Desde hace más de 40 años, defienden lo mismo las Asociaciones de Sacerdotes Casados Un obispo libre: “Ha llegado el momento de discutir y tomar decisiones sobre el celibato”

¿Cuándo se reconocerá la vocación ministerial como don de Dios, sin vincularlo con el celibato, con el que no lo vinculó Jesús ni los Apóstoles?

Apenas estrenado 2024 (7 de enero), el periódico “Times Of Malta” sorprendía con unas declaraciones del arzobispo de Malta. Charles Jude Scicluna, nace en Toronto (Canadá) en 1959, hijo de emigrantes malteses. Con once meses, vuelven a Qormi (uno de los 68 consejos locales de Malta). Licenciado en Derecho Civil y en Teología. Ordenado sacerdote en Malta (1886). Doctor por la Gregoriana en Derecho Canónico (1991). En Malta, defensor del vínculo, profesor, capellán, vicerrector del Seminario. En Roma, promotor de Justicia adjunto del Tribunal Supremo de Signatura Apostólica, promotor de Justicia de CDF (Congregación Doctrina de la Fe) en 2002, profesor en la Gregoriana. En 2005, el cardenal Ratzinger le encarga investigar los abusos de menores y mujeres, de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

El 6 de octubre de 2012, obispo auxiliar de Malta. “Muy respetado entre sus pares de todo el mundo por docencia, competencia y experiencia en cuestiones de protección del niño” (Comunicado del Vaticano). En entrevista a Associated Press, al dejar Roma, reconoce su nombramiento como “promoción y no manifestación de las rivalidades al interior del Vaticano”. Eran públicas las luchas vaticanas por la actitud ante abusos del clero. Su nuevo cargo no altera su actitud contra los abusos. “Si quieres silenciar a alguien, no lo conviertes en obispo”, dijo (Associated Press 18 nov. 2012). Sucede al revés: la mitra uniforma, calla, ritualiza, defiende el celibato obligatorio...         

Consagrado obispo (nov. 2012), Benedicto XVI le nombra, por cinco años, oficial de la CDF (01.12.2012). En abril de 2014, el Papa Francisco le envía a investigar abusos sexuales a Escocia (Arquidiócesis de San Andrés y Edimburgo). En enero de 2015 preside el equipo doctrinal sobre apelaciones del clero acusado de abuso.

En octubre de 2014, es nombrado administrador y, en febrero de 2015, arzobispo titular de Malta. No deja su actividad en la CDF. En enero de 2018, el Papa Francisco, tras ser criticado por apoyar al obispo chileno, acusado de encubrir abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima, le reclama para investigar el asunto. Con Jordi Bertomeu, oficial de la CDF, sacerdote español, de Tortosa, van a EEUU (donde hay víctimas de Chile) y a Chile (febrero 2018). Destapan la ocultación generalizada.

El noviembre 2018 accede a Secretario Adjunto de la CDF. Organiza el Encuentro de Presidentes de Conferencias episcopales: “La protección de menores en la Iglesia” (21-24 febrero 2019). El comité organizador (Card. B.J. Cupich, Card. O. Gracias, Arzobispo Ch. J. Scicluna y el P. Hans Zollner SJ), escriben una carta: “Urgimos a cada presidente de Conferencia Episcopal a acercarse y visitar a víctimas que han sufrido abusos por parte del clero en sus respectivos países antes de la reunión de Roma” (18.12.2018). Lee la 2ª Ponencia del primer día: “Asumir la responsabilidad de procesar los casos de crisis de abuso sexual y de prevenir el abuso”.

En marzo 2020, junto con monseñor Jordi Bertomeu, reúnen a obispos y víctimas de abuso sexual en México. La pandemia de la covid-19 les impide concluir la tarea. El pasado verano (julio-agosto de 2023), junto con Jordi Bertomeu, investigan a víctimas y periodistas que publicaron abusos de Sodalitium Christianae Vitae, en Lima (Perú).

Como puede verse es una persona destacada en el organigrama eclesial. No sólo por arzobispo de la Iglesia -puesto relevante-, sino por el cargo y rol en un Dicasterio vaticano: Secretario Adjunto de la CDF. Goza de la plena confianza del Papa. Conoce muy bien la pederastia y otros abusos clericales. Se ha enfrentado a infinidad de situaciones que calibran las consecuencias y el calado del celibato obligatorio.

Con este bagaje eclesial, jurídico, pastoral... leamos atentamente sus declaraciones.

          “Esta es probablemente la primera vez que lo digo públicamente y a algunas personas les parecerá herético”.

          “La Iglesia debería estudiar la posibilidad de revisar sus normas para permitir a los sacerdotes católicos la opción de casarse”.

          “Ha llegado el momento de discutir seriamente el tema y tomar decisiones al respecto. Ya hablé abiertamente sobre ello en el Vaticano, pero, en última instancia, no es mi decisión”.

          “¿Por qué deberíamos perder a un joven que habría sido un excelente sacerdote, sólo porque quería casarse? Y perdimos buenos sacerdotes sólo porque eligieron el matrimonio”.

          “La norma centenaria sobre el celibato sacerdotal ha sido debatida públicamente durante décadas, pero las autoridades de la Iglesia local, hasta ahora, siempre la habían defendido, insistiendo en que la vida de un sacerdote debe dedicarse exclusivamente a la Iglesia y su comunidad”.

          “Fue opcional durante el primer milenio de existencia de la Iglesia y debería volver a serlo”

          “El celibato todavía tiene y seguirá teniendo un lugar en la Iglesia, pero he aprendido por experiencia que a los sacerdotes también se les debe dar la opción de casarse, al igual que en las iglesias católicas del Rito oriental”.

          “Un hombre puede madurar, entablar relaciones, amar a una mujer. Tal como están las cosas, él debe elegir entre ella y el sacerdocio, y algunos sacerdotes se las arreglan entablando relaciones sentimentales en secreto”.

          “La Iglesia Católica Romana en su rito latino es la única religión cristiana que requiere que todos sus sacerdotes sean célibes: abstenerse del matrimonio y de las relaciones sexuales”.  

          “Durante el primer milenio después de la muerte de Jesús, a los sacerdotes en general se les permitía casarse y tener hijos. Fue en el siglo XII cuando la Iglesia introdujo definitivamente la regla. Pero es simplemente una regla –no un dogma de la Iglesia–, por lo que el Papa Francisco puede cambiarla, aunque el Pontífice de 87 años todavía no parece convencido”.

          “Algunos de ellos han estado en una relación comprometida durante años y otros incluso tuvieron hijos en secreto de esas relaciones. Esta es una realidad global. No ocurre sólo en Malta. Sabemos que hay sacerdotes en todo el mundo que también tienen hijos y creo que hay otros en Malta que quizás también los tengan”.

          “El Vaticano estuvo muy cerca de cambiar la regla en 2019, cuando el Sínodo de Obispos votó abrumadoramente para permitir que hombres casados en la región amazónica se convirtieran en sacerdotes para ayudar a satisfacer las necesidades de la Iglesia allí. Pero a pesar de parecerse a un parlamento de obispos, el Sínodo no es una autoridad que toma decisiones. La última palabra sobre cambios de reglas en la Iglesia está en manos de Francisco, quien no siguió adelante con el cambio en absoluto”.

          “El Papa tiene razón al insistir en que tal cambio no debería tener como objetivo mitigar la crisis de vocaciones. La vocación tiene que ver con la fe y la relación de una persona con Dios, y las reglas no deben cambiarse simplemente para atraer a más hombres al sacerdocio o para llenar los vacíos”.

Hace más de 40 años que estas verdades las vienen defendiendo públicamente todas las Asociaciones de Sacerdotes Casados. Los dirigentes de la Iglesia miran para otro lado. ¿Cuándo respetarán la libertad evangélica? ¿Cuándo se reconocerá la vocación ministerial como don de Dios, sin vincularlo con el celibato, con el que no lo vinculó Jesús ni los Apóstoles? El celibato opcional ha traído a la Iglesia mucho bien. La ley que lo vincula obligatoriamente al ministerio ha traído infinidad de quebrantos.

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