Los obispos proponen a PP y PSOE un pacto de Estado para regularizar a medio millón de migrantes Argüello acepta que el Defensor del Pueblo supervise su plan de reparación a las víctimas de abusos

"Hemos puesto en marcha un plan de prevención y reparación, asumimos una obligación moral donde no haya obligación jurídica, en los casos verosímiles del pasado; incluso estamos dispuestos a estudiar una posible supervisión del Defensor del Pueblo en este proceso ya en marcha"
“En el momento político actual, esta exacerbación de los nosotros frente a los otros es proverbial en las políticas de polarización y de enfrentamiento”
El arzobispo de Valladolid denunció la “doble vida” de muchos “cristianos anónimos” que van a misa pero que “fuera de los templos asumen las reglas del juego del mundo dominadas por el dinero y el poder que provocan indiferencia y pasividad a la hora de evangelizar en los entresijos de la mentalidad dominante”
El presidente de la CEE alabó “iniciativas” como los retiros Emaús, Effetá, Bartimeo, Proyecto Amor Conyugal, así como el Camino Neocatecumenal y movientos como Hakuna, que “provocan un impacto y la invitación a continuar”, aunque advirtió de “la dificultad para transformar la emoción en virtud, para encontrar cauces concretos de crecimiento que vayan más allá de recrear el impacto recibido”
“El Estado es aconfesional, pero los miembros de la sociedad que somos cristianos estamos llamados a ofrecer en el coloquio entre fe y razón, Iglesia y sociedad, y reino de Dios e historia nuestra aportación para la permanente regeneración ética y espiritual de nuestros sistemas de gobierno y modos de organización política”
Argüello se refirió a la elección de Donald Trump como presidente, que “ha sido quizás un elemento catalizador para precipitar la quiebra del «orden internacional» establecido después de la II Guerra Mundial”
El arzobispo de Valladolid denunció la “doble vida” de muchos “cristianos anónimos” que van a misa pero que “fuera de los templos asumen las reglas del juego del mundo dominadas por el dinero y el poder que provocan indiferencia y pasividad a la hora de evangelizar en los entresijos de la mentalidad dominante”
El presidente de la CEE alabó “iniciativas” como los retiros Emaús, Effetá, Bartimeo, Proyecto Amor Conyugal, así como el Camino Neocatecumenal y movientos como Hakuna, que “provocan un impacto y la invitación a continuar”, aunque advirtió de “la dificultad para transformar la emoción en virtud, para encontrar cauces concretos de crecimiento que vayan más allá de recrear el impacto recibido”
“El Estado es aconfesional, pero los miembros de la sociedad que somos cristianos estamos llamados a ofrecer en el coloquio entre fe y razón, Iglesia y sociedad, y reino de Dios e historia nuestra aportación para la permanente regeneración ética y espiritual de nuestros sistemas de gobierno y modos de organización política”
Argüello se refirió a la elección de Donald Trump como presidente, que “ha sido quizás un elemento catalizador para precipitar la quiebra del «orden internacional» establecido después de la II Guerra Mundial”
“El Estado es aconfesional, pero los miembros de la sociedad que somos cristianos estamos llamados a ofrecer en el coloquio entre fe y razón, Iglesia y sociedad, y reino de Dios e historia nuestra aportación para la permanente regeneración ética y espiritual de nuestros sistemas de gobierno y modos de organización política”
Argüello se refirió a la elección de Donald Trump como presidente, que “ha sido quizás un elemento catalizador para precipitar la quiebra del «orden internacional» establecido después de la II Guerra Mundial”
La Conferencia Episcopal española está dispuesta a que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, supervise los trabajos del plan PRIVA de reparación de las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. En su discurso de apertura de la Asamblea Plenaria, el presidente de la CEE, Luis Argüello, señaló cómo “la Iglesia, que encuentra en su seno a víctimas y delincuentes, reconoce su grave y singular responsabilidad espiritual, moral y social”.
Al tiempo, manifestó su compromiso de “seguir intensificando la reparación integral de las víctimas de abusos y la prevención de estos”. “Hemos puesto en marcha un plan de prevención y reparación, asumimos una obligación moral donde no haya obligación jurídica, en los casos verosímiles del pasado; incluso estamos dispuestos a estudiar una posible supervisión del Defensor del Pueblo en este proceso ya en marcha” remarcó al final de un discurso denso, en el que no habló de Cuelgamuros, por más que los nostálgicos del régimen se hayan concentrado a las puertas de Añastro llamando traidores a los obispos, y donde también ofreció dos propuestas.

La primera, el impulso de una “alianza social” “promover esta ‘cultura de la vida’ reflexionando y proponiendo medidas sobre los diversos ámbitos concernidos por la crisis demográfica: económicos, políticos, culturales y espirituales”.
ILP de regularización de migrantes
La segunda, referida a la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de medio millón de migrantes residentes en España, y que ha sido rechazada por el Congreso. “¿Qué hacer, expulsarlos a todos o abordar la manera de regularizar su situación?”, subrayó Argüello, quien propuso “a los dos grupos políticos mayoritarios en las Cortes Generales (PP y PSOE) que se reúnan para afrontar el problema e impulsar la tramitación de la ILP”, como “un ejercicio de regenaración democrática” y “una forma de ayudar a resolver un grave problema en el que la dignidad y el bien común están afectados”.
“Queremos promover una alianza social que lleve la esperanza a quienes están excluidos de la regularización y viven en una tierra de nadie que no propicia nada bueno. Estamos dispuestos a ofrecer un cauce que facilite el encuentro y el diálogo”, insistió.

Tras ‘despedir’ al Nuncio Auza (con una cerrada ovación por parte de los presentes en la sala), que posteriormente pronunció su último discurso antes de marcharse a representar al Vaticano ante la Unión Europea, recordar al fallecido Nicolás Castellanos y a los nuevos obispos, Argüello trazó un largo discurso sobre la esperanza cristiana, el progreso y el misterio pascual, antes de centrarse en el meollo de la cuestión.
“¿Cómo evangelizar en la actual sociedad española?”, se preguntó el presidente de la Conferencia Episcopal, quien animó, siguiendo los ecos del Congreso de Laicos, a una “presencia misionera en la vida pública” frente a los que viven “como si Dios no existiera”, asumiendo “dos ejes espirituales y metolodógicos: la sinodalidad y el discernimiento”.

Un profundo individualismo
En este punto, el arzobispo de Valladolid lamentó el “poshumanismo, que la inteligencia artificial puede acelerar”, y donde se fomenta un profundo individualismo. “En el siglo XXI, las legislaciones referidas a la vida, el matrimonio, el sexo y el género consagran el individualismo autónomo y empoderado como antropología de referencia en la que la ideología casi prescinde de la biología”, glosó Argüello, quien también incidió en la “crisis del compromiso comunitario” que se observa tanto en el ámbito económico como en la política, donde se produce una “economía dominante” que “impulsa unas reglas del juego basadas en la capacidad que la oferta tiene para teledirigir la demanda a través de la manipulación del corazón, del deseo con promesas de buena vida o, al menos, de vida entretenida o brevemente satisfecha”.
En lo político, “nuestra propuesta de diálogo ha querido favorecer el encuentro y el bien común”, señaló el prelado, quien abundó en la concepción del nosotros y del progreso, con una sentida referencia a la polarización. “En el momento político actual, esta exacerbación de los nosotros frente a los otros es proverbial en las políticas de polarización y de enfrentamiento”, sugirió Argüello, quien se preguntó cómo “descubrir nosotros común en la nación, en la patria, en la familia humana”.
“Vivimos un nosotros abierto a un nosotros más grande, un nosotros que se ofrece a nuestros conciudadanos para ensanchar «sus nosotros», para no caer en movimientos etno centristas o nacionalistas o identitarios, que de alguna manera contribuyen a rellenar la nostalgia que el individualismo produce”.

Sobre el progreso, que “está en crisis”, Argüello incidió en las “dudas a la hora de la organización política teniendo en cuenta las reglas del juego que la economía ha generado, y la antropología que política y economía han modelado, para que el deseo del corazón haga juego con el contenido del progreso programado y así las sociedades sean gobernables”.
Frente al “virus muy fuerte” del individualismo, la Iglesia española plantea “el testimonio de vidas vinculadas, de familias y comunidades cristianas obedientes a llamada de la verdad y el bien en el rostro de los empobrecidos”.
Una propuesta contra corriente y martirial
“Es una propuesta contra corriente, martirial, es decir, una propuesta que necesita ser testificada y que, a veces, el testimonio de esa vida contra corriente, como dice Francisco en Gaudete et exsultate, provoca dificultades o amenazas para el puesto en la vida”, subrayó el arzobispo de Valladolid, quien también denunció la “doble vida” de muchos “cristianos anónimos” que van a misa pero que “fuera de los templos asumen las reglas del juego del mundo dominadas por el dinero y el poder que provocan indiferencia y pasividad a la hora de evangelizar en los entresijos de la mentalidad dominante”.
Porque, y esto sí lo reconoció Argúello, “en España ha pasado la época, asentada durante siglos, en la que decíamos: «Soy católico porque he nacido en España»”. Así, añadió gráficamente, “muchas pilas del bautismo no tienen agua, no porque no llueva, sino porque no hay comunidad cristiana en torno a la pila del bautismo que pueda ayudar al Espíritu Santo a engendrar nuevos cristianos”, algo que ocurre “en miles de parroquias en España”.

Sí, pero... a Effetá o Hakuna
Frente a esta realidad, y al vaciamiento de templos o de vocaciones a la vida consagrada o sacerdotal, el presidente de la CEE alabó “iniciativas” como los retiros Emaús, Effetá, Bartimeo, Proyecto Amor Conyugal, así como el Camino Neocatecumenal y movientos como Hakuna, que “provocan un impacto y la invitación a continuar”, aunque advirtió de “la dificultad para transformar la emoción en virtud, para encontrar cauces concretos de crecimiento que vayan más allá de recrear el impacto recibido”.
Junto a ello, Argüello apuntó que “es imprescindible vivir la caridad política en la escuela, en el barrio, en el hospital, en las relaciones de unos con otros, impulsan do posibles presencias en la política institucional, en la vida de partidos políticos u otros cauces de la acción institucional”, y también a través de organizaciones como Cáritas o Manos Unidas, aunque en este caso advirtió de que “hoy corremos el riesgo de que nuestras organizaciones, tan dependientes del Estado del bienestar, sus reglas y subvenciones para el tercer sector, ofrezcan de una manera débil la novedad del amor cristiano y sean fácilmente confundidas con ONG muy gubernamentales”.
“Lo mismo puede ocurrirnos en nuestras empresas educativas o del mundo de la comunicación”, recalcó.
Respecto a la sinodalidad, Argüello, quien ha participado de las distintas asambleas celebradas en el Vaticano, aclaró que “todos partícipes de la comunión y misión de la Iglesia en corresponsabilidad diferenciada”, y pidió profundizar en estas líneas de trabajo para el quinquenio que arranca, y que marcará la agenda del episcopado español hasta 2030.

Trump, "elemento catalizador" de la "quiebra del orden mundial"
Finalmente, en lo tocante a las preocupaciones actuales, Argüello se refirió a la elección de Donald Trump como presidente, que “ha sido quizás un elemento catalizador para precipitar la quiebra del «orden internacional» establecido después de la II Guerra Mundial”. El presidente de la CEE enumeró algunos hechos: “Los acontecimientos trastocan las relaciones entre Europa, Estados Unidos, Rusia y los nuevos polos de poder mundial, China, India, repúblicas árabes”, mientras que “la respuesta de la Unión Europea está siendo rearmar Europa dedicando 800 millones de euros a gastos de defensa”. Mientras tanto, “la terrible guerra continúa en Gaza y en otros lugares del mundo, sin que la supuesta legalidad internacional intervenga”.
“Asistimos, entre asombrados e indiferentes, al sufrimiento humano provocado por la fuerza bruta y ciega de las «armas inteligentes»”, mientras “los polos de poder geopolítico, antiguos y nuevos, entre los que Europa busca su sitio, tienen una curiosa característica común, la importancia que los poderes públicos dan al fenómeno religioso —Rusia y el cristianismo ortodoxo, los Estados árabes y el islam, China y la recuperación de Confucio; en India el partido gobernante busca establecer el hinduismo como identidad central; en Estados Unidos sigue siendo importante el valor que otorga a su mosaico de denominaciones cristianas, con un papel singular ahora de la «teología de la prosperidad» o el debate sobre el ordo amoris abierto por al vicepresidente Vance, católico, para justificar la política migratoria de Trump—“. Por el contrario, denunció Argüello, “en Europa sigue siendo mayoritaria una concepción de la laicidad que empuja las creencias religiosas al ámbito privado”.
“Europa sigue haciendo gala de su laicidad. Sigue siendo una propuesta adecuada que el Estado sea aconfesional y no instrumentalizar la religión con intereses de poder”
“Europa sigue haciendo gala de su laicidad. Sigue siendo una propuesta adecuada que el Estado sea aconfesional y no instrumentalizar la religión con intereses de poder”, que “sí que dividen y enfrentan”. “El Estado es aconfesional, pero los miembros de la sociedad que somos cristianos estamos llamados a ofrecer en el coloquio entre fe y razón, Iglesia y sociedad, y reino de Dios e historia nuestra aportación para la permanente regeneración ética y espiritual de nuestros sistemas de gobierno y modos de organización política”, clamó Argüello, quien incidió en “un rearme ético y espiritual que favorezca el encuentro y el diálogo y la búsqueda de un orden internacional más justo”.
Sobre la enfermedad de Francisco, Argüello apuntó que “la preocupación por la salud del papa se ha transformado en un reconocimiento de lo que su ministerio significa”.