"El pueblo se hace presente para alimentar la esperanza de la reconstrucción social" Miles de hondureños sufren los efectos del huracán Eta, pero con signos de solidaridad cristiana
El huracán centró su devastación sobre Honduras, principalmente en los municipios del norte del país que sufrieron inundaciones y muchas comunidades quedaron incomunicadas
Las historias de los miles de afectados hicieron efecto en la buena voluntad de la gente y la nobleza de los hondureños entró en acción a pesar de todas las limitantes para llegar a cada zona devastada
Seguimos en emergencia y en espera del apoyo humanitario internacional
Seguimos en emergencia y en espera del apoyo humanitario internacional
| Rodrigo Saenz
Después del paso de la depresión tropical Eta que causó graves inundaciones, derrumbes y el desplazamiento obligado para miles de familias de sus hogares por las fuertes lluvias que azotaron Centroamérica principalmente en Nicaragua, Honduras y Guatemala. En Honduras, con cientos de hondureños que perdieron la vida en derrumbes de tierra o ahogados por la crecida de los principales ríos que bañan el valle de sula, la zona más industrializada del país.
El huracán centró su devastación sobre Honduras, principalmente en los municipios del norte del país que sufrieron inundaciones y muchas comunidades quedaron incomunicados después de que varios puentes colapsaran por las fuertes aguas de los ríos y que saturaron las viviendas hasta los techos. Miles de damnificados dejó Eta y un paisaje de destrucción tras su paso por la empobrecida Honduras, que sigue siendo víctima de las fuerzas destructivas de los huracanes.
Los afectados con miles de historias personales de sufrimiento humano que hicieron circular, en las redes sociales, en las noticias y en diferentes espacios de comunicación: “Persona perdió todo bajo el agua y solo libro su vida y la de sus animales de granja “, “Necesitamos agua, necesitamos que vengan los tractores para que se puedan llevar toda la suciedad porque hay lodo y llega hasta las rodillas, además el olor es insoportable”, manifestó un habitante a una radio local en la ciudad de San Pedro Sula.
Historias que hicieron efecto en la buena voluntad de hondureños que se organizaron para apoyar solidariamente con humanidad a otros seres devastados por Eta. La nobleza de los hondureños entró en acción a pesar de todas las limitantes para llegar a cada zona devastada. Ver el dolor que toca las familias enteras que perdieron todos sus enseres personales y las pocas esperanzas de levantarse otra vez con fuerza.
A pesar del grave impacto de una Pandemia que sigue causando muerte y dolor, la solidaridad del mismo pueblo se hace presente para alimentar la esperanza de la reconstrucción social, roto por el severo paso de Eta. Aunque derrotados de forma temporal en lo humano, infraestructura y la producción; la respuesta humanitaria de la misma población en distintas partes del país no se hizo esperar en realizar esfuerzos para ofrecer un poco de sus propios recursos, en una acción de amor y entrega sin condición que permita a miles de familias afectadas tengan lo mínimo en artículos de primera necesidad para la subsistencia y empezar de nuevo.
Seguimos en emergencia y en espera del apoyo humanitario internacional