(Vatican News).- “Cuando celebramos el séptimo aniversario de la encíclica Laudato Si, me viene a la mente los 7 días de la Creación que nos narra el primer libro de la Biblia en el Génesis y termina diciendo: “.. y vio Dios todo lo que había hecho y era muy bueno.. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró. Porque ese día Dios descansó de toda su tarea de crear”
Ello nos inspira a contemplar la creación como una obra creada con máxima perfección, al ser creada por Dios plasmó en ella toda su esencia y su ser, que es el ser Amor, por ello pudo decir “y todo era muy bueno”, la bondad de Dios fue derramada en cada ser que El creó, y con tal perfección que nadie puede igualar, con tal orden y precisión que no hay nada en la creación que sobre o falte, toda una armonía donde todo funcionaba de modo tan extraordinario que como dice el Papa Francisco:” el mundo es un misterio gozoso que contémplanos con jubilosa alabanza “ LS.12", así expresó Mons. Rafael Cob, Vicario del Vicariato de Puyo, en la semana dedicada a la Laudato Si'.
En su reflexión, pide agradecer a "Dios Padre Creador por el regalo de su Creación, en la que el ser humano es como la joya de la corona", dijo, donde toda la flora y la fauna forma parte de "esa perfección de Dios. Y Como S. Francisco queremos ser contemplativos en un silencio fecundo y observador, para decir a Dios, Alabado seas, Laudato Si", señaló.
La Creación alterada y maltratada por los humanos
El Vicario de Puyo lamentó que la creación, haya sido "alterada y maltratada por los humanos". Y se pregunta qué hacemos nosotros en medio de esa creación, "por qué el hombre no está cuidando este gran regalo que Dios ha puesto en las manos del hombre" Y recuerda que estamos jugándonos la propia vida, si no cuidamos la tierra, no podemos, aseveró, dar la espalda a nuestra realidad, a la realidad que sufre nuestro planeta, a nuestros hermanos más desprotegidos que viven en este planeta.
Cómo dejaremos la tierra a las próximas generaciones, se cuestiona el obispo, cuál es la misión de la Iglesia hoy ante la preocupante realidad que vivimos en una tierra frágil que se desmorona. La Iglesia, afirmó, no puede ser ajena a la escucha de los "gritos que se oyen en el mundo y en especial en nuestra Amazonia donde vivimos. Por ello la Iglesia como defensora de la vida se pone en camino para unir su voz a la de tantos hombres y mujeres que son vulnerados en su derecho a vivir con una vida digna".
Recordando la Laudato Si' en medio de las amenazas que sufre la tierra
Mons. Cob recordó que este aniversario debe servir no sólo para agradecer a Dios las maravillas, la belleza de la naturaleza, sino para denunciar las amenazas, los efectos de la destrucción que está sufriendo el planeta y las consecuencias que sufren "los pueblos más olvidados":
"Se encendieron las alarmas ante el calentamiento global que no baja, y ante la deforestación que hace desaparecer el paisaje de nuestra tierra o la contaminación de nuestros ríos de donde adquirimos el agua para el consumo de las poblaciones. Este día es la ocasión para comprometernos todos en cuidar esta Casa Común en que vivimos,nos movemos y existimos. En este año en que el Papa Francisco desea que todos reflexionemos caminando juntos en construir una Iglesia Sinodal, caminando juntos hacia el Sínodo de la fraternidad movidos por el Espíritu que todo lo recrea".
Mons. Cob, concluye su reflexión pidiendo que respondamos "al amor de Dios expresado en su creación, no la destruyamos, no la manchemos, la vida que Dios nos da no es negociable", dijo, hay que vivirla de tal manera que trabajemos como Dios creador nos mandó, pero hace falta saber el cómo hacerlo, siempre juntos, escuchando, caminando y discerniendo, siempre en favor de la vida y en armonía porque en este mundo todo esta interconectado, afirmó por último.