Peter Gerety, fallecido en 2016, acusado en una demanda a la que la diócesis da credibilidad Newark, ¿cuna de obispos pederastas? El predecesor de McCarrick violó a una niña de cinco años durante meses
Era uno de los obispos más aperturistas del país, a favor de un mayor papel de la mujer en la Iglesia, en contra de la guerra de Vietnam. Llegó a marchar junto a Luther King en Selma por los derechos civiles... y era un brutal pederasta, que llevaba comida a una familia en apuros y se ofrecía a cuidar a la pequeña de 5 años cuando su madre, costurera, trabajaba
Era uno de los obispos más aperturistas del país, a favor de un mayor papel de la mujer en la Iglesia, en contra de la guerra de Vietnam. Llegó a marchar junto a Luther King en Selma por los derechos civiles... y era un brutal pederasta, que llevaba comida a una familia en apuros y se ofrecía a cuidar a la pequeña de 5 años cuando su madre, costurera, trabajaba. Pero Peter Gerety, quien fuera antecesor del excardenal McCarrick en Newark, violaba a la pequeña y se masturbaba delante de ella.
"No digas nada de esto porque le hará daño a tu madre", decía Gerety a la pequeña. "Este es nuestro secreto". Corría el año 1976. El obispo, fallecido en 2016 con 104 años (siendo entonces el obispo más longevo del mundo), era recordado como un defensor de las libertades... pero el pasado año, con motivo de la apertura de una ventana de dos años para denunciar casos de abusos prescritos, esta diócesis de Nueva Jersey recibió las acusaciones de una mujer. Y les dio credibilidad. Y le ofreció un acuerdo de compensación: 5.000 dólares.
Una diócesis en entredicho
La mujer rechazó la oferta, y en marzo presentó una demanda contra la Iglesia por 50 millones, alegando que los abusos sufridos siendo niña (ahora tiene 49 años) le causaron problemas de salud mental (intentos de suicidio incluidos) que aún arrastra. La noticia ha caído como un jarro de agua fría en la Iglesia de Estados Unidos. Y, en especial, en Newark, que ya ha sufrido el oprobio de ver cómo otro de sus obispos, Theodore McCarrick, era expulsado del Colegio cardenalicio y, después, del sacerdocio, después de llevar una vida continuada de abusos a menores.
McCarrick sustituyó a Gerety en la diócesis, ahora presentada como un lugar donde los pederastas podían campar a sus anchas. La diócesis rehusó hacer comentarios sobre la demanda, aunque sí reconoce que Gertey aparecía en numerosas demandas por encubrimiento de clérigos abusadores en la diócesis de Newark. Nunca, hasta ahora, en las listas de abusadores.
El actual prelado, el cardenal Joseph Tobin, es uno de los hombres de total confianza del papa Francisco, y uno e los que más está trabajando por erradicar esta lacra en la Iglesia estadounidense. "Sería inapropiado discutir o comentar sobre asuntos en litigio, pero es importante señalar que la Archidiócesis de Newark sigue plenamente comprometida con la transparencia y con nuestros programas de larga duración para proteger a los fieles y continuará trabajando con las víctimas, sus representantes legales y las autoridades policiales en un esfuerzo continuo para resolver las acusaciones y poner fin a las víctimas", dijo Sean Quinn, un portavoz de la archidiócesis.
"De niña, pensaba erróneamente que Dios había enviado al arzobispo Gerety a mi madre y a mi familia para rescatarnos y ayudarnos a conseguir comida para comer. Sentí que no tenía otra opción que hacer lo que él me indicaba", señaló la mujer ante los tribunales. Cuando empezó a resistirse, su madre la envió a casa de su tía. Sólo con 13 años se atrevió a contárselo a su hermana, que corroboró los hechos ante el tribunal. La madre nunca lo supo. Ahora lo saben todos.
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