"Hoy, hay lugares que claman a Dios por vivir en paz, por vivir sin la sosobra del miedo" Iglesia mexicana lamenta la militarización de las policías y que el ejército siga en las calles

¿Es posible pasar de una policia innoperante y generadora de impunidad, a una policía que tenga la capacidad de vinculación, relación y sintonía con la población, pueda posibilitar un cambio significativo en esta importante reconstrucción del tejido social?

Mediante la investigación realizada por CIAS por la paz que se plasma en el libro: Policía Municipal Comunidad Organizada: Un desafío para la paz, diversas instituciones nos invitan a reflexionar con datos reales y contextualizados en municipios que son muestra, como incorporar, vincular a la policia en procesos de reconstrucción del tejido social y su impacto en la comunidad. 

La presentación de este libro contó con la paticipación de Mons. Ramón Castro Castro, Secretario General del Espiscopado Mexicano quién aseguró que este trabajo es valioso para la sociedad y recomendó la lectura del libro. 

Afirmó que hoy que hay lugares que claman a Dios por vivir en paz, por vivir sin la sosobra del miedo y la inseguridad, este libro es una provocación que despierta el desafío para la paz y representa un llamado a que todos hemos de ser artesanos de la paz. Agradeció el trabajo realizado por CIAS, junto con grupos humanos, en la familia, escuela, barrio, trabajo, iglesias y gobierno, pues destacó que sus acciones representan una iluminación que ayuda.

Durante la presentación del este libro, el también obispo de Cuernavaca, lamentó que la policía haya perdido su misión de ser un garante de la seguridad, tranquilidad y paz social, además de que hoy en México se haya regresado a una militarización de la policía y se justifique que el ejército esté en las calles. 

“La legitimidad policial, nunca debió alcanzar acepciones posteriores que justificaran el uso de la violencia, entendida como legítima por los intentos de mantener un Estado de Derecho o como uso de control en conformidad a la norma jurídica”.

“Olvidando o dejando atrás, el deber de ser de prevención, relación, vinculación, más aún volver a una militarización de la policia, o tener el ejército en las calles asumiendo el quehacer propio de la polícia para atender la problemática social de violencia y contrarrestar el crimen organizado”, señaló. 

Mons. Castro, aseguró que como afirma el libro, a través de ejemplos mexicanos de polícias municipales, existe la posibilidad de reevertir la tendencia actual, mediante la edificación de policias comunitarias efectivas, respetuosas de los derechos humanos, de la no discriminación individual y territorial y contribuyendo tanto a la profundización de la democracia, como a la reconstrucción del tejido social. 

Pidió no olvidarse de la atención a los desafíos pendientes como la dignificación de la polícia, atendiendo su problemática actual, que nos son pocas, pero que con la debido atención, posibilitan una transformación hacia una policia comunitaria legítima y efectiva.

Pero aseguró que es impresindible hacer ver que la comunidad, necesita de la policía para comprender, atender y resolver la vulnerabilidad originada por la criminalidad creciente en diversas latitudes, sabiendo que la generación de confianza y efectividad radica en la creación de espacios de encuentro y vinculación entre policías y ciudadanos. 

El papel de la Iglesia en la construcción de seguridad

El Secretario General de la CEM, comentó que la Iglesia en México después de mucho discernimiento, tiene como tarea esencial en este momento la construcción de la paz y la atención a la violencia. 

“La CEM contemplando los rostros adoloridos por la violencia, una población en México que sufre, escuchamos el clamor de los fieles y de algunos pastores que sufren diariamente los estragos de la violencia, tienen como uno de sus ejes transversales la construcción de paz y de atención a la violencia”.

Mons. Castro, aseguró que diariamente la Iglesia se enfrenta a situaciones de violencia, inseguridad, trata de personas, tráfico de órganos, corrupción, crimen organizado, desaparecidos y que por eso se ha convertido en una una importante colaboradora en este restablecimiento del tejido social. 

Afirmó que la Iglesia ofrece al mundo un servicio insistituible cuando recuerda principios y valores que son irrenunciables a la hora de construir sociedades justas y solidarias. 

Dejando en claro que no se inmiscuye en la disciplina del ejército y de la polícia en el país, pero que en todo momento “recuerda a los católicos y a los hombres de buena voluntad que nunca es legítimo robar, herir o asesinar a civiles, que nadie debe colaborar en guerras de agresión, que los soldados y polícias nunca deberían torturar, o matar a los prisioneros”. 

Señaló que la Iglesia en sus casi 21 siglos de existencia ha tenido que vivir en medio de estructuras sociales muy diversas y siempre en todos los ambientes ha tratado de trabajar por la implantación de la justicia social. 

“El ejemplo más claro, de larga tradición es la Doctrina Social de la Iglesia, que tiene raices en el nuevo testamento y en los padres de la Iglesia, ellos insistían y son raices de esa Doctrina Social de la Iglesia; no somos dueños sino administradores de los bienes de la tierra. La fe no se puede separar de la caridad hacia los más pobres”. 

Y recordó que una de las principales preocupaciones del Papa Francisco, es que la Iglesia católica sea un referente en su acción solidaria con los más pequeños, así como su insistente llamado a que todos seamos artesanos de paz, en todos los ambientes que nos desenvolvemos. 

* CIAS por la paz, es una obra social de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús en la que laicos y jesuitas, ante la situación de violencia en el país, han recibido el llamado de contribuir a la construcción de condiciones de paz desde nuestras profesiones.

Por lo que esta investigación, surgió por el interés de incorporar a las polícias municipales en los procesos de reconstrucción del tejido social para impactar en la reducción del delito y la delincuencia en el ámbito local.

La presentación de este libro también contó con la participación de Franz Vandershueren, Director del Programa de Seguridad Urbana en Chile, Miguel Álvarez, Fundador de SERAPAZ, Tania Enríquez, Titular de la Unidad de Prevención de la Violencia y del Delito de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Gerardo Mora, Presidente Municipal de Tancítaro Michoacán, Yunuen Torres, Joven comunicador de Cherán y Jorge Atilano Candía, Asistente del sector social de la Compañía de Jesús. 

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