"Se ha convertido en un lugar de encuentro en un país que tanto necesita la reconciliación" Venezuela: 'Milagro' en Ciudad Chávez, una nueva iglesia para Navidad
Se ha producido un "milagro", informa el obispo de Guaira, en el norte del país latinoamericano, Raúl Biord Castillo. Diez años después de la inauguración de su barrio, inicialmente "privado de Dios", los fieles de Ciudad Chávez tienen por fin su iglesia, construida con el apoyo de las autoridades y a pesar de la falta de materiales de construcción en un momento de gran crisis. Este año celebran allí su primera Navidad, animados por una gran esperanza
| Marie Duhamel
(Vatican News).- Aún no ha salido el sol, pero ya están juntos. Desde el sábado, cada mañana a partir de las 5, mantienen viva una tradición navideña muy arraigada en Venezuela, "las misas de Aguinaldo", aprobadas en su día por León XIII. Durante estas nueve misas, que representan los nueve meses de gestación de María, los fieles cantan villancicos. Pero este año, en Ciudad Chávez, hay una gran alegría. Es la primera vez que la novena se celebra en la flamante iglesia, situada en pleno corazón del barrio popular.
En las calles de Ciudad Chávez, a instancias del expresidente Hugo Chávez, se construyeron hileras de edificios grises de cuatro plantas para realojar a los venezolanos cuyas casas habían sido destruidas por desastres naturales. Como en los otros 35 barrios populares que surgieron en todo el país durante su mandato, se proporcionó de todo a los 20.000 residentes de Ciudad Chávez: una escuela, un instituto, campos de deporte, tiendas... todo, excepto iglesias. Aunque los cristianos son mayoría en el país, no tenían ningún lugar donde reunirse. Esto no desanimó a la diócesis.
Para llegar a los fieles, se inició "un gran trabajo pastoral" nada más inaugurarse el barrio en 2014, explica el obispo Biord Castillo. Y durante 10 años, cada domingo, un sacerdote celebraba misa en la calle, independientemente de las condiciones meteorológicas. Lloviera o hiciera sol, todos los domingos los fieles estaban allí, sentados unos junto a otros en los pequeños taburetes que habían traído consigo. Con los años, se enseñó el catecismo a los niños y se creó un comedor para los más pobres. "Construimos una comunidad antes que una iglesia", afirma el obispo de La Guaira. Desde su nombramiento al frente de la diócesis por el Papa Francisco en 2013, no ha dejado de pedir a las autoridades que les den un lugar donde reunirse.
15 meses para un sueño
Hace tres años, su deseo se hizo realidad y las autoridades ofrecieron a la Iglesia un "hermoso terreno junto a la plaza principal". Y empezaron las obras. En 15 meses se construyó una iglesia con más de 350 plazas, que incluye una sacristía, un presbiterio, un centro de acogida de peregrinos y un espacio dedicado a los servicios sociales. Para el prelado, la corta duración de la obra, el hecho de que se hayan podido conseguir materiales de construcción que eran inalcanzables debido a la actual crisis económica, y también el hecho de que se haya podido "aunar" la voluntad de tantos actores -gobierno nacional, autoridades locales, comunidad, Iglesia- "a pesar de las diferencias de opinión" es un "milagro". Todos han contribuido a financiar lo que hace diez años era todavía un sueño.
Con motivo de la consagración de la Iglesia a finales de noviembre, los festejos duraron toda una semana en la diócesis: "Se celebraron doce misas, cada parroquia acudió con su sacerdote, cantaron coros pastorales de toda la zona e incluso canciones inéditas dedicadas a San Óscar Romero y José Gregorio Hernández".
La Iglesia fue dedicada al santo salvadoreño, "cercano al pueblo, hombre de paz y caridad, comprometido con la justicia y los derechos humanos a través de su opción por los pobres", dijo monseñor Biord Castillo durante los festejos, mientras que la diócesis dedicó un santuario al santo venezolano en Ciudad Chávez, el primero en el país en llevar el nombre de este profesor universitario y médico laico, culto y humilde, al servicio de los pobres.
Fieles misioneros en el punto de mira
El día de la consagración, las reliquias del Beato fueron expuestas en el altar, después de haber sido llevadas en procesión por un grupo de hombres muy implicados en la comunidad, ya que desde hace tres años los "caballeros de Monseñor Romero" protegen el Santísimo Sacramento, en particular durante las noches de adoración de Semana Santa. Otros fieles de Ciudad Chávez también fueron homenajeados ese día. Dos abuelas, por ejemplo, se acercaron al altar durante el ofertorio, trayendo consigo sus preciosos taburetes, los que utilizaron durante diez años para asistir a misa en la acera. Por último, la alegría de Lucy, que pudo hacer la primera lectura en nombre de su hijo Michael, fallecido a los 36 años. El joven utilizó su avanzado cáncer como excusa para enviar a sus familiares y amigos a misa en su lugar... sólo para encontrarle de nuevo allí, dirigiendo el servicio acompañado de su guitarra...
Reconciliación, servicio a los pobres, evangelización
La nueva iglesia es fruto de un compromiso colectivo, de decenas de historias personales, y pertenece a todos, como el santuario", subraya monseñor Biord. El obispo señala también que, en Navidad, el jefe de la policía del Estado, la fiscalía, varias asociaciones culturales y un partido de la oposición le preguntaron si sería posible celebrar allí una misa. "Se ha convertido en un lugar de encuentro, un hogar para todos, una alegría en un país que tanto necesita la reconciliación". En San Romero y en el Beato Hernández podemos encontrar motivos para unirnos y construir una Venezuela más justa y más acorde con el Evangelio", afirma el Obispo de La Guaira. La reconciliación, la preocupación por los más pobres y, sobre todo, la evangelización están en el centro de sus prioridades pastorales. "La Navidad nacerá en el corazón de todos", dice, en particular de los 160 niños inscritos en las clases de catecismo en Ciudad Chávez. "En la solemnidad de Cristo Rey, sus madres les han regalado una corona de cartón para animarles a seguir a Cristo y construir un reino de paz y de justicia".
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