6 de Abril: V Domingo de Cuaresma:

La misericordia y la miseria 

Evangelio del día 

«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más». (Jn 8, 10-11) 

Reflexión

El papa Francisco, cuando prolongó la designación de los Misioneros de la Misericordia, lo hizo con la carta “Misericordia et misera”, frase de san Agustín en su comentario con el evangelio que se proclama hoy. Y en el encuentro tenido con el Papa, no aseguró que la misericordia quedaba como misión de la Iglesia: “La evangelización se realiza en particular mediante el anuncio de la misericordia divina, a través de múltiples modos y expresiones. A este fin contribuye de manera particular la acción específica de los Misioneros de la Misericordia, para quienes la sección promueve y apoya la formación, y ofrece criterios para la acción pastoral (Praedicate Evangelium art 59, §2). 

Es una dolencia social y eclesial señalar con el dedo al pecador en vez de ofrecerle acogida y reconciliación. Jesús no condenó a la mujer sorprendida en adulterio. Para siempre recodaré las palabras de Francisco a los Misioneros de la Misericordia: “Id con la manta y no con el mazo”, la manta que cubre la desnudez del penitente, y no con el mazo del juicio. 

Son axiomáticas las expresiones bíblicas: “Misericordia quiero y no sacrificios”. “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso”. “No juzguéis y no seréis juzgados. Perdonad y seréis perdonados”. 

Propuesta 

¿Juzgas o perdonas?