El equipo continental norteamericano para el Sínodo se reúne en Florida La Asamblea Norteamericana del sínodo: "Acercarnos para llegar a los alejados de la Iglesia"
Durante los cuatro días de trabajo en Florida, EEUU, los delegados laicos y religiosos insistieron en el concepto de "ensanchar la tienda" para llegar a los más alejados de la Iglesia
El borrador del documento final seguirá tomando forma hasta el 31 de marzo
| Bernadette Reis y Marco Guerra
(Vatican News).-El equipo continental norteamericano para el Sínodo sobre la sinodalidad ha trabajado conjuntamente esta semana para redactar una respuesta al documento de trabajo para la fase continental.
Reunidos en el Centro de desarrollo espiritual de San Pedro, cerca de Orlando en Florida, los trabajos comenzaron el lunes 13 de febrero y concluyeron el jueves 17. Ocho obispos, tres laicas, dos sacerdotes, dos laicos y dos religiosas aportaron sus propias experiencias al proceso sinodal, en representación de las muchas voces que escucharon durante las doce Asambleas continentales virtuales celebradas en diciembre y enero, en las que participaron 931 delegados y 146 obispos.
Recopilación de los resultados de las asambleas virtuales
Los miembros del grupo de redacción dedicaron estos días a reflexionar sobre lo que habían aprendido en las asambleas virtuales, seleccionando los temas clave recurrentes, las ideas que habían resonado con más fuerza y las tensiones o desacuerdos sustanciales que habían surgido. A continuación, empezaron a determinar cómo organizar una respuesta. El 17 de febrero, el grupo empezó a identificar material para redactar una respuesta que seguirá tomando forma durante las próximas seis semanas, antes de ser enviada a la Secretaría General del Sínodo antes del 31 de marzo.
Transmitir la tensión bautismal
Algunos de los temas debatidos por el grupo se centraron en particular en el proceso sinodal y la necesidad de comprender cuáles son las implicaciones para el futuro en términos de estructuras eclesiásticas y formación. Otra idea fuerte expresada fue que "la tensión no tiene que ver con la dignidad bautismal, sino con las relaciones dentro de la comunidad. Se trata de transmitir personalmente la propia dignidad bautismal y, al mismo tiempo, reconocerla en los demás. Esto implica un proceso de conversión, porque ninguno de nosotros tiene derecho a un lugar determinado".
Ampliar el espacio de tu tienda
La imagen de la tienda resonó en muchos de los participantes en el retiro bíblico. El obispo Thomas Zinkula explicó que "ampliar el espacio de la tienda significa acercarse para que haya más espacio para que otros se unan a nosotros".
La sinodalidad es desordenada pero guiada por el Espíritu
El retiro concluyó con la celebración de la liturgia, presidida por monseñor Richard Gagnon, arzobispo de Winnipeg, provincia canadiense de Manitoba, quien relacionó el proceso sinodal con el Evangelio del día (Mc 8, 27-33), en el que Pedro hizo su profesión de fe. “La sinodalidad de la Iglesia – afirmó el arzobispo – es una acción del Espíritu Santo". A continuación, planteó la cuestión:
"¿Puede haber sinodalidad sin confusión? Sin embargo, estamos llamados a confiar en el Señor. Él sabe lo que hace y, de alguna manera, la acción del Espíritu Santo actúa en todo este proceso. Como obispos y sacerdotes, podemos dejar espacio para que el Señor trabaje por nosotros. Ese es siempre el reto”.
Una experiencia que abre los ojos
Monseñor Daniel Flores, párroco de Brownsville, Texas, dirigió el proceso sinodal de la Conferencia episcopal de Estados Unidos. En una entrevista concedida a Vatican News, Monseñor Flores habló de su experiencia al frente del proceso sinodal en Estados Unidos, de cómo podría ser una Iglesia más sinodal en el futuro y de algunas reflexiones personales que tuvo durante el proceso sinodal.
“Fue una especie de gran revelación – dijo el prelado – porque me permitió ayudar a comunicar el mensaje fundamental del Sínodo a las diferentes diócesis, hablando con los diferentes delegados que fueron designados por sus obispos". Flores continuó subrayando que este trabajo le ha permitido hablar con mucha gente y aprender mucho sobre lo diferente que es también la Iglesia en Estados Unidos, en cuanto a la creatividad expresada por las diócesis para reunir las consultas sinodales y poder adaptarse a diferentes lenguas, diferentes contextos, y también los esfuerzos realizados para llegar a aquellos que no están fácilmente en contacto con la Iglesia.
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