Los Jesuitas en Valencia desde mitad del siglo XX han desarrollado una importante labor educativa sólo conocida por los que pasaron por sus aulas, sin que le dieran importancia el dar a conocer al gran público su interesantísima labor. Últimamente, parece que se han dado cuenta de ese gran pecado y están traduciendo al exterior el tesoro incalculable de su obra. Se han especializado en Migrantes y toda su problemática en lo social y han acentuado el perfil bíblico y teológico.

 En los tiempos difíciles de la postguerra se lanzaron a prestar un importante servicio a la sociedad valenciana y crearon dos colegios, uno de ricos y otro de pobres, en el lenguaje popular, por donde pasaron numerosos niños y jóvenes. El de ricos era elitista, para hijos de familias pudientes, pero con el beneficio que dejaba, crearon las Escuelas Profesionales de san José, cuyos alumnos nada más terminar encontraban trabajo seguro en cualquier especialidad industrial, salían muy preparados. Las Escuelas Profesionales aún existen, el colegio de ricos no.

 Artífice de las Escuelitas fue un venerable sacerdote, el P. Muedra, quien se dejó la vida y la piel por aquella tremenda realidad, gracias a la cual mucha gente de familias no pudientes alcanzaron a estudiar y formarse en aquel centro que era de entrada un seguro de trabajo. Muchos empresarios hoy de éxito pasaron por uno  u otro colegio, más por el colegio de los pobres.

Tuve la suerte de estudiar en las Escuelitas y para nada envidiábamos a nuestros vecinos ricos y conocer directamente al P. Muedra, a quien me extraña no hayan pensado en beatificar y dedicarle un monumento. La ciudad le tiene asignada una calle de la urbe.

Los Jesuitas han ido evolucionando en Valencia en los últimos años de manera muy discreta y ahora han enfilado el camino de los social cristiano, que con cautela y discreción llevaban ejerciendo. El último paso dado es el de hacer partícipes a todo el mundo las actividades que realizan. Para ello se han encomendado a la eficacia y responsabilidad de Sergio Benavent, quien además lleva otras áreas e instituciones del mundo de la Iglesia Valenciana como la Facultad de Teología o la Catedral de Valencia. Y ha comenzado a contar lo que con demasiada discreción se hace, en este caso por parte de los Jesuitas.

Restaurada la Iglesia neobizantina

Nos cuenta Benavent que ha concluido la restauración de las obras urgentes que se había cometido en la iglesia neobizantina, la que fuera capilla del colegio de los ricos y de la comunidad jesuítica que lo regía, casi todos sus miembros los mejores especialistas de la ciudad en las materias que enseñaban, cuyo interior decoró el hermano jesuita Martín Coronas, oscense, a caballo de los siglos XI y XX. El hecho es todo un símbolo de cómo está la Compañía afrontando una nueva etapa.

 Ha concluido la primera fase de intervenciones orientadas a solucionar los principales problemas estructurales. Las obras han permitido restaurar las terrazas colaterales, la cubierta principal del edificio y recuperar las pinturas de la nave colateral este, entre otras acciones. Los trabajos de esta fase de urgencia empezaron a finales de mayo de 2020.

La restauración de la iglesia de estilo neobizantino que se encuentra en el antiguo Colegio San José también ha servido para poner al descubierto algunos hallazgos, como el emplazamiento de la antigua escalera de acceso al coro.

La nave colateral este ha recuperado el esplendor original del año 1916, fecha en la que finalizó su construcción. Las pinturas de los muros y arcos vuelven a deslumbrar al visitante, así como las capillas restauradas de ese lado del templo.

La pandemia del Covid19 ha obligado a tomar numerosas medidas de prevención, “aunque los plazos de ejecución se han respetado” señala Xavier Laumain, arquitecto autor del proyecto de restauración y director de los trabajos.

Acabar la fase de urgencia ha permitido reanudar la actividad en el templo. La iglesia ha vuelto a acoger diferentes turnos de comuniones de los niños de las Escuelas de San José-Jesuitas. También se pudo celebrar las eucaristías programadas en el Centro Arrupe durante la pasada Semana Santa.

Los trabajos efectuados han hallado dos elementos inesperados. Tras levantar los forjados de las terrazas se destapó la decoración original del antiguo colateral. Además, se localizó el emplazamiento de la primera escalera de acceso al coro. Estos descubrimientos “abren una nueva ventana a la historia del monumento”, considera Laumain.

La intervención ha incorporado algunas soluciones para evitar la humedad del subsuelo, como la instalación de unas rejillas de latón colado, elaboradas expresamente para la iglesia por un maestro artesano.

Un espacio multicultural

El proyecto de restauración de la Iglesia Jesuitas Valencia se encuentra ahora a la espera del inicio de la siguiente fase de intervención, en la que se levantará las baldosas hidráulicas para instalar suelo radiante en toda la nave principal. Este sistema de climatización ofrecerá una mayor comodidad al público de los diferentes eventos, culturales o de culto, que acogerá el edificio. La nueva instalación se cubrirá con las baldosas originales, que solo serán sustituidas, en caso de rotura, por otras idénticas.

Los trabajos del suelo tienen un plazo aproximado de 8 meses, pero su ejecución dependerá de la financiación disponible para ponerlos en marcha. El coste total de la obra se ha calculado en unos 3.500.000 euros, una cantidad que se busca cubrir con la aportación de donantes, mecenas o patrocinios. En el caso de querer colaborar en la rehabilitación de este edificio único en Valencia puede hacerse a través de BIZUM, con el código 02422, o en el siguiente enlace:

Solar botánico

Por otra parte, los Jesuitas han firmado un convenio con el Ayuntamiento y la Universidad de Valencia para transformar el llamado ‘solar de Jesuitas, perteneciente al colegio de los ricos, ’ en un jardín que tendrá como motivo principal los cultivos valencianos y la agricultura urbana, sin que esto suponga una cesión a terceros del espacio municipal.

 El acuerdo supone que el entorno de la iglesia neobizantina va a sufrir una importante transformación. La zona se va a convertir en lo que se podría denominar la ‘manzana de las ciencias naturales’, con el Jardín Botánico, el de las Hespérides, el futuro espacio verde.  El nuevo jardín estará dedicado al paisaje de la huerta, aunque no incluirá huertos de autoconsumo. Será un lugar dedicado a la biodiversidad y la ciencia.

El lugar tendrá una superficie de 7.215 metros cuadrados y para la licitación se buscarán fondos europeos. Para justificar la petición de esos fondos se insistirá en el componente educativo y divulgativo. La Universitat de València aportará la base científica para el desarrollo del proyecto y será la responsable del aprovechamiento didáctico y educativo posterior. También se encargará de mantener el contenido científico a largo plazo. El Ayuntamiento de València, por su parte, mantiene la propiedad del solar y será el responsable de la ejecución de las obras y del mantenimiento posterior a la inauguración.