El lio del chalecito de los Iglesias-Montero ha desembocado en un referendum en PODEMOS. La pregunta de si se quiere la dimisión de Pablo Iglesias e Irene Montero es una pregunta tramposa. El líder nuevamente decide lo que se pregunta a la militancia para cerrar el debate en PODEMOS. Pero el debate de la militancia es la coherencia de sus líderes, no la de su continuidad. El propio referendum debería ser otro o debería incluir: ¿Quiere usted que Irene Montero y Pablo Iglesias renuncien al chalet y vivan coherentemente con lo que predicaron?
Pero además, para un referendum de esta clase se requiere de un tiempo para discernir el futuro del propio partido. Pablo Iglesias e Irene Montero no están dispuestos ni a que el partido decida si sus líderes deben ser coherentes ni a que se replanteen alternativas de futuro a ellos. ¿Qué harán los militantes de PODEMOS mañana? Elegirán in extremis, que estos dos sigan en la política porque sin ellos no tiene futuro PODEMOS ya que no existe alternativa en el partido.