"Es difícil, es difícil", señaló Francisco cuando le revelaron que los abusadores seguían en sus cargos El "profundo suspiro" del Papa al encontrarse con las víctimas de abusos que pedalearon desde Alemania

Tras once días pedaleando desde Múnich hasta Roma contra los abusos en la Iglesia, las nueve víctimas que partieron en su aventura con todas las bendiciones de la archidiócesis bávara, fueron recibidas por el papa Francisco después de la audiencia de este miércoles, 17 de mayo. Atrás quedaban los baches, la lluvia, el viento en la cara y el cansancio. La acogida del Papa iba a dar por bueno todo el esfuerzo.

“Ninguno de los nueve afectados que participamos en la peregrinación hubiera esperado que el Papa fuera tan accesible. Fue una señal muy poderosa que se levantara de su silla de ruedas para venir hacia nosotros. También dijo que el cardenal Reinhard Marx nos había anunciado con anticipación. Lo apreciamos muy positivamente”, señala en entrevista con Katholisch Richard Kick, del Consejo Asesor para Personas Afectadas de la Archidiócesis de Múnich y Freising.

Francisco, que se dirigió a ellos en alemán, les estuvo escuchando durante un buen rato. “Estuvo un cuarto de hora con nosotros. Me dio la impresión de que fue muy claro y abierto y que entendió las cosas que son importantes para nosotros. Y luego suspiró profundamente”, señala Kick, cuando le comentó que “algunos de los acusados de abuso sexual todavía están en el cargo y que se ha hecho muy poco en el pasado”.

“Me di cuenta de que estaba muy introspectivo en ese momento y pensé sobre lo que podría responder ahora. Intentó encontrar una respuesta. Pero no fue específico y luego repitió la frase dos o tres veces: ‘Es difícil, es difícil’. Dijo eso en alemán”.

“Puedo creer que habla en serio acerca de lidiar con el abuso en la Iglesia y que es difícil”, señala la víctima sobre la respuesta del Papa. “Siento que la Iglesia es incapaz de hablar sobre este tema”.

“Los sacerdotes, los líderes de la Iglesia y hasta el Papa saben que hubo y hay abuso sexual. Saben lo que sucedió. Pero son incapaces de hablar de ello. Siempre digo que la Iglesia no tiene ningún plan. Pero ahora nosotros, afectados, ocho hombres y una mujer, nos hemos puesto en marcha para mostrar lo que es necesario, lo que es importante y cómo proceder”, indica Kick.

En este sentido, reconoce que esta particular peregrinación sobre ruedas les da dado también fuerzas y ánimos de cara al futuro. “Estoy muy animado, sobre todo por la última parada del viaje, el encuentro con el papa Francisco -reconoce a Katholisch-. Sentí que conectaba con nosotros y con nuestro deseo de encontrarnos en el amor. Él orará por nosotros. Para mí, esta declaración supone que el Papa ha entendido lo que somos y que podemos y debemos seguir así”, señala.

“Mi deseo ahora sería que el Papa leyera también la carta que le entregamos. Porque esta carta es de gran importancia para nosotros. Oramos para que esta carta continúe teniendo un impacto. Es un recordatorio. En ella le pedimos al Papa a hacer todo lo posible para acabar con los abusos sexuales y espirituales en la Iglesia. Debe enviar una señal a los abusadores y a los obispos para que cumplan con su responsabilidad en este proceso de reconciliación con el pasado”.

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