La obra, inaugurada en la basílica de Santa María del Pi, deja sin aliento a los despistados 'The Mistery Man', el Jesucristo hiperrealista de Álvaro Blanco, se expone en Barcelona

Un pequeño grupo de feligreses de la basílica de Santa María del Pi de Barcelona salían sin dar crédito a lo visto, este pasado jueves por la tarde, en el interior del templo más cercano a su casa. "Nunca había visto una imagen de Jesucristo tan real con mis ojos", reconocía uno de ellos. En efecto, la pieza que se expone desde el 5 de septiembre y que este jueves era inaugurada con la presencia de su creador, Álvaro Blanco, era "el Jesucristo más realista que el arte haya dado hasta el momento", como definían.

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Se trata de la muestra “The Mistery Man“, que contiene el Jesucristo recreado por este artista después de varios años de estudio científico y médico de la Sábana Santa; una obra "que fusiona elementos de estudio con un fuerte componente emocional y espiritual", como definió Blanco en su intervención, en la que estuvo acompañado por Jordi Turull, párroco de la basílica de la Sagrada Familia; Margarita Bofarull, delegada diocesana de Pastoral de Fe y Cultura del Arzobispado de Barcelona, y por Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona.

Después de haber pasado por varias ciudades de España y de Italia, por primera vez "una gran ciudad como Barcelona" acoge esta muestra, en palabras de Blanco, que reconocía estar satisfecho por haber podido hacerlo. Una propuesta, en este sentido, formada por varias salas y espacios —también incluye un videomapaje en la cripta del templo barcelonés— que permiten al visitante realizar un recorrido histórico, científico y artístico acerca de la Sábana Santa para acabar contemplando la representación de Jesucristo.

"Se trata de una representación hiperrealista con un tamaño de 1,78 metros, hecha de látex y silicona, así como de pelo natural, que muestra las heridas de la crucifixión: en total, 250 golpes, y 150 latigazos y heridas en los pies, en las muñecas y en el dorso de su cuerpo"

Se trata de una representación hiperrealista con un tamaño de 1,78 metros, hecha de látex y silicona, así como de pelo natural, que muestra las heridas de la crucifixión: en total, 250 golpes, y 150 latigazos y heridas en los pies, en las muñecas y en el dorso de su cuerpo. “Cuando te acercas y quieres verlo a escasos centímetros, incluso con la luz del teléfono móvil —se explicaba Alexander Sivera, uno de los visitantes que presenciaba la inauguración—, da la impresión de ver, en el cuerpo, la misma composición cutánea que tenemos los seres humanos“.

“Por primera vez hemos realizado y aplicado todos los estudios alrededor de la Sábana Santa”, manifestaba Blanco, por lo que su obra, que en Barcelona se presenta “limpia como el primer día después de haber aplicado el primer lavado a fondo después de crearla“, es un reflejo de la muerte de Jesús como nunca se había podido ver. “No existe un movimiento artístico, sino una recreación pragmática de la muerte; en este punto, el espectador entiende que está delante de una obra emocional”, añadía el autor, que espera prolongar la exposición en Barcelona más allá del mes de diciembre, cuando se espera que cierre sus puertas.