahora ha sido duramente sancionada por ello.
V novem Reporterju: Kje je sestra Ivanka Hosta, ki je bila v aferi zlorab največkrat omenjena skupaj s p. Markom Rupnikom https://t.co/1BWmTK0ORcpic.twitter.com/IRQaA3Ueft
— RevijaReporter (@RevijaReporter) January 9, 2023
7MARGENS ha podido saber que un decreto disciplinario del pasado 21 de junio emitió una "amonestación formal" a la hermana Ivanka Hosta por su comportamiento en el seno de la Comunidad de Loyola "al ejercer un estilo de gobierno lesivo para la dignidad y los derechos de cada una de las religiosas que la componen".
Una amonestación formal y tres sanciones
El decreto está firmado por Daniele Libanori, jesuita y obispo auxiliar de la diócesis de Roma, quien, además de haber recogido y examinado testimonios y declaraciones sobre Ivanka Hosta, fue también el comisario encargado, en octubre de 2020, de investigar la trayectoria y la situación de la Comunidad de Loyola. El informe se concluyó en julio de 2022 y, que se sepa, se entregó al Dicasterio para la Vida Religiosa. Inexplicablemente, aún no ha sido objeto de pronunciamiento por parte de la Curia.
Además de la amonestación, el decreto impone tres sanciones a Ivanka Hosta:
1) Prohibición de asumir cualquier cargo o función de gobierno, así como de dirección espiritual dentro de la Comunidad Loyola;
2) Residencia en la comunidad que este instituto tiene en Portugal y prohibición de contactar, directa o indirectamente, con religiosos o ex religiosos de la Comunidad Loyola durante un periodo de tres años (medida sujeta a un informe semestral de aplicación por parte del superior en Portugal); y
3) Como "penitencia externa", peregrinar una vez al mes durante un año a un santuario mariano de fácil acceso desde su residencia, donde deberá rezar "por las víctimas del comportamiento del padre Marko Ivan Rupnik y por todas las religiosas de la Comunidad de Loyola" a las que se acusa de abusos.
Según fuentes vaticanas, fue ya después de la entrega del informe sobre ComLoy cuando el obispo se encontró con la existencia de un cierto volumen de testimonios de carácter grave sobre la actuación de la hermana Ivanka, que ha sido superiora general (o Prima Sorella Responsabile, como se la llama formalmente) desde 1994 hasta ahora, con la excepción de un periodo de tiempo: con la llegada a escena del comisario, sus funciones quedaron suspendidas; y con la penalización ahora decidida, queda excluida del cargo.
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