“Para favorecer este Año de la Oración se han realizado algunos breves textos que, en la sencillez de su lenguaje, ayudarán a entrar en las diversas dimensiones de la oración” (Francisco)
“Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».” (Lc 4, 16-19)
“Jamás osaba comenzar a tener oración sin un libro; que tanto temía mi alma estar sin él en oración, (Vida 4, 9)Por la experiencia que reporta
Comunión con la naturalezacreada: “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para mirar por él? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos. Todo lo sometiste bajo sus pies” (Sal 8, 6-8).
Sosiego del alma. «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco». (Mc 6, 31)
Soledad vencida: “No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros” (Jn 14, 18).
Apóyate en textos que te ayuden a orar.