La pandemia del coronavirus no ha paralizado la actividad de la Biblioteca Solidaria Misionera en Valencia y ha continuado enviando contenedores llenos de libros, generalmente de segundo uso, a países del tercer mundo que los habían solicitado para Facultades Universitarias y Escuelas primarias y secundarias. Igualmente, en sus grandes naves de Alaquàs, recibe a diario aportaciones de libros que realizan parroquias, instituciones, colegios, editoriales, particulares y entidades, que son clasificados por el equipo de voluntarios con que cuenta esta ONG de orientación católica, que coordinan Paco Tébar y el sacerdote Antonio Benlloch.

El último envío realizado en un buque mercante fue a Honduras, un contenedor con 75.904 libros donados y reutilizados destino Honduras para ser repartidos en el Seminario de la capital, Tegucigalpa, y en escuelas rurales con varios miles de alumnos, niños y jóvenes, integradas en asociaciones dedicadas a la enseñanza, entre ellas ACOES y Paso a Paso.

Igualmente, ha enviado durante el confinamiento 40.000 libros a la red de escuelas “Fe y Alegría”, movimiento de educación popular y promoción social vinculado a los Jesuitas, de Paraguay, así como al albergue de ex reclusos “Virgen de la Merced”.

Otros contenedores llenos de libros y material escolar salieron en este tiempo hacia Filipinas, Camerún, Angola, Albania, incluso un cargamento de medicamentos a Venezuela.

Dispuesto para embarcar en el puerto tienen otro contenedor para la Universidad Católica de Lima, en Perú, donde se encuentra el misionero valenciano César Buendía, Recto de la misma.

Desde Valencia se relacionan con las entidades peticionarias de libros y estudian sus necesidades y froma de ayudarles. En estos momentos la Biblioteca Solidaria Misionera en Nigeria está en contacto con el Padre Uchechukwu OPbodoechina, Director Nacional y Director Ejecutivo de Catholic Caritas Foundation, Nigeria, con el fín de aportarles lo que se pueda, no solamente en materia de libros, también se les envía muebles y utensilios escolares que se recicla de colegios o de empresas que lo donan.

Con la colaboración del Rotary Club de Valencia se ha hecho un importante envío a la República Dominicana para las cárceles del país. En total se han enviado un volumen de 1.396 cajas con un total de ejemplares de 62.393. Otro envío fue embarcado destino Luanda, al Seminario Redemptoris Mater, en esta ocasión con la colaboración de la BAC y de la Trapa de san Isidro de Dueñas.

La Fundación Padre Juan Schenk, con personalidad jurídica canónica, tiene personalidad jurídica civil (nº 000718 de entidades religiosas), es una O.N.G. sin ánimo de lucro. Fue constituida por el Arzobispo de Valencia el arzobispo Agustín García- Gasco Vicente, en fecha 12 de Febrero de 2003. Esta Fundación se rige teniendo en cuenta el espíritu del Padre Juan Schenk Sanchis, fundador del Instituto Lumen Christi y la editorial Edicep. Actualmente el Patronato, que es el órgano de gobierno, representación y administración de la Fundación, está constituido por cinco miembros: tres del Instituto Secular Lumen Christi y dos de los fundadores.

Este Patronato creó la sección Biblioteca Solidaria Misionera de bajo el lema “Cultura contra pobreza”. Tiene como objetivo el promover la formación cultural en países de habla Hispana, atendiendo al espíritu fundacional, mediante la aportación de libros y material escolar (para todos los niveles de enseñanza), en las zonas que lo soliciten, bien sea a Bibliotecas, Escuelas, Centros de Formación Profesional, Conventos, Seminarios Católicos, Universidades de Hispano América, África y países donde existan Instituciones y Centros que lo necesiten.

La Biblioteca, que pertenece a la Fundación Padre Juan Schenk, desarrolla su labor gracias a una veintena de voluntarios.  Tienen dos naves industriales una en Alaquàs y otra en Valencia. La de Alaquás, de 1.300 metros cuadrados de superficie, les ha sido cedida por el colegio La Salle de Paterna y en estos momentos tiene 300.000 libros, “con los que podríamos llenar 10 contenedores», según Tébar, que destaca la importancia de esta labor con la que “reciclamos un caudal de cultura impresionante” que llega a países con “mucha necesidad, donde las escuelas carecen de bibliotecas y las familias no pueden comprar libros a sus niños”. De ahí, el lema de la Biblioteca  Solidaria, «Cultura contra la pobreza».

Desde la Biblioteca han recordado la necesidad que tienen tanto de voluntarios como de aportaciones económicas, ya que “no contamos con ninguna subvención”, y han destacado que, además, “estas ayudas se pueden desgravar de la declaración de la Renta”. También se puede colaborar cediendo espacios para rastrillos solidarios, como el último que se efectuó el pasado 5 de marzo, antes del confinamiento, en la Escuela Oficial de Idiomas, de Valencia.

La entidad fue creada por amigos del sacerdote valenciano Juan Eduardo Schenk, fallecido en 2001, año en el que la Biblioteca comenzó su andadura con la colaboración del Instituto secular Lumen Christi, fundado por él. Las personas interesadas pueden consultar la web www.padrejuan.org, mandar un correo electrónico a la dirección fundacionpadrejuan@gmail.com o llamar al teléfono 610299730.