La caravana organizada por los curas villeros se convirtió en una fiesta agradecida Las villas populares de Buenos Aires despiden con alegría al papa Bergoglio

La caravana organizada por los curas villeros pasó por los lugares de "dolor" de la iudad, rememorando las enseñanzas de Bergoglio y la consigna de construir “una Iglesia para todos, que cuide la tierra, el techo y el trabajo"
Personas de los barrios populares, de los sectores vulnerables de la sociedad a quien el pontífice acompañó siempre, cumplieron este sábado el "Pacto de amor a Francisco"
Al finalizar la misa de exequias en la catedral, poco a poco el ambiente se volvió festivo y monjas bailaron al son de una canción popular que dice: "Francisco está pasando por aquí / y cuando pasa todo se transforma/ la alegría viene/ la tristeza va"
Los curas villeros con una estola con la leyenda "Iglesia pobre para los pobres" acompañaron a la feligresía por esos lugares emblemáticos donde Bergoglio dejó huella y su legado seguirá palpitando
Al finalizar la misa de exequias en la catedral, poco a poco el ambiente se volvió festivo y monjas bailaron al son de una canción popular que dice: "Francisco está pasando por aquí / y cuando pasa todo se transforma/ la alegría viene/ la tristeza va"
Los curas villeros con una estola con la leyenda "Iglesia pobre para los pobres" acompañaron a la feligresía por esos lugares emblemáticos donde Bergoglio dejó huella y su legado seguirá palpitando
(Valores Religiosos).- Numerosas personas de los barrios populares, de los sectores vulnerables de la sociedad a quien el pontífice acompañó siempre, cumplieron este sábado el "Pacto de amor a Francisco" en el marco de una caravana por Buenos Aires para despedir, con alegría, a Jorge Bergoglio.
"Este pacto de amor a Francisco lo sostendremos de aquí en más, todos los años, como parte de su legado, e iremos también a otros espacios donde también él nos enseñó a ser Iglesia pobre para los pobres, como lo soñó siempre", rezaba la convocatoria.
Organizada por los curas villeros y los Hogares de Cristo, la movilización popular recorrió los lugares de "dolor" y "esperanza" de la Ciudad: la Santa Casa de Ejercicios "Mama Antula", la Plaza Constitución, el Hospitales Borda, Tobar y Rawson, la Unidad 21 de la Cárcel del Muñiz, el Hogar de Cristo San Alberto Hurtado / Hospitalito Masantonio y la parroquia Virgen de Caacupé.
Allí, en esos espacios donde los sectores vulnerables son muchas veces olvidados o ignorados, Bergoglio dijo siempre "presente, aquí estoy, que necesitan".
Al finalizar la misa de exequias en la catedral de Buenos Aires que presidió monseñor Jorge García Cuerva, y luego de compartir un almuerzo comunitario en Plaza de Mayo, grupos organizados por parroquias y comedores comunitarios se movilizaron en caravanas en torno a la plaza, con una imagen del papa en cuyo reverso se leía: "Nos animó a la misericordia".
Poco a poco el ambiente se volvió festivo y monjas bailaron al son de una canción popular que dice: "Francisco está pasando por aquí / y cuando pasa todo se transforma/ la alegría viene/ la tristeza va".
Los curas villeros con una estola con la leyenda "Iglesia pobre para los pobres" acompañaron a la feligresía por esos lugares emblemáticos donde Bergoglio dejó huella y su legado seguirá palpitando.

Fueron miles los que caminaron en caravana, rezaron, cantaron y levantaron banderas y estandartes por las calles y avenidas.
"Francisco está vivo acá entre nosotros, esto es Argentina despidiéndolo. Esto es bien popular como fue él. Él estaría feliz de vernos así en la calle celebrando su vida", dijo una mujer que seguía la caravana.
La procesión se detuvo antes en Plaza Constitución, donde Bergoglio solía presidir la misa en solidaridad con los excluidos y las víctimas de tráfico y trata de personas; que aún en la actualidad se siguen celebrando.
En la parroquia de la Villa 21-24, los fieles sellaron su "Pacto de amor con Francisco" al ponerse una mano en el corazón y llamar a construir "una Iglesia para todos, todos, todos, que cuide la tierra, el techo y el trabajo".
Allí los parlantes reprodujeron palabras de Bergoglio, que solía denunciar la exclusión en esa plaza: "Pueden hacer mucho ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos; el futuro de la humanidad está en sus manos", se escuchaba.
En otra de las paradas, en un centro barrial cerca de la Villa Zabaleta, los vecinos se lavaron los pies unos a otros, como alguna vez lo había hecho allí Bergoglio, y siguieron la caminata cantando una cumbia que invita a recibir "la vida como viene".
