La absurda lista de las mejores universidades del mundo.
Evaluar 1000 universidades requiere evaluar el currículo de todos sus docentes, evaluar todos sus artículos de investigación, todas sus instalaciones, la libertad ideológica y religiosa de sus profesores y alumnos, todos sus estudios con sus respectivos planes de estudio, el nivel de lo exámenes, el fracaso o el éxito de los alumnos en los estudios, y sobre todo y lo más difícil, la calidad docente del profesorado. ¿Han hecho todas esas tareas los señoritos del ranking de Shangháy? Claramente NO.
En esta lista es curioso el éxito de las universidades de los mormones como la Universidad de Utah (puesto 83) y la Brigham Young (puesto 301–400), universidades que no puede plantearse seriamente estudiar la teoría de la evolución de las especies, el Big Bang, la evolución del universo. O por ejemplo la universidad de Tehran (401-500) bajo el integrismo árabe. Y esto contrasta con nuestras universidades Españolas (cuatro entre las 200-300 mejores de nuestras 10 presentes entre las 500 mejor clasificadas) o con las de Finlandia (una entre las 100 mejores y 2 entre las 400-500 mejores). Además, contrasta mucho con China, sobre todo porque los estudiantes y profesores Chinos no gozan de la libertad religiosa o ideológica que cabría desear.
Por ello afirmo que ese polémico Ranking no evalúa correctamente las universidades y que esta lista no merece demasiada credibilidad. Hacer una evaluación tan superficial, y los españolitos tan tontos de tragárnoslo, es muy mal síntoma del escaso juicio crítico que tenemos contra todas estas entidades que aspiran a certificar calidad de algo sin conocer ese algo.