XI 'Jueves de RD', en homenaje al misionero en Bolivia, candidato al Nobel de la Paz Padre Ángel: “Nicolás Castellanos es uno de esos líderes valientes. Rechazó el palacio episcopal por los pobres y dice lo que tiene que decir”
Palentina como Castellanos, la secretaria de Hombres Nuevos ha explicado que le conoce “desde niña, porque era obispo de mi ciudad. Nos marcó a todos cuando dijo que dejaba de serlo para irse a las misiones, a Santa Cruz de la Sierra”
Elogiando el Plan 3.000, Polanco apunta a la “superación” de don Nicolás, “porque ha conseguido que todo le parezca poco” cuando se trata de luchar contra la pobreza del altiplano
“Dejó el poder pero no dejó el Evangelio”, dice Bono en su mensaje. “Para mí es una referencia moral, un hombre bueno al que visité muchas veces y al que le debo que me animase a tomar la decisión de adoptar a mi hija, Sofía”
Con la ayuda del Banco Sabadell, la colaboración técnica de Católicos en Red, y el apoyo de Mensajeros de la Paz, el Obispado de Palencia, la Fundación Hombres Nuevos y el Ayuntamiento de Palencia
“Dejó el poder pero no dejó el Evangelio”, dice Bono en su mensaje. “Para mí es una referencia moral, un hombre bueno al que visité muchas veces y al que le debo que me animase a tomar la decisión de adoptar a mi hija, Sofía”
Con la ayuda del Banco Sabadell, la colaboración técnica de Católicos en Red, y el apoyo de Mensajeros de la Paz, el Obispado de Palencia, la Fundación Hombres Nuevos y el Ayuntamiento de Palencia
“Como Vicente Ferrer, es un santo en tierra”. Así se ha referido el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, a monseñor Nicolás Castellanos, arzobispo emérito de Palencia y fundador de Hombres Nuevos. Participando en el XI Jueves de RD, organizado en homenaje a Castellanos, el sacerdote asturiano ha querido apoyar públicamente su candidatura al Premio Nobel de la Paz.
Junto al padre Ángel, ha contribuido al diálogo la secretaria de Hombres Nuevos, la ONG de Nicolás Castellanos en Bolivia, Yolanda Domínguez Magdaleno. Palentina como Castellanos, ha explicado que le conoce “desde niña, porque era obispo de mi ciudad. Nos marcó a todos cuando dijo que dejaba de serlo para irse a las misiones, a Santa Cruz de la Sierra”.
Así fue. Castellanos “rechazó el palacio episcopal por los pobres”, como también ha recordado el padre Ángel. Se marchó al altiplano boliviano, fundó Hombres Nuevos y desde entonces “es uno de esos líderes valientes, que dice lo que tiene que decir”. Amigo de Castellanos, con quien comparte el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, el padre Ángel confiesa que “es uno de los referentes de mi vida, alguien muy especial para mí”.
Por su parte, Alfonso Polanco, actual Teniente de alcalde, que fue alcalde de Palencia durante 8 años, ha dicho que la ciudad “le está muy agradecida porque sigue siendo uno de sus grandes embajadores”, desde que "renunció a una vida tranquila para marcharse a un lugar difícil”. Elogiando el Plan 3.000, Polanco apunta a la “superación” de don Nicolás, “porque ha conseguido que todo le parezca poco” cuando se trata de luchar contra la pobreza del altiplano y desarrollar integralmente la vida en Santa Cruz de la Sierra.
“En 2003 o 2004 apareció en mi vida a través de una científica y cooperante”, relata Asunción Sánchez Zaplana, sumándose al coloquio; “conocerle me cambió la vida”. La química y política, de la Comunidad Valenciana, destaca la labor “transformadora” de Castellanos en Bolivia, desde que “renunció a sus privilegios para apostar por los niños y los jóvenes que no tenían un futuro”. Siendo Teniente de alcalde de política social en el Ayuntamiento de Alicante, ofreció alojamiento a unas niñas que se habían trasladado a España, de la mano de Hombres Nuevos, para competir en un torneo de gimnasia rítmica. “Así entendí el esfuerzo del padre Nicolás por dar educación a los suyos”, dice. No solo alimentación o techo, sino “la dignidad del arte, el deporte, el ocio”, explica. Añadiendo que el obispo logró que se creara “la primera facultad del país de artes escénicas”.
El presidente del Ateneo de Palencia, quien está cooperando en la presentación de su candidatura al premio de Noruega, resalta su figura como la de un hombre que consigue “dar lo que no se tiene”. Fernando M. Aduriz conoció a Nicolás Castellanos en un campamento, con niños, y se pregunta “si estamos haciendo bien en trabajar para que le den un premio a alguien que no lo necesita”. Alguien a quien no le importan los reconocimientos, sino que el agua llegue “a las comunidades de la selva”. Un obispo que “nunca abandona el programa de la bondad”.
“No lo necesita, pero claro que lo merece”, continúa el padre Ángel, desde su iglesia de San Antón, en Madrid. “Es uno de los referentes en mi vida, por su empeño en construir escuelas, escuelas, escuelas”, enfatiza. “Estar con él me da energía para seguir caminando. Nunca veréis a Nicolás sin sonreír y sin arrancarte una sonrisa”. Una obra ingente, que uno no se figura “hasta que no vas a verlo a Bolivia”, dice Yolanda Domínguez. Educación, tiempo libre, nutrición, embellecimiento de los espacios públicos… “Se tiene que dar a conocer” todo lo que ha creado Hombres Nuevos.
Realizado gracias a la ayuda de Banco Sabadell y la colaboración técnica de Católicos en Red, el ciberencuentro ha contado con el apoyo, en vídeos, de personalidades como el político José Bono, el obispo de Palencia y el portavoz de la Conferencia Episcopal Española. “Dejó el poder pero no dejó el Evangelio”, dice Bono en su mensaje. “Para mí es una referencia moral, un hombre bueno al que visité muchas veces y al que le debo que me animase a tomar la decisión de adoptar a mi hija, Sofía”.
Por su lado, Manuel Herrero, el obispo de Palencia, elogia su “disponibilidad y conciencia para con los más necesitados. “Dinamizó la diócesis y dejó huella” al decidir entregarse a los pobres de Bolivia. “Soy testigo, cuando viene aquí, del entusiasmo con que habla de aquellos hermanos nuestros empobrecidos”, dice el prelado. “La paz se construye solamente cuando hay justicia”.
“Quiero agradecerte tu cuidado de los pueblos pequeños”, expresa Luis Argüello, el portavoz de la CEE, en su mensaje dirigido a Castellanos. En él alude al “vaciamiento, la soledad, las dificultades de las pequeñas parroquias de los pueblos agrícolas” y le desea que siga “siendo un hombre de paz”.
“Vas a conocer palacio”
“Nicolás es ese empuje que nos coge a todos, y todos vamos detrás”, comenta Asunción Sánchez. Recordando su visita a Santa Cruz de la Sierra, dice que Nicolás le dijo: “Vas a conocer palacio”. Se refería, en realidad, a la sencillez de la localidad, “la ciudad de la alegría”. Sin lujos, sin más guía que una pobreza decidida y el empeño en brindar educación de calidad a los jóvenes, la biografía de Castellanos está llena de cooperación al desarrollo, humildad y “optimismo hiperactivo y atención de persona a persona”, en palabras de Alfonso Polanco.
En el campo semántico que Yolanda Domínguez asocia al obispo, caben palabras como “resistencia y utopía”, que le han acompañado “recorriendo caminos de tierra para visitar a los niños, entre viviendas de adobe y paja”. Con una imagen igualmente emocionante le define el padre Ángel: “Con un niño en los brazos, como un Jesús de Nazaret”.