"Buscar asilo no es un crimen", recuerdan Los obispos estadounidenses exigen "compasión" con la caravana migrante
(Cameron Doody).- La caravana de migrantes que actualmente atraviesa Centroamérica preocupa, y mucho, a los obispos y principales defensores de refugiados de la Iglesia estadounidense. Así lo han hecho saber en un comunicado en el que se revelan "profundamente entristecidos" no solo por el éxodo masivo que avanza estos días por México sino también por "la violencia, injusticia y condiciones económicas cada vez peores que obligan a mucha gente a huir de sus hogares".
En una nota publicada este lunes en la web de los obispos estadounidenses, el obispo Joe S. Vásquez de Austin (Texas) -presidente del comité de la conferencia episcopal sobre la migración- Sean Callahan, el presidente del Servicios Católicos de Auxilio, y la hermana Donna Markham, presidenta de Organizaciones Benéficas Católicas, piden "compasión" para todos aquellos migrando hacia el norte y buscando huir de la violencia y la pobreza.
Los religiosos también advierten al presidente Donald Trump por su decisión de enviar a 5.000 militares a la frontera con México para frenar la ola de migrantes. "Aunque los países tienen el derecho de proteger a sus fronteras", afirman, "este derecho viene con responsabilidades: los gobiernos deben hacer cumplir sus leyes de forma proporcionada, tratar a todos de forma humanitaria, y asegurar el proceso legal debido". "Afirmamos que buscar asilo no es un crimen", exclaman, antes de pedir que todos los migrantes que sean devueltos a su país "sean protegidos y repatriados de forma segura".
Para solucionar esta crisis migratoria en Centroamérica a largo plazo, los religiosos piden "inversiones continuadas" por parte de los EEUU "para hacer frente a las causas subyacentes de violencia y falta de oportunidad". "Nuestra presencia a lo largo de las Américas nos ha convencido de que la migración es una cuestión regional que requiere una solución comprensiva y regional", apuntan, añadiendo que un enfoque centrado solo en la disuasión "no aborda ni solucionar las causas raíz más amplias que motiva a la gente a huir de sus países en búsqueda de protección".
"Como cristianos, debemos responder a la llamada de actuar con compasión hacia aquellos que lo necesiten", concluyen los religiosos su nota, antes de animar a gobierno y sociedad a "trabajar juntos para encontrar soluciones humanitarias que respeten el Estado de Derecho y la dignidad de la vida humana".