A continuación pongo dos ejemplos de su legado luminoso.
Gracias hno. Antoine Chatelard.
Mediante un género biográfico particular, el autor quiere contagiarnos la sed de Absoluto de Carlos de Foucauld. Para ello no duda en desmenuzar con rigor científico los cambios y múltiples contradicciones de su vida, eludiendo el riesgo de desnaturalizar o desvirtuar la profunda enseñanza que nos transmite, con la intención de entregarnos sin más el mensaje central de una vida e invitándonos a descubrir la atractiva personalidad de Carlos de Foucauld.
Un trabajo inclasificable! ¿Es esto una biografía? sí en ciertos aspectos, pero una biografía de un tipo muy particular ya que el autor, con un rigor científico comparable al que utilizó en su primera obra La muerte de charles de foucauld, disecciona las múltiples contradicciones y reveses de esta alma sedienta de absoluto: “todo inmediatamente”.Tampoco se trata de una hagiografía: charles de foucauld aún no es “santo” y el autor no se deja llevar por la complacencia al presentarnos su vida, propone para nuestra meditación el itinerario de un hombre, ejemplo vivo de “no se nace santo, se hace”.
El camino interior al que nos invita evita todo riesgo de distorsionar el mensaje de una vida y nos advierte de los excesos que no deben cometer quienes se sientan tentados a imitar al hermano Carlos, aliando la obediencia y la iniciativa, buscando la perfección en todo, yendo donde la mente le empuja, Charles de Foucauld no dejará de refinar su estilo de vida religiosa: la vida de nazaret, al evitar los errores de lectura de una existencia extraordinaria, el autor nos transmite el mensaje central de una vida: la espiritualidad de nazaret se puede vivir en todas las situaciones. Iluminando esta vida y la nuestra, el libro nos hace descubrir uno de los caminos del reino.
