Obispo de Irapuato celebra misa de cuerpo presente para los jóvenes asesinados Iglesia pide a jóvenes sumarse a la construcción de un México en paz

El Diálogo Nacional por la Paz, integrado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM), y la Compañía de Jesús en México se suma a la petición de los obispos mexicanos para que el asesinato de ocho jóvenes en el municipio de Salamanca, Guanajuato no quede impune, se investigue y se esclarezcan los hechos, así como pedir a cada mexicano, asumir la responsabilidad que cada uno tiene en la construcción de paz.
Jimena Hernández corresponsal en México
Ante los lamentables acontecimientos del asesinato de los 8 jóvenes en San José de Mendoza, Salamanca, Guanajuato, donde varios de ellos eran parte del grupo juvenil de la parroquia, los integrantes del Diálogo Nacional por la Paz, se solidarizaron con las familias afectadas y con todas las familias del país que han perdido un hijo o una hija en esta ola de violencia que se vive en México.
Mediante un comunicado convocaron a las pastorales de adolescentes y jóvenes; movimientos y congregaciones religiosas, colegios e instituciones que trabajan con adolescentes y jóvenes del país a sumarse a cuatro acciones, en favor de la construcción de paz.
Como primera acción, piden que este próximo domingo 23 de marzo, se coloquen ocho velas en el altar de todas las iglesias en memoria de todos los adolescentes y jóvenes asesinados y desaparecidos, e invitar a los asistentes a escribir sus nombres en tarjetas para colocarlos junto a las velas.
La segunda acción se realizaría el próximo sábado 29 de marzo a las 5 de la tarde, con concentraciones en plazas públicas de diferentes ciudades del país, donde el Diálogo Nacional por la Paz, pide llevar rosas y fotos de los adolescentes y jóvenes asesinados o desaparecidos, para así unirse con el pueblo de San José de Mendoza en su caravana por la paz y su celebración de fe.
La tercera petición sería que durante los viernes de cuaresma sepromueva el rezo del Viacrucis por la Paz en todos los pueblos del país, pidiendo por las víctimas de la violencia.
Y finalmente piden ponerse en contacto con los equipos estatales del Diálogo Nacional por la Paz para sumarse al diseño de proyectos locales de paz y el diálogo con autoridades para el seguimiento a los compromisos por la paz.
“Las personas adolescentes y jóvenes son las más afectadas por esta ola de violencia en México y cada muerte nos llama a cuidar su vida y poner los medios para protegerlos de la maldad que busca atraparlos y llevarlos a la oscuridad”, aseguraron.
¡Jóvenes, la construcción de la paz en México necesita de ustedes!
— dialogopazmx (@dialogopazmx) March 19, 2025
Ante la dolorosa realidad de la violencia que golpea a nuestro país, hacemos un llamado urgente a todas las pastorales juveniles, movimientos e instituciones a sumar esfuerzos en la construcción de la paz. pic.twitter.com/5H08Qie32P
Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz celebra misa de cuerpo presente para los jóvenes asesinados.
Más de mil personas se dieron cita en el salón Chalico, en la comunidad de San José de Mendoza, para participar de la misa de cuerpo presente en memoria de los ocho jóvenes que murieron tras el ataque armado del domingo anterior.
Los familiares y amigos de Bruno, Fernando, Alexis, Juan, Daniel, Martín, Edwin Miguel y Juan Martín, escucharon entre lágrimas y tristeza el consuelo que les daba el obispo Enrique Díaz, quien en su homilía afirmó que ante la incomprensión, la injusticia y la muerte, siempre nos sentimos desconcertados, pero que el dolor de cada una de las familias presentes que lloran, que gritan, que piden justicia, llegan hasta el cielo.
“En el corazón de cada uno de nosotros nuestros jóvenes viven, ellos viven en nuestra fe. Y nuestra seguridad está en un Cristo que vive, el que odia a su hermano es un homicida, nosotros no queremos odio en el corazón, queremos justicia, decimos nunca más. Hoy decimos ¿por qué tiene que morir el inocente?”.
Mons. Enrique Díaz Díaz, enfatizó que aunque hoy se vive un gran dolor por el asesinato de ocho jóvenes, es momento de pedir perdón a Dios por tanta violencia, por tanta impunidad, por tanta desgracia y comprometerse aseguir buscando, luchando y construyendo la paz.
“No podemos resignarnos nunca a la injusticia, no podemos acostumbrarnos a la violencia, que no es solución a los problemas”.
En medio de porras, gritos, cantos y globos de color blanco, el obispo grito los nombres de cada uno de los jóvenes que pertenecían a la pastoral juvenil, mientras todos los presentes gritaban: “Vive”.