Segunda jornada del 'Tercer Encuentro Iberoamericano de Teología' en Puebla: La sinodalidad y las Conferencias episcopales Santiago Madrigal: “Para el Papa, las conferencias episcopales son instancias intermedias de colegialidad”
Agenor Brighenti: “Reservar a las conferencias episcopales un rol pragmático y funcional equivale a negar la sinodalidad del ser de la Iglesia”
Gilles Routhier: “Hay que pasar de una Iglesia binaria a otra multipolar”
| José Manuel Vidal , enviado especial a Puebla
La tercera sesión del Tercer Encuentro Iberoamericano de Teología se centró en el tema de la sinodalidad y las conferencias episcopales. Y tanto los ponentes como las aportaciones de la asamblea apostaron por el empoderamiento de las “instancias intermedias” en las que se inscriben las conferencias episcopales.
La sesión comenzó con una primera conferencia del eclesiólogo español, Santiago Madrigal. El jesuita y profesor de la Universidad Comillas, Santiago Madrigal. El teólogo español disertó sobre 'La relevancia eclesiológica de las Conferencias episcopales en una Iglesia sinodal'. A su juicio, esta relevancia parte, como preámbulo, del “espíritu” del Concilio, un término acuñado por Helder Cámara, y que ahora “reivindica el Papa Francisco”.
Vacilaciones y turbulencias
Tras este preámbulo, Madrigal comenzó su ponencia con una mirada retrospectiva a las conferencias episcopales en el devenir de la eclesiología posconciliar “con sus vacilaciones y turbulencias”, durante los últimos 50 años.
Primero, en el Vaticano II, después en la primera evolución posconciliar y su entrada en el Código de Derecho Canónico, pasando por la 'Apostolos suos', que presenta el entonces cardenal Ratzinger, explicando que “la limitación de las competencias de las Conferencias episcopales radica teológicamente en el hecho de que éstas se sitúan entre dos instituciones de derecho divino, la responsabilidad propia de cada obispo y la función primacial de la sede petrina”. La consecuencia es que “el 'mandatum docendi' pertenece en rigor al obispo individual y al colegio de los obispos con el Papa”.
El siguiente paso lo centró el profesor de Comillas en “las expectativas abiertas por la Evangelii Gaudium'”, para pasar a continuación a plantear el estatuto eclesiológico actual de las Conferencias episcopales en una Iglesia sinodal “en la mente del Papa Francisco”. Una postura, la del Papa, sobre este tema que, para el teólogo, “exhibe su originalidad en la hoja de contraste del debate posconciliar”.
La realidad, superior a la idea
Según Madrigal, la postura del Papa se basa en el “criterio bergogliano que dice que 'la realidad es superior a la idea' y, por eso, apuesta por “las conferencias episcopales como instancias intermedias de colegialidad”.
Más en concreto, “la sinodalidad como dimensión constitutiva de la Iglesia se despliega en tres niveles: local, regional y universal” y “con instancias intermedias de la colegialidad”, porque, en la mente de Francisco, esta relación se plantea como “polaridad tensional entre la globalización y localización, según el principio 'el todo es superior a la parte'”. Una sinodalidad y colegialidad, en las que “el obispo aparece como maestro y discípulo”.
Como conclusión, Madrigal apostó por “un cambio de paradigma, que camine hacia una nueva etapa en la recepción”. Con varias conclusiones. Primera, pasar de la lógica binaria Iglesia particular-Iglesia universal a la consideración triádica: local, regional y universal.
Segunda, “afirmar el carácter dinámico y progresivo en el ejercicio de la colegialidad”. Y, por último, Madrigal concluyó que “en la tensión bipolar entre localización y globalización, la catolicidad del Pueblo de Dios se realiza, conforme a la ley de encarnación, en los diversos pueblos, de modo que la Iglesia católica y una existe en y a partir de las Iglesias particulares”.
Reforma de las estructuras
Tras la discusión en el aula, intervino el prestigioso pastoralista brasileño, Agenor Brighenti, con una ponencia titulada 'Sinodalidad eclesial y colegialidad episcopal. Estatuto teológico de las conferencias episcopales'. A su juicio, “tras décadas de involución eclesial, el Papa Francisco puso en marcha un proceso de reforma de estructuras de la Iglesia”, para superar la irrelevancia que alcanzaron en la segunda parte del postconcilio, en cuya eclesiología reinante no había espacio para las instancias intermedias.
Para Agenor, es necesario cambiar el modelo eclesiológico y establecer “una relación intrínseca entre sinodalidad eclesial y colegialidad episcopal”, que se rompió cuando “se perdió el sentido sacramental de la ordenación episcopal y pasó a ser consagración episcopal, a veces sin ni siquiera la existencia de una Iglesia local”.
Para superar este déficit eclesiológico, el pastoralista brasileño apuesta por unir “sinodalidad, colegialidad y magisterio” en tres niveles de magisterio: el universal, el local y el de las instancias intermedias, sin “reducir el rol de las Conferencias episcopales a una finalidad pragmática y funcional carece de fundamentación teológica”.
Un diocesanismo estrecho
Y Agenor concluye que “reservar a las conferencias episcopales un rol pragmático y funcional equivale a negar la sinodalidad del ser de la Iglesia, en el seno de la cual se inserta la colegialidad episcopal”. Porque “el ejercicio de la colegialidad episcopal, en el seno de una Iglesia toda ella local, hace de las instancias intermedias, como las Conferencias episcopales, la condición para superar tanto un universalismo generalizador como un diocesanismo estrecho”.
A continuación, intervino el teólogo quebequois, Gilles Routhier, con una ponencia titulada 'Por una conversión pastoral y misionera de la Iglesia, repensar la autoridad de las conferencias episcopales'. Para ese repensar, el profesor de la Universidad Laval reivindica que “el obispo diocesano es vicario de Cristo, no del Papa y no tiene un poder delegado o concedido y tampoco ejerce su función debido a cierta descentralización”.
A su juicio, hay dos formas de entender las Conferencias episcopal. La binaria, del entonces cardenal Ratzinger, y la que se basa en al Lumen Gentium, para presentar una Iglesia multipolar”. En definitiva, “se trata del desarrollo de la catolicidad como nota constitutiva de la Iglesia”.
Antes de clausurar la jornada, para dar espacio a la reflexión en grupos y la sucesiva discusión plenaria, intervino el prestigioso teólogo brasileño, Antonio Almeida, con una ponencia titulada 'Ministerialidad y sinodalidad en la práctica latinoamericana'. Con un recorrido a lo largo de 20 siglos de “practica sinodal latinoamericana”.